Capítulo 19

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Miré con una sonrisa a Changbin, quien después de todo lo que ocurrió ahora se recuperaba lentamente y sobrellevaba su nueva carga como rey, mi rey,  Changbin había sido fuerte por mi, por ambos, pero pese a eso yo sabía que ambos no podíamos ser libres, habían cosas que no se podían cambiar, como nuestro amor prohibido.

— No todo el tiempo se obtiene lo que se quiere, Felix, aveces es mejor desistir

Había dicho Jisung, pero a mí me seguía pareciendo egoísta su lógica, porque mientras él vivía su aventura con Minho aun en escondidas, a nosotros nos impedía si quiera vernos y quizás mi dulce rey estará pensando que lo eh olvidado.

Abandoné la morada de Minho y decidí ir devuelta a mis padres, quizás mi destino no era ser un pintor, amante del príncipe, ese puesto ya había sido tomado y a mi solo me quedaba conformarme con ser solo el panadero humilde que rechaza propuestas.

Al entrar a la panadería todo se sentía igual que cuando me fui con la diferencia que ahora yo lo sentía todo más melancólico, en cada esquina me veía a mí y Changbin riendo de cualquier cosa o hablando profundamente sobre otras, papá me sonrió cuando me vio en la entrada.

—  ¡Mi muchacho!— me abrazó con fuerza y me sentí en paz después de tanto tiempo

— Hola padre— sonreí reteniendo las lagrimas, tenía tanto por lo que llorar

— Mi muchacho ¿que haces aquí? Pensé que estarías con Changbin — comentó asombrado

— Ahora es un rey, padre, tiene que dejar atrás lo nuestro—

Papá frunció el ceño y yo tomé asiento, estaba tan cansado por el largo viaje y por el cansancio que mi corazón cargaba.

— Creí que ustedes estaban en algo, Lixie ¿que cambió?—

Lo miré asombrado, el corazón me latía con fuerza en el pecho debido al miedo que todo se descubriera, que él lo supiera, quería que mis sentimientos estuvieran enterrados no que todos lo supieran con facilidad, no quería ser condenado.

— ¿Creíste que no me había dado cuenta, cariño? Tus ojos nunca mienten, hijo— las lágrimas escaparon para este punto y papá vino a abrazarme

— Todo se acabó, papá, él no puede amarme—

— Ya verás que regresará, estoy seguro que el rey es muy terco—

Yo negué, pero en el fondo ansiaba que eso fuera así, que mi rey viniera por mi una vez más y al fin ser felices.

En los ojos del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora