La mañana siguiente me desperté con un mensaje de Annie diciendo que estaba en camino con café y muffins. Me levante de la cama tan pronto como ella estuvo lista para romper la puerta.
-Que mal amigas eres –soltó mientras pasaba por delante de mi para dejar el café y los pastelitos en la mesa.
-¿Qué hice? –Bostece.
-Espere toda la noche a que me llamaras y me contaras sobre tu día con Luis Miguel, pero nunca lo hiciste. –Hizo un puchero. Annie amaba eso, y el era algo natural. Una vez me contó que podría hacer que un chico haga lo que sea sólo haciendo esa cara.
-¿Cómo sabías sobre lo de ayer?
Bajo la mirada y tomo un sorbo de su café. –Alejandro me contó –dijo como si no fuera la gran cosa.
-¿QUÉ? –grite. Annie saco un muffin de la bolsa y me lo tendió.
-Me llamo y me dijo que los vio en el parque; quiso saber desde hacia cuanto tiempo se estaban viendo... y como podrías tu conocer a Luis Miguel . Podría decir que estaba celoso...
-¿Quién diablos se piensa que es? ¿Olvido que es él quien me dejo y comenzó a salir con una perra de plástico?
Se inclino sobre la mesa. –Le conté que Luis Miguel era tu endemoniadamente guapo nuevo ligue y tenia que superarlo.
Me agarre suavemente de su brazo. –No lo hiciste.
Annie levanto dos dedos. –Juro por Dios que lo hice.
Rodé los ojos mientras sostenía el café en mis manos. -¿Quién se cree que es?
Me miro en lo que se levantaba para tomar un cuchillo del cajón. –Es un idiota Alma, nada más.
Reí y me sobresalte por un golpe en la puerta. Mire extrañada a Annie y me levante para ver quien era. Observe por la mirilla y vi a una alta y atractiva mujer parada del otro lado. Abrí la puerta aun con el pijama puesto.
-¿Señorita Alma Solís? –pregunto la mujer.
-Sí, soy yo. –Ella se abrió paso a través de la puerta.
-Muy bien –dijo mientras le hacia señas a las otras tres mujeres con bolsas de ropa para que le siguieran por detrás.
-Ummm, ¿Qué está sucediendo? –Mire en dirección de Annie cuando se sentó en la mesa con la boca abierta.
-Señorita Solís, soy Camila, y nosotras somos de Sacks boutique. El señor Gallego nos envió para que usted elija un vestido para el evento de esta noche. Él la describió, así que nosotras elegimos aquellos vestidos de sentimos que le convenían.
-Santa mierda, Alma –dijo Annie.
Me quede allí mientras las mujeres desempacaban el contenido de bolsas, sacando los más hermosos y caros vestidos que había visto. Me probé cada uno sintiéndome como Cenicienta. Annie alzaba los pulgares con aquellos que le gustaban y la mujer alta aplaudía. El último que me supe era un Badgley Misha negro, sin tirantes y de encaje. Jadeé cuando Annie tenía una lágrima en su ojos en lo que tomaba mis manos y me miraba.
-Luces absolutamente impresionante, Alma.
-Es demasiado, no puedo aceptar esto o dejar que Micky lo haga por mi.
-ah, mira. Ya hasta le dices Micky- Dijo molestándome y me sonrojé.
Camila se acerco y me dio un par de tacos a tiras de Jimmy Choo. –Ponte esto, querida y deja que el hombre te compre un nuevo vestido; confía en mi, si él no pensase que valieras la pena, no habría hecho esto. –Mire a Annie y tome los zapatos de Camila.
ESTÁS LEYENDO
𝍖𝍖𝍖 𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚝𝚞 𝍖𝍖𝍖
Romance▱▰▱▰▱ Luis Miguel, emocionalmente muerto y dañado, derivado de una tragedia personal, hizo una promesa de nunca amar o enamorarse de una mujer hasta que Alma Solís entra en su vida por casualidad. ▱▰▱▰▱