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— Buenos días — saluda Bin llegando al trabajo y Jay le sonríe dejando una bandeja en la mesa.

— Buenaasss — responde su amigo — cierto, me podrías ayudar en algo?

— Claro, dime.

— Jeff me pidió ir a recoger los paquetes que tenían planeado traer hoy pero surgió un problema cosa que no van a poder traerlo, pero el problema aquí es que yo he pedido salir temprano y justo es la hora en la que el paquete llega a la oficina donde tengo que recogerlo — explica Jay — quería pedirte por favor si puedes ir a recogerlo por mi.

— Claro que sí.

— Muchas graciassss — agradece el menor abrazándolo de brazo y hace reír al mayor.

— Bueno, okey, sólo dime a qué hora tengo que ir — dice yéndose a la cocina para ponerse su mandil.

Jay se queda en caja soplando fuertemente de los nervios.

De verdad pensaba que lo iba a descubrir.

— Carajo, ya le dije — suelta Jay cuando Felix le contesta la llamada.

¿Pero no sospechó nada?

— Al parecer no, no sé, sólo sé que irá para allá — responde Jay suspirando.

Muchas graciasss, te debo una — dice Lix sonriendo.

— Ya ya, te aviso cuando esté yendo para allá — suelta Jay — nos vemos.

El rubio cuelga y suspira emocionado.

Han pasado días de lo sucedido y Changbin aun no le dirige la palabra a Felix.

Un saludo por educación, pero de ahí, solo son compañeros de trabajo.

Pero Felix no cree aguantar más sin Changbin.

La hora cae y Jay lo llama avisándole que Bin ya está yendo para allá, así que se pone en marcha yendo rápido para llegar antes que él.

El rubio en menos de 10 minutos llega en su carro y espera pacientemente al mayor.

~•~

— ¿En dónde se supone que es? — pregunta Bin cuando Jay le contesta.

¿Ya estás allá?

— Sí, pero no veo ninguna oficin...

El mayor divisa al rubio a lo lejos y se queda en silencio, parado.

¿Hola?

¿Qué hace Felix acá? — pregunta Bin sin moverse y escucha a Jay reír.

Mejor pregúntale tú mismo — responde colgándole.

— Hola — saluda Felix acercándose y Bin le devuelve el saludo mirando a otro lado — p-podemos hablar?

— ¿A qué hora llegará el encargo? — pregunta ignorando lo anterior y Lix suspira.

— Changbin, no hay ningún encargo — responde y Bin frunce el ceño — carajo, quiero hablar contigo.

— Pero yo no — responde serio — y si no hay nada que recoger, me voy.

— Espera — responde Lix agarrándole el brazo deteniéndolo.

— Suéltame.

— No te soltaré hasta que hables conmigo — dice el rubio forcejeando con el mayor.

— Carajo, suéltame.

— NO, no te voy a soltar — exclama ya cansado con la voz entrecortada.

Changbin lo nota y voltea por fin para verlo.

El menor está con sus ojos llorosos.

— Por favor, hablemos — pide tranquilo y Bin suspira cruzando sus brazos — Bin, lo siento tanto, perdóname porque haberte dicho eso y confundirte...

— No me confundiste, me dejaste las cosas en claro.

— Claro que no, Bin, en ese momento estaba con tanto miedo que no sabía lo que decía, Changbin, yo no te he contado pero, en mi última salida con un chico, terminamos tan mal que me dejó con el miedo de querer empezar una relación y eso hizo que diga esa tontera — explica agarrándole sus manos — no quiero que esto suene como una excusa, pero de verdad, solo quiero que me entiendas, por favor.

— Pero me di cuenta que si sigo pensando así, perderé a la mejor persona que he tenido en mi vida — dice el rubio mirándolo a los ojos.

— ¿Por qué no me lo contaste antes?

— Porque sentía que no era necesario, además, no quería recordar esa etapa en mi vida.

El mayor suspira mirando a otro lado y Lix no lo deja de ver.

— Por favor, dame la oportunidad de conquistarte y poder estar juntos — pide el rubio dejando toda su dignidad en el suelo.

— No creo que suceda eso — responde por fin y Lix lo mira desilusionado, con un nudo en la garganta.

El mayor sonríe confundiendo al rubio y agarra sus manos.

— Porque me conquistaste desde el primer momento que te vi — suelta el mayor y una sonrisa aparece en el rostro del menor, lanzándose hacia él, abrazándolo del cuello y Changbin de la cintura.

— ¿Por qué lloras?, no llores — suelta Bin viéndolo y le seca las lágrimas sonriendo.

— Estoy feliz — responde el rubio y Bin sonríe abrazándolo fuertemente de la cintura — ¿Quieres ser mi pareja?

— Déjame preguntarlo yo — dice riendo —  claro que sí.

El menor lo besa por fin abrazándolo del cuello y suspira al tacto.

Está demasiado feliz, no puede creerlo.

— Ya debemos de volver al trabajo — avisa Bin y Lix niega dándole besitos en toda la cara, haciendo reír al ahora, su enamorado — cierto, el encargo?

— No hay encargo, todo fue una excusa para poder hablar contigo.

— Entonces Jay me mintió.

— Fue una pequeña mentira — responde Lix y el mayor ríe abrazándolo del cuello.

— Vamos de una vez — dice Bin
y Lix asiente agarrándole la mano para poder irse en su carro.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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The four stages of mourning | ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora