CHAPTER 6

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Entramos al aula y me dejé caer en el asiento, todavía con un poco de sueño. Mis amigos ya estaban en modo burla, como siempre.

—¿Qué onda con Karina, Heeseung? —preguntó Jake, riendo—. Te veo estresado, ¿no has logrado que se quede a pasar la noche?

Sunghoon asintió, sumándose a la broma. —Sí, bro, ¿qué estás esperando? Ya es hora de que le mandes un mensajito. Esa tensión que traes no es normal.

Me reí y me encogí de hombros. —Nah, solo ando ocupado. Pero cuando se da, se da. La cosa es buena, ya saben.

Jay se inclinó hacia mí, con una sonrisita pícara. —Vamos, cuéntanos, ¿cómo es Karina en la cama? Seguro tienes algo jugoso que compartir.

—¿Cómo es Karina? —solté riendo—. Les diré que es una diosa. No se queja y sabe disfrutar tanto como yo. Es un buen rato, créanme.

En eso, el profesor Park entró y nos mandó callar. —¡Silencio! Vamos a empezar, pongan atención —dijo, y nos callamos tratando de aguantar la risa.

Intenté concentrarme, pero la charla con mis amigos seguía rondando en mi cabeza. En medio de la clase, Jake me pasó un papelito, mirándolo confundido. Era de Taeri.

"¿Puedes hoy quedarte después de clase? Debemos terminar el proyecto".

Me sorprendió que Taeri me mandara eso; creí que no le agradaba y, además, siempre estaba tan tímida. La miré desde mi asiento, y ella solo tenía la cabeza baja como siempre.

Le respondí rápido en el papel: "Sí, claro, si puedo".

Jake le pasó el papel de vuelta, y cuando levantó la vista hacia mí, solo me miró y volvió a agachar la cabeza.

Jay, en su estilo habitual, lanzó otro comentario. —Recuerda no dejar a tus amigos por Karina, Heeseung. No queremos quedarnos fuera de la historia de tu "noche de pasión".

—Tranquilos, cuando pase algo, lo voy a contar. Me encanta Karina y, créanme, la estoy disfrutando al máximo —dije entre risas, disfrutando de la burla.

Mis amigos estallaron en carcajadas, y la clase se sintió más ligera, aunque el profe intentaba mantenernos enfocados.







Cuando al fin sonó la campana, sentí que me liberaban de la prisión. Mis amigos y yo nos levantamos, listos para salir, riendo y planeando qué hacer después. Pero justo cuando iba a cruzar la puerta, vi a Karina plantada frente a mí con esa sonrisa que siempre me hacía sonreír.

—Hey, Heeseung —dijo, acercándose un poco más—. ¿Tienes un momento?

Sin pensarlo, hice un gesto a mis amigos. —Oigan, nos vemos.

—¡Suerte con eso! —gritó Jake, riéndose mientras Sunghoon y Jay se burlaban, haciendo gestos de que "ya estás en problemas".

Karina me tomó de la mano y nos alejamos hacia un salón de clases vacío. Apenas estábamos solos, me miró con esa mirada coqueta y me besó. Fue un beso que encendió todo.

—Wow, eso sí fue un saludo —solté, riendo.

Ella se rió, disfrutando el momento. —Y eso no es nada.

Sin más, me acerqué a ella y la besé de nuevo, dejándonos llevar. La química entre nosotros era innegable y pronto estábamos en el escritorio, atrapados en un momento de pura locura. Los besos se convirtieron en caricias, y antes de darme cuenta, ya estábamos enredados en una pasión que me hizo perder la noción del tiempo.

Karina me miró con una mezcla de desafío y picardía. —¿Qué tal? ¿Mejor que lo que te imaginabas?

—Definitivamente —respondí, disfrutando de la confianza que compartíamos. No era el momento para lo romántico, solo estaba disfrutando el momento.

Cuando finalmente terminamos, ambos respirábamos pesadamente. Pero, de repente, la realidad me golpeó. Miré mi reloj y me di cuenta de que tenía que ir a la biblioteca.

"Mierda, tengo que irme", pensé, mientras una punzada de culpa me atravesaba.

—Espera, tengo que irme —dije, apurándome mientras trataba de recomponerme—. Tengo cosas que hacer.

Karina sonrió, entendiendo sin más. —Está bien, nos vemos después.

Salí del salón, sintiendo la adrenalina correr por mis venas. Mientras caminaba hacia la biblioteca, no podía evitar pensar en lo que acababa de pasar.

"Mierda, Taeri me está esperando en la biblioteca", reflexioné, tratando de cambiar mi enfoque.

Al llegar a la biblioteca, vi a Taeri ya sentada en una mesa, concentrada en sus notas. Me acerqué, sintiéndome un poco mal por la espera.

—Hey, perdón por llegar tarde —le dije, sentándome frente a ella—. Estaba... ocupado.

Ella levantó la vista sin mucha expresión y asintió levemente. —Está bien —respondió en voz baja, volviendo la mirada a sus apuntes.

Comenzamos a trabajar, pero noté que, de vez en cuando, su mirada se desviaba hacia mi cuello. En un momento, vi cómo sus ojos se detuvieron un segundo más de lo normal, y me di cuenta de que había visto la marca que Karina me dejó. Me moví un poco, tratando de cubrirla con el cuello de mi camisa.

—¿Pasa algo? —pregunté, intentando cortar la incomodidad.

Ella bajó la vista de nuevo. —No... solo que parece que tienes... un rasguño.

Me reí, intentando restarle importancia. —Ah, sí, nada importante —contesté rápido, enfocándome en el proyecto—. Bueno, ¿seguimos?

Trabajamos en silencio, con Taeri hablando solo cuando era necesario, siempre en susurros y evitando mirarme directamente.

—Oye, ¿por qué no sabía de ti antes? —le solté, curiosidad en la voz.

Ella se encogió de hombros, sin mirar. —No sé, supongo que no soy muy sociable.

—Ya veo... —dije, tratando de seguir la charla—. ¿Por qué no hablas mucho en clase? ¿Es que no te gusta?

Taeri solo me miró, y luego volvió a sus notas. Entonces, no pude evitar preguntar otra vez. —¿Por qué no dices nada?

Se quedó callada, y eso me hizo pensar que quizás la estaba incomodando.

—Hey, espera. No quiero ofenderte ni nada —le dije, tratando de sonar más suave—. Solo me da curiosidad, eso es todo. No tienes que decirme nada si no quieres.

A pesar de su seriedad, empecé a notar lo hermosa que era cuando la miraba de cerca. Sus rasgos eran sutiles, y había algo cautivador en su forma de ser tan reservada. Así que, aunque estaba claro que no iba a hablar mucho, decidí no rendirme y seguir intentando.

—Mira, no muerdo ni nada —le dije, intentando relajar el ambiente—. Si no tienes ganas de platicar, está bien.

𝙎𝘼𝙑𝙀 𝙈𝙀|| 𝙇𝙀𝙀 𝙃𝙀𝙀𝙎𝙀𝙐𝙉𝙂"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora