𝓘DOL'𝓢 [VႺႹმ]

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[2024]

[Next day]

Tonny pov:

Mi cuerpo se movía al ritmo de la música, sudor corría por mi frente, mientras recibía 6 miradas de preocupación y 1 de desaprobación.

Si me equivocaba en un solo paso, la música volvía a iniciarse nuevamente, no podría irme sin terminar.

—¿De verdad te estás esforzando?—pregunto mi entrenadora, que detuvo la música.

—Lo hago...—dije, intentando regular bien mi respiración, sentía como mi cuerpo comenzó a ponerse sensible y temblar, podría jurar que me desmayaría en ese instante, mi cabeza giraba y dolía.

—Pues no parece que lo hagas—dijo—llevas media hora intentando hacer la coreografía y no la terminas, estás haciendo perder mi tiempo y el de los demás, si no estás lista para ser idol, será mejor que regreses por donde viniste y no le quites tus oportunidades a los que se verdad se la merecen—palabras hirientes salieron de su boca.

Salió de la sala de ensayos, dando un portazo. Cuando desapareció, lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas rojas, mordí mi labio intentando no llorar ahí mismo, por que las chicas aún seguían enfrente mío.

—Tonny, lo que dijo no es-—Lexi intentó acercase a mi, pero la detuve.

—Está bien, no pasa nada, iré a tomar algo—salí de la sala de ensayos.

Sorbí mi nariz que ahora se encontraba roja, las lágrimas no se detenían, aún que comencé a quitarlas con mi mano, aún seguían saliendo, no quería que nadie me viera así.

—¿Eh-oh- estás bien?—alguien me detuvo.

—Si, estoy bien—respondí, intentando alejarme de ahí.

—No te ves y no te escuchas bien, ¿Qué te pasó?, ¿Problemas con tu grupo?—pregunto, negué repetidamente.

—Ya le dije que estoy bien—lo mire a los ojos, me miraba dudoso, sabía que no me creía, pero no dijo nada.

—Está bien, no te molestaré—me sonrió—pero cuando quieras, puedes hablar conmigo y pedirme lo que quieras—arque una ceja.

—Nos conocemos hace muy poco—dije.

—Lo se, pero ahora que estamos en la misma empresa, prácticamente somos como familia y entre todos nos ayudamos—decía esto mientras no quitaba su sonrisa de su rostro, ya no es un gato gruñón, ahora es una gato amigable.

—Si es así...¿Puedo pedirle algo?—dudaba si pedírselo o no, tenía miedo al rechazo, pero sabía que no me juzgaría y me entendería. Asintió—¿Sería mi maestro de baile?—le pregunte, el me miró sorprendido.

—¿Maestro de baile?, ¿Yo?—asentí.

—Está bien si no puede, lo entiendo—agache la cabeza apenada.