★{ Un alma como la tuya }★💜NxUzi💛 MD.AU

19. Paseo

Sí... Este si es capítulo de relleno...
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—Entonces... ¿Noe y la joven ama...? - preguntó Thad, sorprendido.

— Eso parece... Ya se estaban tardando. - respondió V.

— Concuerdo con Vania, los gritos de anoche solo terminaron de confirmar mis sospechas. - habló Darren mientras acomodaba su ropa.

— Realmente la pasaron bien.- dijo Thad, desviando la mirada, avergonzado. — Aunque me hubiera gustado no tener que escucharlo...

—A mí también. A nadie le gusta oír eso… —murmuró V, mirando a Thad de reojo.

Darren guardó silencio, observándolos a ambos antes de acercarse a la puerta de la cocina. Asomó la cabeza para revisar el pasillo.

—Será mejor que empecemos a trabajar ya… Si Noé nos escucha hablando de esto, nos mata. —Dijo mientras cerraba la puerta con cautela.

—Lo dudo mucho, seguro está con la joven ama. Probablemente no pase por aquí…

—Reza para que sea así —advirtió Darren, cruzándose de brazos—. Porque a mí vino a despertarme una hora antes de que saliera el sol.

—Entonces tuve suerte esta vez. Normalmente soy yo a quien despiertan primero, ya sabes, por ser la sirvienta… —comentó V, sonriendo con alivio mientras se acomodaba la falda.

〖 . . . 〗

—¡Buenos días, Uzi! —saludó N al abrir las cortinas de la habitación, como era su costumbre.

—N... —lo llamó ella, girándose hacia él—. Me duele todo.

—No es mi culpa —replicó él casi al instante, con un ligero tono de defensa.

—Es tu culpa —afirmó ella, frunciendo el ceño—. No sabes contenerte...

—Oh, disculpa. Anoche juraría que te escuchaba suplicandome.

Uzi entre cerró sus ojos, mirándolo con molestia antes de cubrir su rostro con las sábanas.

— ¡Jodete, idiota! - exclamó, presionando las sábanas contra su rostro.

— Te lo advertí. - dijo N, tomando las sábanas para jalarlas — Levántate.

— No... - respondió, dándole la espalda N.

Él solo suspiró, doblando las sábanas con cuidado y colocándolas ordenadamente sobre la cama. Ajustó sus guantes y se acercó al armario de Uzi, eligiendo un vestido corto que dejó sobre la colcha con delicadeza.

—Ven aquí —dijo con una leve sonrisa—, a menos que prefieras vestirte sola.

Uzi se incorporó, lanzándole una mirada irritada antes de levantarse y caminar hacia él con una mezcla de fastidio y resignación. Sin embargo, mientras N le ayudaba a ponerse el vestido, su expresión fue suavizándose, hasta que el rastro de la frustración quedó apenas como un eco en sus ojos.

—Necesito salir de aquí —murmuró ella después de un momento de silencio, como si la idea hubiera aparecido de repente y quisiera aferrarse a ella. N alzó una ceja, terminando de ajustar el lazo en la espalda del vestido.

—¿Salir? —preguntó, su tono una mezcla de sorpresa y preocupación—. Pensé que hoy estaríamos terminando de revisar las pistas.