★{ Un alma como la tuya }★💜NxUzi💛 MD.AU

14. El Destripador

Ya mero
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Agosto 1888
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En el comedor de la mansión, Uzi hojeaba el periódico mientras bebía su té, su rostro imperturbable a pesar de la noticia.

—Desde los últimos días, las calles de Whitechapel se han visto perturbadas por los recientes asesinatos, en los que solo están involucradas las cortesanas de la zona —leyó Uzi en voz alta, antes de dejar el periódico sobre la mesa.

—Eso es horrible, mi señora —respondió V, colocando frente a Uzi su rebanada de pastel—. ¿Dice... que la Reina le ordenó investigar?

—Así es. La policía no es tan eficiente como mi familia para este tipo de cosas —contestó Uzi con tono cortante, tomando un bocado de pastel—. Dile a Noe que deje de hacer berrinche y venga. No pienso esperar más.

V hizo una pequeña reverencia antes de retirarse. —De inmediato, joven ama.

Mientras Uzi terminaba su pastel, su mirada se endureció. Aunque la tarea era compleja, eso no la inquietaba. Había mucho más en juego que un simple asesino suelto, y no podía perder tiempo en las inseguridades de su mayordomo.

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V caminaba rápidamente por los pasillos oscuros de la mansión, con los labios apretados y un gesto de frustración en su rostro. Finalmente, llegó a una sala donde N, el albino demonio, estaba inclinado sobre unos papeles, absorto en su propio mundo. La irritación de V crecía con cada segundo que él la ignoraba.

—¡Noe! —lo llamó con un tono que bordeaba la impaciencia—. Fueron órdenes de la joven ama, no puedes desobedecerlas.

N apenas levantó la vista, su expresión completamente neutral. —Tengo asuntos más importantes que atender. Ella puede encargarse sola.

V respiró hondo, esforzándose por mantener la calma, pero la situación la superaba. —¿Más importantes que lo que te ordenó? —replicó cruzándose de brazos—. Eres su protector, Noe. Si algo le pasa, será por tu negligencia.

N la miró de reojo, sin responder de inmediato. V aprovechó el silencio para continuar: —Y lo sabes. Ella no puede confiar en nadie más para esto. La policía es inútil, y tú lo sabes mejor que nadie. Si no estás con ella, ¿quién lo estará? ¿Vas a dejarla sola en esto?

El albino suspiró con cansancio, desviando la mirada. La tensión en el ambiente era palpable. Sabía que V tenía razón en parte, pero había algo más que lo mantenía distante. Algo que no podía compartir ni con ella ni con Uzi.

—Lo que le pase o no depende de ella —murmuró, como si eso cerrara la conversación.

—Esa es una excusa patética —lo interrumpió V, con los ojos brillando de frustración—. Ella confía en ti, aunque no lo demuestre. Y tú… —V hizo una pausa, dando un paso hacia él—. Tú la estás abandonando en este momento. No sé qué te pasa, pero este no es el Noe que solía estar siempre a su lado.

N la miró con dureza, sus ojos brillantes como el hielo bajo la tenue luz. V había tocado una fibra sensible. Por un momento, el silencio se hizo insoportable, y luego N suspiró, sabiendo que no podía seguir evadiendo su responsabilidad.

—Ya escuché —dijo finalmente, con resignación en su voz—. Iré con ella.

V no dijo más, satisfecha de haber logrado hacerle entender lo que estaba en juego. Se dio media vuelta y salió de la habitación, dejando que N enfrentara su propio conflicto.

Mientras N se preparaba para seguir a Uzi, una sensación de inquietud lo envolvió. No era solo la misión lo que lo preocupaba. Había algo más profundo y oscuro que lo estaba alejando de Uzi. Un temor que ni él mismo podía nombrar, pero que lo había mantenido distante.