En las afueras de la ciudad, se erguía una imponente mansión que pertenecía a la temida banda de los Rojos. La edificación, con sus altos muros de ladrillo y ventanas opacas, emanaba un aire de misterio y peligro. En el interior, las paredes estaban adornadas con obras de arte extravagantes y lujosos muebles, que contrastaban con la atmósfera oscura que reinaba en el lugar.
En una de las salas principales, iluminada por candelabros de cristal, se encontraba Viktor Petrov, el líder de los Rojos. De complexión robusta y estatura imponente, Viktor tenía una presencia que intimidaba a quienes lo rodeaban. Su cabello rubio caía en mechones sobre sus hombros, y una leve barba delineaba su rostro, dándole un aire de sofisticación y peligro. Sus ojos, de un azul penetrante, brillaban con una malicia que hacía que cualquiera se sintiera pequeño ante él.
Mientras se acomodaba en su silla de cuero, rodeado de su círculo de confianza, Viktor escuchaba atentamente el informe sobre la situación en el puerto. Uno de sus hombres, un tipo delgado y nervioso, le relataba cómo Adam y Valeri habían logrado escapar, pero que Oliver había intervenido en la confrontación.
"¿Escaparon? ¡Increíble!", exclamó Viktor, riéndose maliciosamente mientras aplaudía con entusiasmo. "Esos chicos tienen más agallas de las que pensé. Interesante", dijo con un tono burlón, alzando una ceja.
Hablaba en un ruso profundo, salpicando sus frases con palabras en su lengua natal. "Эти дети не знают, с чем они имеют дело" (Estos niños no saben con qué se están metiendo), murmuró, con una sonrisa astuta en su rostro.
Su risa resonó en la sala, y sus hombres lo miraban con una mezcla de temor y admiración. "¿Por qué no los atrapamos antes?", preguntó uno de ellos, visiblemente incómodo. Viktor se inclinó hacia adelante, su mirada fija en el hombre.
"Porque subestimamos su ingenio, camarada", respondió Viktor, su voz baja y amenazante. "Pero no volverá a suceder. Los Rojos siempre aprenden de sus errores".
Mientras sus hombres murmuraban entre ellos, Viktor se levantó, caminando por la sala con pasos firmes. "Debemos actuar rápido. Si no, estos tres podrían convertirse en un verdadero problema. Veamos qué más pueden hacer. A veces, los que parecen débiles son los más peligrosos".
Con un gesto de su mano, hizo que todos se callaran y se acercaran. "Quiero que aumenten la vigilancia en toda la ciudad. Nadie debe saber de nuestros movimientos. Y si los ven, no duden en actuar. Я хочу их поймать" (Quiero atraparlos), sentenció, su voz resonando con autoridad.
"Sí, босс!" (¡Sí, jefe!), respondieron al unísono sus hombres, sintiendo el peso de la orden.
Viktor se quedó mirando por la ventana, la luna iluminando su rostro. "Quiero jugar con ellos un poco más. La caza es la parte más divertida", dijo, sonriendo con una maldad que helaba la sangre. "Моя игра только начинается" (Mi juego apenas comienza).
Con esa amenaza en el aire, el líder de los Rojos se preparó para la próxima jugada, sabiendo que la tensión entre él y los tres jóvenes solo estaba comenzando. Su risa maliciosa resonó en la mansión, mientras planeaba su próximo movimiento en este peligroso juego del gato y el ratón.
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Solos Tú y Yo
De TodoAdam, un chico de 19 años que vive con su abuela solamente tendra un camino muy interesante, con algunas lagunas oscuras.