Sos todo lo bueno, sos todo lo malo...|Guido Armido Sardelli (PAUSADA)

Capitulo 1

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Me encontraba sentada en el aeropuerto esperando a que mi novio me fuera a buscar ya que lo había ido a visitar  a Argentina, era la primera vez que iba y estaba bastante asustada porque nunca había salido de Uruguay hasta ese momento en mis cortos 24 años.
Me encontraba sentada en uno de los bancos cerca de la salida del edificio, miré el reloj y ya pasaba media hora de que estaba esperando, ya daban las 21 pm, mi cuerpo se estaba poniendo tenso. Pasaban los minutos cada vez más, y el hecho de no ver a mi novio por ningún lado, me daba demasiada ansiedad ya que dijo que sería puntual.
Decidí mandarle un mensaje pero un numero que no tenía agendado, me había hablado por WhatsApp para mostrarme algo que quisiera no haber visto.

Mi novio, ahora ex, al cual amaba tanto y lo tenía desde hace dos años, me estaba engañando con otra chica. Quise excusarlo pensando que quizá fue accidente pero en el video se lo veía muy a gusto. Sentí mi corazón romperse en mil pedazos por segundo y mis ojos se llenaron de lágrimas mientras seguía viendo el video.

No le di más vueltas al asunto y dejé mi celular adentro de mi cartera casi tirándolo. Traté de no llorar pero los pensamientos intrusivos me invadían, me hacían doler a más no poder, el alma.

-La concha de mi hermana.

Musité entre sollozos mientras me hacía bonita sobre la silla. Se que estaba en un lugar publico pero sinceramente no tenía a donde ir, ni pensándolo bien.

-¿Y ahora que hago?

Me pregunté intentando recobrar el aliento que mis lágrimas me habían arrebatado. No podía pasar la noche en el aeropuerto, no lo veía seguro, y tampoco veía seguro llamar a mis padrinos para decirles que volvía, seguramente se preocuparían.

Abrazada a mis piernas y sin saber que hacer, hundí mi cabeza entre ellas y volví a llorar, no podía no hacerlo, me sentía traicionada y muy humillada.

De repente siento que alguien se sienta a mí lado, no quería ver por si era Enzo, mi ex. Además no quería que me viera en ese estado de vulnerabilidad.

-Hey ¿Estás bien?..

Preguntó la voz de un chico que no me sonaba. Dejé de llorar por inercia y lentamente saqué mi cara de mis piernas y lo miré. Era un chico rubio de pelo medianamente largo, con el pelo atado y se notaba que tenía rizos. Me miraba algo preocupado, aunque no lo notaba demasiado porque tenía puestos unos lentes negros. Me sonaba de algún lado, pero en ese momento no me daban las neuronas para pensar de dónde. Negué lentamente.

-No, no estoy bien, pero no importa.

Logré decir con la voz levemente quebrada.

-Claro que importa boluda, mira como estás.

Dijo el rubio quien ahora se sacó los lentes para mirarme bien. No sabía ni me imaginaba como estaba pero seguramente parecía cualquier cosa, con la nariz roja, los cachetes mojados, los ojos hinchados y con los labios hechos puchero.

-¿Qué pasó Guido?

Preguntó otro chico acompañado de otro atras de él, se acercaron mirándonos a los dos, aunque el que preguntó detuvo sus ojo en mi. También lo conocía de algún lado, pero no sabía exactamente de dónde. Medio se agachó en frente mío con preocupación.

-Ey ¿Estás bien?¿Necesitas algo?

Sabía que necesitaba pero no se lo iba a pedir o a decirle a ellos, no daba porque no los conocía.

-Necesito...necesito...

Fue lo único que logré decir antes de desmayarme en mi lugar. Estaba muy alterada, y creo que el haber llorado demasiado me había hinchado tanto el cerebro que lo menos que pude hacer fue perder el conocimiento y no se cuanto tiempo pasó porque cuando me desperté estaba en una habitación de hotel. Me senté sobre la cama, extrañada y miré a todos lados.