Capítulo 25: Lo inesperado.

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Magy.

Viernes, 26 de Abril de 2019.

Presente.


«¿Quieres vengar la muerte de nuestros padres, o me abandonarás ahora?», esas palabras no se dejaron de repetir en mi mente una y otra vez. Mientras que íbamos rumbo a la casa de nuestra siguiente víctima en plena medianoche. Tenía el corazón acelerado, y una de mis piernas estaba temblando un poco. Y no porque tenía miedo de volver a ver a uno de los hombres que abusó de mí, si no porque había aceptado continuar con éstos asesinatos junto a Jacob.

Después de todo lo había aceptado.

No sabía cómo él lo había conseguido, pero una vez que terminé de procesar que mi hermano tenía a esa chica que salvó a nuestra hermana de todos esos horrores hace seis años. Le pedí que la dejase libre, porque ella no tenía nada que ver. Pero él estaba convencido de que ella nos llevará hacia el Capo y el resto de la pandilla. A pesar, de que cuando Jacob le quitó la cinta adhesiva de su boca, ella no hizo más que suplicar entre lágrimas diciendo que nada más sabía el paradero de Marvin. Uno de los ex miembros de la mafia de su padre.

Y cuando Jacob escuchó aquello volvió a pegarle la cinta adhesiva sin cuidado alguno en los labios, y cerró el maletero. Como sí esa chica no fuese más que un objeto para él. Algo completamente despreciable. Cuando yo la volví a ver no sentí rencor, o desprecio. Sabía que ella había ayudado a Zoe esa noche, y que no tenía nada que ver con su padre. Por eso quería que Jacob la dejase ir, pero él no me escuchó y cuando menos me dí cuenta su expresión se endureció y me vi acorralada contra la espada y la pared cuando me preguntó con esa expresión que claramente expresaba que no quería que lo decepcionara:

- ¿Quieres vengar la muerte de nuestros padres, o me abandonarás ahora?

Sus ojos negros me dejaron abatida por lo que estaba pasando, y cuando me dí cuenta de que Jacob realmente tenía las intenciones de que nos separásemos sí no continuaba con ésto, le respondí a duras penas:

- Sí, quiero hacerlo.

Y él sonrió, y me pidió que subiera a prepararme para salir a cometer nuestra siguiente venganza, puesto que estaba en pijama y debía de ponerme los guantes y la ropa negra. Así que subí de vuelta a la habitación sintiéndome consternada por lo que le había respondido. Y porque estaba segura de que sí me hubiese negado, él en éstos momentos nos estuviera abandonando a Zoe y a mí.

Y yo no quería que eso pasara.

No podía perder a Jacob.

Por eso me encontraba en éstos momentos sentada en el co-piloto a su lado, mientras que él tenía esa mirada que tanto me daba miedo y conducía a toda marcha por la ciudad suicida. Estaba manejando por la carretera a una velocidad tan rápida que me asustó un poco, pero no dije nada porque sabía que él no estaba de humor. Así que sólo me sujeté de mi asiento y me quedé en silencio a su lado. Pensando que por otro lado, era mejor que Zoe no nos acompañase ésta vez... Porque no quería que ella continuase involucrándose en ésto.

Zoe era demasiado pura, y no quería que se corrompiese como Jacob y yo lo estábamos.

Además, alguien tenía que cuidar de la pequeña Greta, y por eso Zoe no hizo más que asentir cuando le ordené que debía de quedarse. Aunque, estaba dispuesta a salir conmigo por la puerta y continuar con ésto todos juntos.

Pero era mejor así.

Mucho mejor.



Cómo cometer un Asesinato ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora