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— Okey, pruebate este — dice Bin sacando el pantalón y el polo de una caja, ya en el sótano.

Felix entra a uno de los cuarto ahí dentro y se empieza a cambiar.

Luego de unos minutos sale ya cambiado.

— Creo que te queda bien — suelta Bin levantando sus hombros y Felix lucha con ponerse el mandil pero le es imposible amarrarse — dejame ayudarte.

El mayor va hacia él y se pone detrás para poder amarrar el mandil.

— Listo — suelta terminando y Lix agradece sonriendo — ya que estamos aquí, esperame que tengo que subir unos productos que Jeff me dejó encargado.

El rubio asiente en silencio y lo ve buscar en las cajas que hay ahí.

Solo está buscando unos productos, pero a Lix le parece demasiado atractivo.

Se siente raro porque no está vestido de una manera particular para pensar eso, pero, el uniforme le queda demasiado bien, el polo le queda pegado, haciendo ver sus buenos musculos y su gran espalda y el pantalón igual.

— ¿Qué me miras? — pregunta Bin sacándolo de sus pensamientos.

— A-ah, desde cuándo trabajas aquí? — pregunta lo primero que se le viene a la mente.

— Trabajo aquí desde hace 7 años — cuenta sorprendiendo al menor.

— ¿Cuántos años tienes? — pregunta haciendo reír a Bin.

— 24 — responde sorprendiéndolo más — sí, entré a los 17 años, tenía qué, para ayudar a mi mamá y pagar mis estudios, es más, lo sigo haciendo.

— ¿Pero no estabas en la secundaria? — pregunta confundido.

— Estaba en el último año y tuve que salirme para poder trabajar, mi mamá ya no podía pagar mi colegiatura, así que tuve que hacerme cargo, felizmente Jeff me contrató, primero fue de limpieza y luego fui cambiando de roles — cuenta mirándolo — ahora ya estoy en la universidad y puedo mantener a mi madre.

— Eres realmente un ejemplo — responde Lix mirándolo a los ojos.

— Gracias — dice Bin sonriendo, un poco sonrojado.

De un momento a otro los dos se quedan callados, haciendo producto a un silencio incómodo.

— De acuerdo, vayamos arriba, no perdamos tiempo — suelta Bin cargando una caja y Lix asiente sin poder dejar de mirar sus brazos.

Es extremadamente grande.

~•~

— Y aquí es el area de panadería — explica Bin llegando donde Liza, una compañera que se encarga de hacer los dulces.

Es la mejor haciéndolos.

— ¿Quién es este niño tan guapo? — pregunta la señora mirando a Lix y éste sonríe.

— Él es Felix, es nuevo aquí, le estoy haciendo recorrido por la tienda — explica Bin apoyándose en la mesa.

— Mucho gusto — dice y Lix sonríe dándole la mano.

— El gusto es mío — responde — me han comentado que sus postres son unos de los mejores.

— Sí, definitivamente es perfecto para trabajar aquí — dice Liza haciendo reír al menor.

— Sí sí, menos conversación, más masa — se mete Bin y Liza lo mira mal.

— No le hagas caso, si te dice algo o te trata mal, me avisas nomás — susurra hacia Felix y éste asiente.

— Dalo por hecho — responde sonriendo.

— ¿No es encantador? — suelta haciendo reír nuevamente al menor — yo que tú, daría el primer paso.

— No hables de más — responde Bin negando.

— Solo digo, míralo, lindo, buena persona, sonrisa bonita, perfecto para ti — sigue Liza mirando a Changbin.

— Ya ya, sigue haciendo tu trabajo, le seguiré mostrando el lugar — responde Bin palmeándole sus hombros y Lix se despide de ella.

— Me cayó bien — suelta Lix detrás de Bin y éste lo mira suspirando.

— Sí, yo no puedo decir lo mismo — dice sarcásticamente y Lix ríe negando.

— De acuerdo, ya terminé de enseñarte el lugar, ahora comenzamos con la práctica de mesero.

— ¿Sí o sí tiene que ser hoy? — pregunta el menor y Bin levanta la ceja.

— Sí y no te quejes, entraste aquí para trabajar, no para estar de flojo — responde Bin duramente y Lix hace un puchero resignado.

— Está bien — dice mirando a otro lado.

— Ahora pon otra cara porque no podrás atender a los clientes así — suelta el mayor agarrándolo de la barbilla para voltear su cara y quedan un poco cerca.

— ¿Qué cara tengo que poner? — responde mirándolo a los ojos.

— Cualquiera, de todos modos se te ve lindo — responde sin quitarle la mirada y se separa después de unos segundos — ahora sí, vamos, te enseñaré.

El mayor avanza y Lix cae en cuenta palmeándose las mejillas cerrando los ojos.

— ¿Qué te pasa Felix? — susurra frustrado hacia sí mismo y toma aire antes de seguir a Bin.

The four stages of mourning | ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora