IMPERIO (L.S.)

XIII. Amigo, Hermano

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Rivalizando con las fogatas y casi tan altas como estas, hay enormes pilas con todo el botín obtenido de la victoria.

Desde pieles de animales, armas y hasta seres humanos. Los omegas y betas que pasarán a formar parte de la tribu vencedora o a ser vendidos como esclavos.

Una vez que Louis puede apartarse un momento de su hermano, se acerca hasta donde algunos de sus hombres, que lo han llamado. Estos rodean celosamente un montón, parece que están cuidándolo.

—Louis.

Liam se acerca con timidez y bajando sus enormes ojos de cachorro haciendo una leve reverencia. Hay tierra y sangre cubriendo algunas partes de su rostro, pero por lo demás esta ileso.

Louis le da una palmada agradecida en el hombro. No lo dice, pero se alegra de que su amigo esté bien.

Liam esboza una leve sonrisa ante su gesto.

—Toma. —Ofrece el alfa. —He tomado la mejor espada que encontramos y la he guardado para ti. —Dice y le entrega el arma con devoción.

El alfa ojimarron también señala el montón de cosas que están custodiando.

—Es todo el botín que logramos reunir. —Informa —Tu hermano ha tomado la otra parte. Se ha quedado con los omegas y la mayor parte de las armas y pieles.

Louis asiente satisfecho.

Su hermano más que nadie merece la mayor parte. Él solo quería recuperar a su esposo, y Luke ha sido muy generoso, cumpliendo su promesa de ayudarlo.

El castaño señala el montón delante de ellos.

—Tomaré una décima parte, repartan el botín entre ustedes —Dice con firmeza. Liam asiente confundido por tal desprendimiento, pero Louis aún no ha terminado. —Y no se olviden de darle su parte a las familias de los que han muerto hoy. —Ordena finalmente.

No habían tenido tantas bajas considerables, pero aún así, ahora habrían viudas y huérfanos al volver.

Los hombres lo miran agradecidos.

—Liam. —Llama al alfa antes de que se marche. —Esto es para ti.

Le entrega la espada que le ha dado antes, su amigo había peleado con fiereza y lealtad, siempre manteniéndose a su lado.

—Gracias Louis. —Dice complacido. Luego se dirige a los demás compañeros y proclama en voz alta:

—¡Nuestro hermano Louis es generoso! Y nos ha cedido una parte de su botín, pero también dice que no hay que olvidar a nuestros hermanos caídos.

Los compañeros sonríen agradecidos y gritan hurras en su nombre.

Louis se da la vuelta para marcharse, en el camino se topa con la mirada de Darío, el Ko de sangre de su hermano.

El Alfa lo mira con los ojos fríos y algo más, pero rápidamente desvía la vista. Le resta importancia y regresa hasta donde están celebrando los jinetes de sangre. Busca a su omega con la vista hasta encontrarlo.

Harry permanece sentado en su lugar asignado, mirando firmemente la gran fogata, al otro extremo del grupo, nadie se acerca, así que Louis puede estar tranquilo.

Se sienta junto a su hermano.

Luke sigue bebiendo contento. Louis aprovecha el momento para hablarle.

—Quiero agradecerte hermano. —Dice sincero. —Sin tu ayuda no habría logrado recuperar a mi omega.

Luke hace un gesto con las manos restando importancia.