Cosas que pasan

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Cosas que pasan (el capítulo más esperado)

Los nombres que aparecen aquí fueron cambiados porque no me apetece poner los reales, y punto.

Hoy, quiero decir algo que me tiene agobiada desde hace unos meses, algo difícil. Ese momento en el que te das cuenta de que no eres como pensabas ni como los otros pensaban. No sé si sepan por donde va la cosa, es ese momento en el que ves la luz y te planteas una pregunta que casi nunca se conforma con ser sólo eso.

¿De verdad soy hetero?

Lo que empezó como un "defiendo a los LGTB pero no me considero parte de ellos" o "me gustaría besar a una chica sólo para probar" terminó siendo un "¿soy lesbiana?". Hoy, quiero hablar de mi caso, de lo que me ha estado pasando desde hace unos meses y la montaña rusa de sensaciones nuevas que he tenido. Y me gustaría decirlo sin pudor alguno pero hay ciertas cosas que más conviene que se queden siendo muy íntimas.

Así que si están dispuestos a oír mi historia, pónganse cómodos porque lo voy a decir todo con detalle. Busquen cotufas, su mantita y chocolate caliente, que aquí va.

Todo comenzó desde muy pequeña, recuerdo que yo desde muy chica estaba consciente de que en el mundo las parejas no sólo eran hombre-mujer, pero que verlas diferentes era muy poco usual. Ya un poco más grande, me molestaban mucho las injusticias hacia los gays y por ende las personas homofóbicas. Siempre los defendía y me parecían simplemente iguales a los demás y merecedores de respeto.

En octubre-noviembre del año pasado tuve algo que podríamos llamar un novio. Nunca congeniamos porque los opuestos se atraen y nosotros éramos totalmente iguales, además antes de eso éramos amigos, y todavía lo somos...un poco (digamos que no nos odiamos). Los labios de ese chico y los míos nunca rozaron porque me daba una mezcla entre asco, vergüenza y miedo. Dicho chico estudia conmigo y me pidió ser su novia por una apuesta (de eso me enteré una semana después de haberle terminado) pero yo no le di mayor importancia porque de todos modos, yo también había aceptado por la misma razón (le iba a decir que no, estaba friendzoneado).

Él apostó la mitad de lo que yo aposté y ese fue mi motivo de arrechera, además yo perdí mi apuesta porque no duramos mi un mes y él ganó porque consiguió novia en menos de una semana. Pero lo que más me afectó sin duda fue el acoso y falta de tacto por parte de mis compañeros. Al sol de hoy nos preguntan si somos novios cuando estamos hablando pero ya no me afecta. Cuando estábamos "saliendo", e incluso después de terminar me decían cosas como: "¿ya se besaron?", "¿se dieron piquito?", "mira allá está Fulano, ve y dale un beso", "eres una necesitada", "Fulano me dijo que ese culo está bueno, pero que estás muy gorda". Además, (creo que) el chico corrió el rumor de que me había metido mano, una vez me preguntaron de que tamaño lo tiene y todo.

Después de ese mal trago vinieron las vacaciones de navidad y quise escapar de Caracas, de sus colas y su apuro y quise viajar a un lugar más tranquilo, relajarme y olvidarme de lo desastroso que había sido mi primer lapso en primer año. Porque, además tuve muchos problemas con varios profesores por algo que me hicieron por lo que podrían ir presos, si me lo piden hablaré más adelante de eso. Entonces a penas terminé todos los exámenes y trabajos (quedaban más días de clase y no teníamos exámenes de lapso) escapé con mi abuela a su casa en la pequeña capital de un estado muy grande y con muy pocos habitantes. Quizás se imaginarán cual es, pero prefiero no decir nombres.

Mi familia materna es muy religiosa y homófoba -familia de pueblo al fin-y curiosamente mi pregunta surgió un día que nos estaban dando un sermón sobre el tema y Pepita, que es una de mis dos primas, y yo no soportamos esa charla y salimos corriendo a un cuarto, nos encerramos y cuando fueron a buscarnos, saltamos en la cama y dijimos:

-¡No vamos a salir porque somos unas malditas lesbianas! Entiéndanlo.

Luego los padres de mi prima Pepita llegaron a buscarla para llevarla a su casa, porque estábamos en la de mi abuela (la charla nos la dio la mamá de Narcisa, la otra prima, y mi abuela) y mi tía -la que nos dio el sermón- le contó todo a mis otros tíos y empezó otra vez la retahíla. "Eso es antinatural porque no pueden tener hijos", "es malo porque va contra las leyes de Dios", "Dios hizo a la mujer y al hombre para que se complementaran", en fin, tantas cosas que nos decían para que no fuéramos "desviadas sexuales"...

No sé si a mi mamá no le dijeron porque sabían que era caso perdido o porque simplemente no estaba en ese momento, el hecho es que ella no se enteró. En ese momento, ellos con su desprecio hacia los LGTB sembraron en mí la semillita de la curiosidad, entonces pensé "que divertido sería besar a una mujer". Irónica la vida.

Con mi prima Pepita la pasaba muy bien, a ella la extraño mucho y me gustaría verla más seguido, nosotras tenemos gustos muy parecidos con respecto a casi todo, hablamos muy a menudo y nos contamos todo (bueno, yo le cuento todo y creo que ella hace lo mismo), somos como hermanas perdidas. Ella me entiende y yo la entiendo, no nos juzgamos ni nada por el estilo.

Esas vacaciones fueron inolvidables, Pepita y yo empezamos a interesarnos por las personas "diferentes" y esas cosas, pero yo no me consideré de ese grupo. A mediados de enero terminó mi preciado descanso y me devolví a mi ciudad con anhelos. Retomé mi curso de francés, mi actividad favorita y seguí interesándome e investigando sobre temas LGTB, pero por pura curiosidad.

Ahí fue cuando entraron a mi vida los sueños húmedos... de tijeras. Me levantaba casi siempre un poco perturbada pero muy excitada (sin pudor alguno, ¿lo dije o no lo dije?) y comencé a replantearme mi vida, la semilla había comenzado a germinar. Entonces en mi entorno resaltó Mengana, una vieja amiga con la que estaba afianzando lazos en ese período y el hecho es que me di cuenta de que empecé a sentir cosas nuevas por ella, cosas que nunca había sentido por un chico. Un día sin más en el colegio le confesé mis preferencias sólo a ella y varios días después le dije que me gustaba y se lo tomó muy bien las dos veces.

Hace unos días, estaba hablando con una amiga por chat y anteriormente le había comentado mi interés por el yuri y ella ya se lo imaginaba. Entonces, con ella no salí del clóset sino que lo descubrió por sí misma. La otra leyó un apartado de esto que llaman "libro" y también lo supuso.

Mis padres no lo saben aunque creo que mi papá se lo imagina porque un día de las vacaciones antes mencionadas, uno de los retos (que no tenía nada que ver con lo que descubrí luego) era llamar a uno de mis padres y decirles que era lesbiana. Mi mamá no lo sabe y no sé como se lo va a tomar, sé que me va a aceptar pero tengo miedo de como vaya a reaccionar en el momento. Mis hermanos son muy pequeños y supongo que les explicaré cuando crezcan un poco más. Lo que más me asusta son mis abuelos, pero creo que también me van a aceptar.

Papá, si lees esto (él sabe mi user pero no sé si tenga tiempo para leer esto) pues ya lo sabes, tu hija es una desviada, invertida, cachapera,tortillera, camionera, bollera o como le quieras llamar (un poco de humor negro no queda tan mal) y Mamá, si por casualidad te encuentras con esto (que lo dudo porque ella no es muy invasiva con mis cosas) pues también lo sabes. Si otra persona que me conoce personalmente lee esto pues ya sabes como me siento y desde lo más profundo de mi corazón te pido que no lo divulgues mucho (si, lo publico en una red social, pero con idea de anonimato) y si eres del colegio todavía menos, porque no sé si todos puedan entenderme. Y si tienes dudas sobre lo que he escrito sólo pregúntame, aunque no te garantizo que responderé porque en general no me gusta dar explicaciones de lo que hago, pero tú inténtalo.

Y otra cosa más, una aclaratoria: no me considero, por ahora, ni lesbiana ni bisexual, más bien me idetifico con antrosexual. Mi historia por ahora llega hasta aquí, pero no por mucho tiempo.

Mi mente, mi desordenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora