ᑕᗩᑭITᑌᒪO 9

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La tarde en el parque era hermosa. El sol brillaba bajo, manteniendo un poco de calor en el aire. Las puntas de las hojas comenzaban a cambiar, dejando saber a todos que el otoño se estaba aproximando.

-Quiero preguntarte algo –dijo mientras lo miraba. Tome el ultimo mordisco de mi perro caliente y limpie mi boca.

-Adelante.

-Estuve pensando en nuestra reciente salida, y me pregunte si ¿estarías interesada en ser...? -Se detuvo.

-¿Ser? –Le hice señas para que continuara.

Aclaro su garganta y tomo una intensa respiración. -¿Estarías interesada en ser mi acompañante?

Entrecerré los ojos. -¿Qué? No entiendo –suspiro pesadamente al comprender que yo no entendía lo que estaba tratando de decir.

-¿Estarías interesada en ser una persona que me acompañe a ciertas actividades, sin compromiso, y te pagaría, por supuesto? –Estaba en medio de beber agua cuando la escupí.

-¿Qué? ¿Te refieres a una acompañante o prostituta? –Le grite.

-¡NO! ¡NO! No me refería a eso, Alma –Trato de explicar-. Me refería como... como una amiga –Le sonreí suavemente porque sé cuanto le costo decirlo.

-¿Te refieres a salir como amigos, como Annie y yo? –Pasó sus manos por su cuello lujoso. Suavemente toque su brazo.

-Micky, si lo que querías era ser amigos, entonces todo lo que tenías que hacer era preguntar. De hecho, yo ya nos consideraba amigos, y no habría dinero involucrado, tampoco –Frunció los labios y una pequeña sonrisa se le escapo.

-Hay una beneficencia a la que tengo que ir mañana en la noche. Es un acto de caridad, y tengo que estar ahí para, ya sabes como son estas cosas..., ¿te gustaría ir?

Mordí mi labio mientras dulcemente le sonreía. –Me encantaría ir –Sonrió de vuelta mientras nos levantábamos de la mesa y empezábamos hacer nuestro camino fuera del parque.

-Te recogeré a las seis en punto –dijo mirando directamente adelante. Sonreí silenciosamente porque me sentía diferente cuando estaba con él. Me gustaba la sensación, pero también la odiaba, ya que sabia que nada podría pasar entre nosotros, y yo necesitaba ser extremadamente cuidadosa de que siguiéramos siendo amigos.

Justo mientras nos íbamos, escuche a alguien decir mi nombre.

 -¿Alma? –Mire a un lado y el tiempo se detuvo mientras veía a Alejandro caminar hacia mi. Micky dejo de caminar cuando lo hice yo y miro hacia mi, él sabia que algo andaba mal.

-Alma, ¿Cómo estas? –pregunto Alejandro en un tono confuso. Tome una respiración profunda.

-Estoy genial, ¿Cómo estas tú? –Me las arregle para sonreír.

Unos pasos atrás de él estaba parada una mujer con pelo negro azabache y tetas tan falsas, aposte que explotaría si las picara con mi dedo. Mire hacia ella mientras se cogía con los ojos a Micky.

-Estoy bien, ¿Y este? –pregunto, apuntando a Micky.

-Oh, lo siento; este es mi amigo Micky –El  extendió su mano, y ambos las estrecharon. Mi estomago se revolvió y quería vomitar tan desesperadamente.

-Alma, te ves bien –Sonrió mientras me miraba de arriba abajo.

Fingí una sonrisa mientras la pequeña Barbie plástica de Alejandro venia caminando y se presento a si misma.

-Hola, soy Ángela; ¿tú debes de ser la ex de Alejandro?

Rodé los ojos –Si, esa soy yo; su ex.

Ella no dejo de mirar a Micky y seducirlo con sus ojos. Me estaba poniendo incomoda. Prácticamente estaba salivando. Empuje a Ale a un lado.

-Domestica a tu perrita, Alejandro; te está avergonzando.

Él me miro y luego a ella. –Ángela vámonos.

Mire a Micky que sonreía incesantemente a mi.

-¿Qué?

-Nada, eres tan...-

-¿Tan que, Micky? –pregunte.

-Eres tan llena de vida, pongámoslo de esa forma –Se rio. Negué con la cabeza mientras dejábamos parque.

James tenia la Limo estacionada y estaba esperando por Micky. -¿Entraras? –pregunto El mientras apuntaba al auto.

-No, caminare –dije mientras empezaba a bajar por la calle.

-Alma entra al auto –demando. Sonreí porque me gustaba que me llamara Alma, lo cual era su modo de dejarme saber que éramos amigos. Mi espalda estaba hacia él mientras me alejaba caminando y saludaba.

-Adiós, Micky, nos vemos mañana.

Lo oí suspirar, y cerrar la puerta de auto. Camine la mayor parte del camino con la limosina de El siguiéndome. Finalmente, gire en la esquina y me detuve. Él bajo la ventanilla.

-¿Estás lista para entrar ahora? –Sonrió.

Rodé mis ojos y abrí la puerta. Le di una palmadita en el brazo y le dije que se moviera más. James me miraba a través del espejo retrovisor y estaba riéndose suavemente. Llegamos a mi apartamento, y mientras me bajaba de la limusina, Micky me sorprendió agarrando suavemente mi mano.

-Gracias por ir mañana.

Arrugue la nariz y sonreí. –Para eso están los amigos, ¿No?

Entre por la puerta y me apoye contra ella deslizándome hacia abajo hasta que toque el suelo. Ahueque la cara entre las manos y pensé en el fuego que se encendió en mi cuerpo cuando me toco.

 Estaba destinada a los problemas, y eso ya lo sabia.


Continuara...


𝍖𝍖𝍖 𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚝𝚞 𝍖𝍖𝍖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora