CHAPTER 14

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Cuando llegamos a la fiesta, estacioné el auto y pude notar cómo los ojos de Taeri se agrandaban al ver la cantidad de gente que había. Sonreí para tranquilizarla.

—Tranquila, no te voy a dejar sola —le dije con una sonrisa suave.

Ella asintió lentamente y preguntó. —¿Quién organizó esto?

—Unos amigos de Jake —respondí, recordando vagamente los nombres—. Creo que Soobin y otros chicos... No me acuerdo de todos, pero son universitarios.

Sus ojos se abrieron un poco más y yo añadí rápidamente. —Todo va a salir bien, confía en mí.

Bajé del auto y rodeé el vehículo para abrirle la puerta. Cuando ella bajó, tomé su mano para guiarla y sentí cómo se tensaba al instante.

—Es solo para que no te pierdas —le expliqué con una media sonrisa.

Taeri asintió, visiblemente más tranquila. Al entrar a la casa, muchas personas me saludaron, y vi cómo los ojos curiosos se posaban en nosotros. Miré alrededor y, finalmente, encontré a mis amigos en una esquina, riendo y bromeando. Justo en ese momento, Jungwon levantó la vista desde su conversación con Sunoo y dejó de reír, enfocándose en nosotros con una expresión que se volvió seria. Pude ver cómo apretaba el vaso en su mano, sus nudillos poniéndose blancos.

Jake fue el primero en saludarnos con una sonrisa amplia.

—¡Hey, Heeseung! ¡Taeri! —dijo, palmeándome el hombro y dándole una sonrisa amable a ella.

Los demás nos siguieron con saludos rápidos, y Ni-ki y Sunoo se presentaron amablemente a Taeri

Ni-ki, le extendió la mano a Taeri.

—Hola, soy Nishimura Riki, pero puedes llamarme Ni-ki —dijo con una sonrisa que mostraba sus dientes perfectos.

Taeri lo miró, algo titubeante, antes de tomarle la mano y asentir.

— Hola, soy Min Taeri.

Eso me hizo sonreír por dentro. No esperaba que se abriera tan rápido, aunque aún tenía esa sombra de timidez que la hacía ver adorable. Sunoo se presentó después, su tono siempre tan amable que parecía poner a todos a gusto.

—Y yo soy Kim Sunoo, es un gusto conocerte, Taeri.

—Gracias, igualmente —respondió ella, mirándolos a ambos con algo más de confianza.

Todo iba bien hasta que volví mi atención a Jungwon, que seguía mirándonos con el ceño fruncido.

—¿Y tú, Jungwon? ¿No vas a saludar? —pregunté, manteniendo mi tono lo más casual posible.

Él apretó los labios y luego forzó una sonrisa tensa.

—Hola —dijo, sin apartar la mirada.

La tensión entre Jungwon y yo era tan palpable que casi se podía cortar con un cuchillo. Todos lo notaban, excepto Taeri, que no tenía ni idea de lo que estaba pasando entre nosotros.

—Oye, Taeri, ¿quieres algo de tomar? —preguntó Jay con una sonrisa relajada.

Taeri bajó un poco la mirada, tímida como siempre.

—No, gracias. Yo no bebo —respondió, con esa voz suave que me hacía sonreír sin darme cuenta.

Ni-ki, con su energía de siempre, soltó. —No te preocupes, te traigo un refresco. Ahora vuelvo.

En eso, Jake apareció de la nada y me dio un leve codazo.

—Heeseung, ven un segundo. Tenemos que hablar.

Puse los ojos en blanco, un poco fastidiado.

—Jake, no puedo. No quiero dejar sola a Taeri.

Suspiró como si hubiera escuchado la excusa más tonta del mundo.

—Tranquilo, Taeri puede quedarse con Sunoo y los demás. Además, ya sabes que Sunoo viene a las fiestas solo a presumir sus outfits. Estará bien

Miré a Taeri y luego a Sunoo, que me lanzó una mirada tranquila y un gesto de "todo bien".

—Estará en buenas manos, hombre. No te preocupes —dijo Sunoo con una sonrisa divertida.

—Vuelvo en un momento —le dije a Taeri, y ella me miró con esos ojos grandes antes de asentir. Me giré y seguí a Jake hasta la mesa de bebidas.

Jake me pasó una cerveza y levanté una ceja.

—¿Y bien? ¿De qué se trata esto? —le pregunté, tomando un sorbo.

—Te encontré una chica, bro. Te va a encantar —dijo, con una sonrisa que prometía problemas.

—¿Ah, sí? ¿Quién es? —respondí, más por curiosidad que por interés real.

Jake hizo un gesto hacia la entrada y mi mirada la siguió. Ahí estaba ella. Sakura. Tenía una piel bronceada que contrastaba con sus rasgos finos, cabello color miel que caía en ondas perfectas y una actitud que gritaba confianza. No podía negar que era atractiva.

Cuando Sakura llegó hasta nosotros, Jake la presentó con una sonrisa de triunfo.

—Sakura, él es Heeseung. Heeseung, ella es Sakura.

—Jake me habló mucho de ti —dijo ella, sonriendo con esa seguridad que hacía que cualquiera se pusiera un poco nervioso.

Tragué saliva y forcé una sonrisa.

—Espero que hayan sido cosas buenas —respondí, tratando de parecer relajado, aunque mi mente estaba en otra parte, pensando en Taeri.

Jake, satisfecho con su trabajo, se despidió. —Bueno, los dejo solos. Me voy.

Lo vi alejarse mientras intentaba poner en orden lo que sentía.

— Narrador

Taeri estaba sentada junto a Sunoo, quien conversaba de forma tan animada que hacía que todo su nerviosismo desapareciera. Sunoo tenía ese tipo de encanto que ponía a cualquiera a gusto. Con una sonrisa radiante, le hablaba sobre cómo había pasado horas buscando el outfit perfecto para esa noche.

—No tienes idea, Taeri. Probé como cinco combinaciones distintas hasta que di con esto —dijo, señalando su atuendo impecable. Taeri soltó una risa genuina, la primera en mucho tiempo en una situación tan social. Sunoo sonrió aún más al verla relajada.

De repente, Sunghoon apareció entre la multitud con expresión preocupada.

—Sunoo, necesito tu ayuda. Ni-ki está hecho un desastre, se pasó con las bebidas y anda todo ebrio —anunció, mirando alrededor como si buscara apoyo.

Sunoo frunció el ceño y asintió rápidamente.

—¿Dónde están los demás? —preguntó mientras se levantaba.

—No tengo idea. No los he visto desde hace rato —respondió Sunghoon con un suspiro.

Sunoo miró a Taeri, sus ojos reflejaban comprensión.

—Taeri, no te muevas de aquí, ¿sí? Voy a ayudar a Sunghoon a llevar a Ni-ki a una de las habitaciones para que descanse.

Taeri, aunque sentía una punzada de nervios al quedarse sola, asintió con una pequeña sonrisa.

—Está bien, no te preocupes —respondió, tratando de sonar más segura de lo que se sentía.

Observó cómo ambos se alejaban entre la gente, y de repente la sensación de soledad la golpeó. Miró a su alrededor, a las caras desconocidas que reían y conversaban, y un pensamiento cruzó por su mente: ¿Dónde está Heeseung? Había pasado un buen rato desde que se había ido con Jake, y la inquietud comenzaba a crecer en su pecho.

𝙎𝘼𝙑𝙀 𝙈𝙀|| 𝙇𝙀𝙀 𝙃𝙀𝙀𝙎𝙀𝙐𝙉𝙂"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora