Escapar

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Soy experta en huir de los problemas. Si fuera un deporte olímpico yo sería merecedora de muchas medallas de oro. Tendría unas piernas torneadas y una colección de zapatos gastados.

O sería una estratega, de primera categoría, una criminal. Pero no cualquiera, sino la más perseguida de todos los tiempos, el terror de la policía. Me buscaría la FBI y la CIA. Sería el motivo de sus insomnios, sus ataques de ansiedad, los regaños que reciben de sus superiores.

Sería un gran piloto, el más experto. Tendría un avión maravilloso, y volaría a cualquier sito cada día de mi vida. También podría ser un ave carroñera, ágil y que encuentra su felicidad entre las nubes. Solitaria, porque si se rodea todo se convierte en problemas.

O podría ser una hormiga rebelde, que se ha salido de la fila para ver qué había más allá de la cocina, y terminó perdida y muerta, porque no se daba cuenta de que si dejaba a su manada se convertía en un ser indefenso ante los peligros de lo que quería ver.

Pero al final del día, no soy nada de eso, soy una cobarde que huye de sus problemas, que quiere escapar de su entorno sin salir de él. No soy ni una hormiga, ni un ave, ni un piloto, ni un maratonista. Porque todos ellos son valientes, yo soy simplemente una persona paerdida que intenta evadir sus dificultades y ocultar sus miedos pero al final del día, susurra sus más oscuros secretos a la noche, mientras hunde su cabeza en la almohada con la esperanza de que cuando salga el sol, todo haya pasado. Lo que no sabe es que todo lo que deja atrás, sus responsabilidades y batallas de las que se escurrió están en su contra.

Que no te haga creer que es valiente sólo porque lo lleva en su nombre. Que no te haga creer que es feliz porque se tatuó una sonrisa en su rostro. Que no te haga creer que no te quiere porque a veces se reserve ciertas cosas.

Mi mente, mi desordenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora