Cuando estaba sin tí

28.- Solo...

Dos Horas Después.
Nueva York
Manhattan
Hospital
Denisse camina algo pérdida en sus pensamientos.

-¿Como esta doctora Lane?.

-Bien, muchas gracias-. Ve a algunos internos buscando algunos expedientes médicos. -¿Que es lo que hacen?.

-Ay doctora Lane. Solo estábamos

-Vayan a atender a sus pacientes, y no se vale cambiar, ni buscar-. Les arrebata los expedientes.

-Denisse-. Ella se queda helada y cuando voltea ve a Robert. -Hola, necesito tu ayuda. Como doctora.

-Yo-. Voltea y ve a los internos observando. -Que rayos, ¡¿Se les perdió algo?! A trabajar.

-Si doctora-. Todos corren

-Si quieres te puedo mandar con un colega para

-Quiero que seas tú. Porfavor.

-Robert encontraste a...-. Liz ve a Denisse y de inmediato siente un escalofríos al verla ya que la recuerda.

-Es la doctora de la otra vez.

-Robert y ellos-. Los recuerda

-Me estan acompañando, ¿Ayudame por favor?.

Unos Minutos Después
Fuera del consultorio.
-Si es la doctora de la otra vez ¿Verdad cuñado? La que nos atendió el día.

-Si lo es, yo no olvidó un rostro.

-Entonces si era ella. Y era la mujer de la que Robert nos habló.

-Es muy bonita, ¿No creen?-. Dijo Miguel. -Yo no recuerdo si la e visto, dicen que yo fuí un milagro y muchos doctores pasaron por mi cuarto.

-¿Crees que tarde?.

-La enfermera que le ayudo no tenía lo necesario para saturar la herida, así que improviso. Yo creo que va a tardar un poco.

-Bueno, en lo que terminan ven Liz acompáñame por un café.

-Claro.

-Yo los espero aquí.

-¿Te traemos algo?.

-Uh unas galletas, tengo hambre, no desayuné e iba a comprar comida.

Dentro.
Denisse termina de saturar bien la herida.

-Apesar de que la enfermera no tenía los materiales lo hizo bien, aunque te pudo infectar la herida al coserte con hilo de tela-. Pone un pequeño parche.

-Le hecho alcohol antes de hacer eso.

-No hubiera sido suficiente. Pff si te hubieran golpeado un poco más arriba te hubieran tenido que rapar un poco-. Deja las cosas en su escritorio y se quita su gorro y cubrebocas.

-Menos mal fue en el cuello-. Se endereza. -Agh al fin, puedes hacerme la receta médica. Atenea sabe como estamos ahora, así que, sí me va a creer que vine al hospital.

Ella se quita los guantes.
-Que bueno que ya estés bien-. Empieza a escribir. -Estás bien, solo lo hagas tantos esfuerzos e intenta no moverte brusco. Aunque supongo que Pablo te curará herida. De todas formas te recetaré algo para el dolor.

-Gracias-. Ve como arranca la receta y él se acerca a ella acorralandola en su escritorio. -¿Estas bien?.

-Si-. Apenas logro responder. -Ah yo, ten es tu receta. Recuerda que tu seguro médico cubre los medicamentos-. Él la toma.

-Oye, yo se que no tienes que saber, pero yo, no sé te quiero decir, que estoy, saliendo con

-Junn, lo sé.