Capitulo XLV | Corazón De Cobre

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Con el trabajo del día en la granja finalmente terminado, Applejack se estiró, relajando los músculos después de tantas horas de esfuerzo. El sol comenzaba a bajar, bañando Sweet Apple Acres con un cálido resplandor dorado. Rarity, que había estado ayudando a su manera, respiró aliviada al ver que ya no quedaban más tareas pesadas.

— Bueno, Rarity, ya terminamos por hoy. Creo que aún tenemos tiempo de ir a los huertos a dar una vuelta — dijo Applejack secándose el sudor de la frente con el dorso de la mano

— ¡Eso suena encantador! — respondió Rarity sonriendo — Un paseo después de un largo día de trabajo suena justo como lo que necesitamos — agregó

Applejack se rio suavemente.

— Estaba pensando en llevar a Azura con nosotras — dijo refiriéndose a su yegua — Puede que quiera pastar un poco mientras caminamos. Le vendrá bien estirar las patas también — comento

Los ojos de Rarity se iluminaron ante la idea.

—¡Qué idea tan magnífica! — exclamó — ¿Te importaría si yo la saco del box? — pregunto

Applejack se detuvo un segundo, midiendo la propuesta.

— Claro, no veo por qué no, pero ten cuidado — advirtió Applejack con una sonrisa suave

Rarity asintió con seriedad, aunque había una emoción infantil en sus ojos.

— ¡Por supuesto, Applejack! Iré con todo el cuidado del mundo, lo prometo — dijo Rarity

Juntas caminaron hacia el establo, el aire fresco del atardecer les acariciaba el rostro mientras avanzaban. El establo estaba tranquilo, solo se oía el crujir de la paja. Al llegar, Applejack señaló el box de Azura, una espaciosa caballería donde la yegua descansaba cómodamente, alzando la cabeza con interés al verlas.

— Ahí está mi chica — dijo Applejack, acercándose un poco y acariciando a la yegua — Y mira quién vino a visitarte muchacha — menciono extendiendo el brazo hacia Rarity

Rarity recordaba a la joven potra en pleno desarrollo que había conocido, pero verla ahora en su etapa adulta, le imponía. Rarity nunca había tenido mucho contacto con los caballos en la granja. Aunque había pasado tiempo en Sweet Apple Acres, las tareas de cuidar a los caballos no eran parte de sus visitas.

Rarity, con el corazón latiendo un poco más rápido de lo habitual, se acercó con pasos medidos. Se detuvo junto a la puerta del box, observando a la majestuosa yegua blanca que la miraba con sus grandes ojos oscuros. Applejack se había apartado momentáneamente para buscar las riendas.

— Hola Azura... ¿Me recuerdas? Soy yo, Rarity — murmuró, con una voz calmada

Azura había estado mostrando comportamientos extraños desde su embarazo; parecía estar irritable y ansiosa. Curiosamente, solo con Applejack era cortés, ignorando a otros, incluso a Big Mac, quien pasaba más tiempo con ella, incluso en algunas ocasiones ya había soltado algunos cabezazos y patadas.

Rarity, sin saber de los recientes cambios en la yegua, se acercó al box. La gran Azura se veía imponente, y aunque Rarity sentía un ligero nerviosismo por su tamaño, no tenía miedo.

— Azura ha estado un poco... diferente últimamente — conversaba Applejack sin percatarse de lo que Rarity estaba haciendo

La voz de Applejack se desvaneció cuando Rarity estaba completamente concentrada en Azura. La yegua, al sentir la presencia de Rarity, se mostró tranquila, como si pudiera percibir algo en ella, algo parecido a lo que Applejack le transmitía. Rarity sonrió con más confianza cuando colocó la palma de su mano en el testuz de la yegua, y con movimientos lentos y seguros, abrió la puerta del box y guio a Azura hacia fuera. Rarity sintió la conexión sutil que se estaba formando.

Cosas Del Amor: "Por Primera Vez" | Rarijack (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora