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Era una tranquila tarde de verano en la casa de los Todoroki, y el ambiente estaba lleno de risas y emoción. En la sala, Enji, Fuyumi, Natsuo, Touya, Rei, Keigo y Tomura estaban sentados cómodamente, disfrutando del estreno de Dragon Ball Daima. Las escenas de acción y comedia provocaban risas, mientras cada uno hacía comentarios sobre las peripecias de los personajes.

—¡Mira cómo Goku se transforma! —gritó Natsuo, riendo a carcajadas.

—¡Eso no es nada! ¡Mira el poder de Vegeta! —Touya respondió, animado por la emoción de la serie.

En medio de las risas, la puerta del piso superior se abrió, y Shoto bajó lentamente. Se había quedado en su habitación, sumido en sus pensamientos y nerviosismo. No sabía cómo su familia reaccionaría ante su pequeña sorpresa, pero estaba decidido a decírselo.

—¿Qué tal, Shoto? —preguntó Fuyumi, sonriendo mientras le hacía un gesto para que se uniera a ellos. —¿Te gustaría ver un poco de la serie con nosotros?

Shoto se acercó al grupo, sintiendo el peso de las miradas sobre él. La energía de la sala le resultaba un poco abrumadora, pero al mismo tiempo reconfortante. —Estaba pensando en lo que podríamos hacer hoy... —dijo con un tono dubitativo.

—¿Tienes alguna idea, pequeño? —Enji le preguntó, inclinándose un poco hacia él.

Los demás comenzaron a lanzar ideas al aire.

—Podríamos hacer una noche de juegos, ¡tengo algunos nuevos! —propuso Natsuo, mientras se acomodaba en el sofá.

—O salir a pasear por el parque —sugirió Fuyumi, mirando a Shoto con cariño.

—Yo propongo pizza. Siempre es una buena idea —dijo Touya, con una sonrisa.

Shoto se sintió cada vez más nervioso. Sus pensamientos giraban en torno a lo que realmente quería decir, pero la ansiedad le apretaba el estómago. Con un profundo suspiro, decidió que era el momento de salir de su zona de confort.

—Eh, en realidad... —Shoto empezó, su voz temblando un poco—. Tengo un mejor plan.

Todos se detuvieron y lo miraron expectantes.

—Vamos a cenar todos juntos porque invité a mi novio a cenar con nosotros. —Las palabras salieron de su boca más rápido de lo que había planeado.

Un silencio repentino llenó la habitación. La expresión en los rostros de todos varió entre sorpresa y confusión, menos en el caso de Tomura, quien sonrió de manera cómplice, y Rei, que miraba a su hijo con ternura.

—¡¿Tienes novio?! —gritaron al unísono Natsuo, Touya y Enji, claramente aturdidos por la noticia.

—¡Calma, calma! —Fuyumi intentó mediar, viendo que la situación se salía de control—. Esto es increíble, Shoto. ¿Desde cuándo?

—¿Por qué no nos dijiste antes? —exclamó Natsuo, todavía atónito.

—¡Cálmense! —dijo Keigo, levantando las manos en señal de tranquilidad—. Lo importante es que Shoto está feliz. —Sus ojos se posaron en su pareja, quien asintió con una sonrisa de apoyo.

—Sí, esto es genial. —Tomura intervino, intentando aliviar la tensión. —A veces, las cosas buenas toman tiempo.

Rei, mientras tanto, se acercó a su hijo y le dio una suave palmadita en el hombro. —Me alegra que tengas a alguien especial en tu vida, Shoto. Espero que te haga feliz.

Shoto sintió un gran alivio al ver que, a pesar de las reacciones sorprendidas, su madre y Tomura mostraban comprensión. Pero no podía evitar sentir el nerviosismo que le recorría por dentro. Consciente de que la atención seguía sobre él, se atrevió a añadir: —Um, no les he dicho quién es todavía...

En ese momento, los otros Todoroki lo miraron con una mezcla de curiosidad y frustración. Shoto se sintió un poco abrumado por la intensidad de sus reacciones.

—¡Pero eso no es justo! —dijo Touya, frunciendo el ceño. —No puedes dejarnos así.

—Ya sé que son muy curiosos, pero... —Shoto comenzó a sonrojarse—. Quiero asegurarme de que todo esté bien antes de presentarlo.

—¡Tienes que decirnos al menos su nombre! —exclamó Natsuo, haciendo un gesto dramático.

—Eso sería más que suficiente —agregó Enji, intentando mantener la calma pero claramente molesto.

La atmósfera seguía tensa, y Shoto sabía que era mejor evitar más preguntas. Con una pequeña sonrisa, se despidió de ellos.

—Lo siento, pero tengo que prepararme. —Dijo, sintiendo que la ansiedad se apoderaba de él. —Voy a arreglarme un poco.

—¡No puedes simplemente irte así! —gritó Natsuo, pero Shoto ya había desaparecido por la puerta.

Mientras subía rápidamente las escaleras, sintió cómo su corazón latía con fuerza. Había sido un paso grande y aterrador, pero también emocionante. Sabía que sus hermanos y su padre eventualmente se calmarían, y la idea de pasar la noche con su novio le llenaba de felicidad.

En la sala, la tensión se disipó un poco, aunque los hermanos continuaban murmurando sobre la sorpresa.

—No puedo creer que no lo supiéramos. —Natsuo sacudía la cabeza, aún asombrado.

—A veces, las cosas más importantes se mantienen en secreto por una razón —dijo Keigo, tratando de calmar el ambiente.

—Estoy orgullosa de él. —Rei sonrió, mirando a Tomura, quien le devolvió la mirada con complicidad.

Fuyumi aprovechó la oportunidad para actuar. —¡Voy a preparar algo especial para la cena! ¿Qué les parece una buena pasta?

—¡Cuenta conmigo! —dijo Keigo, levantándose del sofá. —Podemos hacer algo delicioso juntos.

Mientras Fuyumi y Keigo se dirigían a la cocina, Touya y Natsuo se quedaron atrás, aún tratando de procesar la noticia.

—Esto es malo—Natsuo finalmente dijo.

—Sí, hay que hacer algo. —Touya cruzó los brazos, intentando pensar en cómo manejarlo. —¿Cuánto tiempo llevará con este chico?

Mientras tanto, en la habitación de Shoto, él se miraba en el espejo, ajustándose la ropa y nervioso por lo que estaba por venir. Sabía que había tomado una decisión importante, y aunque sus hermanos podían ser un poco exagerados, confiaba en que todo saldría bien.

La tarde avanzaba, y el aroma de la comida comenzaba a llenar la casa, mientras la familia Todoroki se preparaba para una cena que cambiaría el ambiente del hogar para siempre.

Intruso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora