★{ Un alma como la tuya }★💜NxUzi💛 MD.AU

23. Nuestro pacto

...

-Entonces prepárate, N. Porque la última herida que reciba... será de tu mano.

- Y así será -respondió la peli morada con frialdad.

Uzi avanzó lentamente hacia Cyn, sus ojos ardiendo con un brillo gélido y cruel. La expresión confiada de Cyn comenzaba a desmoronarse con cada paso que Uzi daba hacia ella.

-Por eso no puedo dejar que seas tú quien me quite la vida... -murmuró, su voz llena de veneno. Levantó el arma y la apuntó directamente al estómago de Cyn-. ¿De verdad pensaste que podías manipularme con lo que siempre he sabido?

Antes de que Cyn pudiera responder, Uzi apretó el gatillo. El disparo resonó en la sala, y Cyn cayó de rodillas, ahogando un gemido mientras apretaba sus manos ensangrentadas contra la herida. La seguridad que tanto la definía se desmoronó en un instante, dejándola quebrada y vulnerable ante Uzi y N.

-¡Esto no es el final! -gruñó con la voz entrecortada, cada vez más débil-. No tienes idea de lo que desatarás si me destruyes...

Uzi se inclinó ligeramente, observándola mientras se retorcía en el suelo, presionando su abdomen sangrante.

-No eres tan imponente ahora -dijo con una sonrisa cruel-, así que ahórrate las amenazas.

Cyn trató de levantar la mirada, pero el dolor la encorvaba, temblorosa. Uzi soltó una risa fría, deleitándose en su miseria.

-N - Dijo, sin apartar los ojos de Cyn-, es una orden. Acábala.

N se acercó a ella con una mirada oscura y feroz. Al sentir la intensidad de sus emociones, algo profundo y oscuro comenzó a surgir dentro de él. Su figura pareció distorsionarse levemente, y sombras oscuras se arremolinaron a su alrededor, dándole una apariencia demoníaca que, aunque inconsistente, era inquietante. Las sombras serpenteaban y se extendían como un aura maligna, una manifestación de la fuerza contenida que N había reprimido por tanto tiempo.

-Cyn, ya no tienes el control aquí. -La voz de N, grave y teñida con un tono sobrenatural, retumbó en la sala-. Tú nos trajiste a este punto... Ahora lidia con las consecuencias.

Por un instante, el rostro de N se perdió en las sombras que lo rodeaban, como si algo mucho más oscuro y poderoso lo estuviera consumiendo. Las sombras a su alrededor se movían como serpientes, apenas vislumbrándose entre destellos de ojos dorados que parecían mirar desde un abismo insondable.

Cyn, ahora realmente aterrada, intentó retroceder, sus manos manchadas de sangre temblando.

-¡No! -exclamó, la desesperación impregnando cada sílaba-. Esto no es posible... ¡Nada de esto debía pasar!

Uzi se inclinó hacia ella, disfrutando cada segundo de su miedo.

-¿Te sientes indefensa ahora, Cyn? -murmuró Uzi, su voz cargada de una satisfacción cruel-. Así fue como me hiciste sentir durante años. Hoy vas a pagar.

N avanzó, dejando que su oscuridad tomara el control por un instante más. Con una velocidad letal, atrapó a Cyn entre sus manos, sus ojos fríos y despiadados. Las sombras parecían cobrar vida, envolviéndolos mientras la última chispa de resistencia se apagaba en la mirada de Cyn.

-Idiota -escupió Uzi, sin rastro de compasión.

En ese momento, Azrael se lanzó hacia ella con furia incontrolable. Uzi, sin perder un segundo, levantó su arma y disparó. Las balas cortaron el aire, una tras otra, directas hacia su objetivo, pero Azrael no se detuvo ni un instante, avanzando sin tregua.