Capítulo 23 Luisita Gómez, ¿Quiéres casarte conmigo?

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Luisita se encontraba en el asturiano sirviendo una rica tortilla de patatas ayudada por su sobrina Alicia de pronto su teléfono sono.

-¿si?

-Hola mamá

-Lino cariño ¿tú llamando a estas horas? ¿Cómo estás?

-Muy preocupado necesito que vengas a casa Ya , mamá Amelia se acaba de desmayar no responde.

Luisita sintió una presión en el pecho,por un momento creyo estar soñando , respiro y pregunto a su hijo.

-¿Qué me decias cariño?

-Que mamá no reacciona. Ven  sube a casa por favor

-Vale si ahora mismo

Luisita se quito el mantel y corrío todo lo que su edad le permitia hacia su casa.

-Alicia tengo que irme

-¿Pasa algo tía? - pregunto preocupada la jóven

-Amelia se ha desmayado y no reacciona, yo es que si la pierdo me muero.

Alicia igual de angustiada que su tía apresuro a entregar  la orden

-Tía espera te acompaño

-No Alicia quédate en el asturiano por si se ofrece algo , además Lino esta conmigo yo te aviso cualquier cosa.

-Esta bien con cuidado tía.

Luisita llego en tiempo record al piso llorando , y muerta de angustia por Amelia , su Amelia deseando con todas sus fuerzas que aquello no fuese cierto.

Con su mano aún temblando abrió la puerta de su piso donde encontro a una Amelia sonriente acompañada de su hijo quien le sostenia de un brazo , de fondo una  mesa con rosas y velas.

Luisita se limpió las lágrimas  y se acerco a Amelia y a su hijo sin entender muy bien lo que pasaba.

-Amelia Ledesma, Marcelino Ledesma Gómez me explican YA que coño está pasando aquí. Que ya estoy vieja para sustos. - Pronuncio la rubia furiosa

-Cariño no te enfades , sé que hicimos mal en mentirte pero conociéndote  no habia otra forma de sacarte del bar.

-Amelia no estoy entendiendo nada.

-Tranquila mamá. Ahora te lo explica mamá Amelia yo me voy a ayudar a la prima Alicia. Suerte mamá- dijo el jóven al tiempo que besaba la mano de Amelia

-Gracias hijo.

-Nada que agradecer las dejo cenar tranquilas, te quiero mamá -  dijo antes de salir del piso no sin antes besarle la mejilla a Luisita.

-Amelia, explicame todo esto.

-Como tú  digas cariño, siéntate

Luisita hizo lo que su mujer le pidió mientras la rubia se sento Amelia se ocupo de servir las copas de vino.

-Lo siento si te hemos asustado mi vida.

-Ya tendrás una buena excusa

-Mi vida lo siento, pero llevo días, años queriendo preguntarte esto y hasta ahora no sabia como decirtelo. Por eso Lino me ayudo a idear este plan.

-Bastante malo por cierto. -menciono una Luisita aun más molesta

-Luisita

-No ni Luisita , ni cariño ni nada. ¿Sabes la angustia que pase cuando me llamo Lino y me dijo que te habias desmayado? Casi salgo volando del bar , mientras subia por las escaleras sentia una opresión horrible en el pecho Amelia, si es por un instante creí que te habia perdido para siempre.

Amelia se río por el enfado de Luisita.

-No te rías Amelia.

-Perdona cariño , es que me acuerdo cuando te conoci te sigues enfadando igual , eres tan dulce y divertida.

Luisita parecio serenarse un poco.

-Bueno , ve el lado bueno , si me pongo así es porque te quiero con locura desde el primer día.

Amelia miró fijamente a Luisita.

Flasback 1978 Madrid

-He estado pensando , ¿y porqué no?

-Por qué no que Luisita

-Que porque no tenemos hijos.

-Amelia, ¿me estás escuchando?

La antes mencionada salió de sus recuerdos para retomar el verdadero propósito de esa tarde.

-Si cariño, claro que te escucho, lo siento dime que tengo que hacer para que me perdones

-Pues para empezar dejar de darme estos sustos, que ya no somos tan jóvenes Amelia ,  por no mencionar que empezaba a imaginarme una vida sin ti y no encontraba sentido.

-¿sabes una cosa? A mi me pasa lo mismo , solo con imaginar el hecho de perderte Luisita se me parte el alma, aunque tú y yo nunca pudimos casarnos nunca te sigo queriendo igual o más que el primer día.
Por eso he pensado mucho y lo he hablado con Lino, y eso me ha llevado a hacer lo que hice .

-No te entiendo Amelia.

-Luisita llevamos más de cuarenta años juntas, tenemos un hijo precioso , y sé que nunca hemos necesitado de un papel que de validez a lo nuestro, hemos pasado por muchas cosas juntas cariño, el vivir un amor prohibido. , el  desafiar lo establecido , los obstáculos  las peleas lo único que hace es que te quiera aún más. Por eso Luisita Gómez ¿Quiéres casarte conmigo?

Luisita miro con sorpresa a su mujer.

-Amelia, yo

-Si ya sé cariño que esta pregunta si que llega un poco tarde y te pido perdón por eso , pero no se Lino me lo ha sugerido y no me ha parecido tan mala idea la verdad, sabes que yo siempre quisé casarme contigo pero no podiamos, luchamos tanto para esto Luisita que no sé  creo que merecemos disfrutar un poco de los resultados de nuestra lucha.
Claro Luisi si tú ha así lo quieres.

Luisita comenzó a llorar

-Luisita, cariño ¿Qué te pasa? Acaso no quie...

-No es eso Amelia, es que llevo soñando con este momento desde que éramos jóvenes , cuando legalizarón la unión entre parejas del mismo sexo deseaba tanto que me pidieras ser tuesposa legalmente , pero nunca lo hiciste la verdad si soy honesta ya habia perdido la esperanzas.

Amelia sonrió por la confesión de su mujer.

-Bueno ya sabes que soy algo distraida cariño, pero créeme que nunca ha sido por falta de ganas

-Ya .

-Entonces , Luisita Gómez , ¿Aceptas convertirte en mi esposa legalmente?

-Claro que si Amelia, mi Amelia será un gran honor firmar ese papel contigo.

Amelia puso un anillo en el dedo de su mujer, para luego mirarla a los ojos.

-Te quiero

-Y yo a ti

Ambas mujeres se besaron apasionadamente , sellando así su compromiso, un compromiso que llegabaaa treinta años tarde , pero que al fin llegaba, ¿valia la pena hacerlo después de tantos años ? Claro que si,  era lo justo después de tanto sufrimiento y lucha en un país donde un amor como el suyo estaba prohibido, ¿Qué más daba que tuvieran sesenta años? Su amor siempre se habia caracterizado por desafiar las normas, desafiar el tiempo, casarse a esta edad solo reafirmaba la fuerza  de ese amor , que nació hace mucho tiempo en medio de la plaza de los frutos, que creció a escondidas entre las paredes de su hogar,  un amor silencioso pero fuerte, tranquilo y apasionado.
Ese era el amor de Luisita y Amelia, fuerte, apasionado, verdadero, respetuoso , simplemente SINCERO, porque aún en el cuerpo de esas mujeres de sesenta años se esconde el deseo rebelde de gritar a los cuatro vientos un "TE QUIERO" a la persona amada.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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