ᑕᗩᑭITᑌᒪO 14

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Caminamos dentro de mi apartamento. Micky cerro la puerta detrás de él. Tire mi bolso en la mesa y camine a la cocina para tomar una botella de vino.

-¿Está bien? –pregunto mientras me seguía de cerca.

Rasque mi cabeza. –Sí, estoy bien, ¿quieres un poco de vino?

-Ah, no realmente tengo que irme. Tengo una reunión con alguien.

Rodé mis ojos de espaldas a él porque estaba segura que su reunión tenía que ver con tener sexo. Abrí la botella, serví un poco en un vaso y me gire, poniendo una mano en su pecho.

-Gracias Micky, de verdad aprecio todo.

Puso su mano en mi rostro y gentilmente seco con su pulgar un par de lágrimas que había quedado. 

–Se que lo haces, y de nada.

Fuego se extendió por mi cuerpo calentando cada parte que dolía por él en este momento. Este era un lado de él que era sensible y gentil, un lado que quería conocer mejor. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, y las mariposas revolotearon alrededor cada vez que él me tocaba. Estaba vulnerable en este momento, y todo lo que podía pensar era en besarlo apasionadamente. Me contuve porque no quería arruinar nuestra amistad.

Le di una palmada en el pecho. –Si necesitas algo, lo que sea, por favor llámame –dijo mientras presionaba sus labios contra mi frente.

Cerré la puerta detrás de él y me senté con mi vino. Para alguien de mi edad, he experimentado a la muerte más veces de las que debería. Necesitaba llamar a Annie y decirle lo que estaba pasando. Mientras me levantaba y alcanzaba mi teléfono, hubo un golpe en la puerta. Me asome por la mirilla y vi a Micky parado allí.

-Oye, ¿Qué estás haciendo aquí?

Camino dentro. –Empaca un bolso; vas a quedarte en mi departamento esta noche.

Lo mire con un expresión de asombro. –No, no lo hare. Me quedare en casa.

Suspiro. –Alma, por una vez, sólo una, por favor haz lo que te digo.

-No soy una niña Micky, y francamente no puedes decirme qué hacer, ¿pensé que ya habíamos tenido esta conversación?

Camino hacia el rincón de la habitación donde estaba mi libreta y observo lo que estaba sin terminar de escribir.

 –Creo que no deberías estar sola esta noche después de las noticias que recibiste, y mi departamento tiene un cuarto para invitados. Voy a sentirme mejor sabiendo que no está sola.

Lucho con cada palabra que acaba de decir; ahora me di cuenta que él tenia un tiempo difícil con las emociones.

-Está bien Micky, dame un minuto. –Asintió, sin quitar en ningún momento su mirada de la libreta.

Tire un par de cosas en un bolso y camine hacia donde estaba él, de pie junto al caballete. –Esto es lo que estabas dibujando en el parque, ¿verdad? ¿La novia y el novio frente a la fuente?

-Sí, comencé a pintarla esa noche.

-Por lo que puedo ver, eres una artista talentosa.

-Gracias Sr. Gallego, ahora vámonos. –Sonrió y tomo mi bolso, estaba lleno de sorpresas hoy.

Su pent-house te quitaba el aliento, desde los suelos de mármol en el pasillo hasta las blancas paredes y grandes ventanales. La sala de estar tenia un hermoso sofá de color gris oscuro, una cuadrada mesa de madera en el centro y dos sillones de cuero, en gris suave. Largas cortinas colgaban desde el suelo hasta las ventanas del techo mientras que el hogar de mármol era el punto central de la habitación. Imágenes en blanco y negro colgaban verticalmente en las paredes en grupos de tres, con varias escenas de ciudades de alrededor del mundo. Él vino detrás de mi mientras observaba las imágenes.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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