Después de varios días ya estoy mejor de mi tobillo.
Hoy tenemos una cena de equipo así que tendría que dejar a Malak en el apartamento sola ya que tengo que llevarme a todos mis hombres.
— Hoy tengo una cena con mis compañeros de fútbol — digo.
— Vale — dice ella.
— Te quedarás sola ya que tengo que llevarme a todos los hombres — le digo.
— No te preocupes, ni que me fueran a secuestrar— dice ella.
— Vale vale, perdón. Pero no abras a nadie — le digo.
— Que si, ni que fuera una niña pequeña — dice un poco molesta.
— Vale, bueno ya me voy— digo.
—Adios— dice ella y cierro la puerta. La verdad es que suele ser un poco peligroso pero bueno, no creo que suceda algo en tan poco tiempo.
Después de subir en mi coche me voy hacia el restaurante donde habíamos quedado todos.
— Hola — digo yo.
— Bienvenido hermano — gritan todos y me siento al lado de mi mejor amigo Yassin.
— Qué tal estás hermano — le digo
— Bien allí vamos y tú — dice
— Bien gracias — le digo.
Al rato comienza la cena y estábamos hablando y pasándolo bien pero una parte de mi no se sentía bien.
Malak
Me apetecía algo de cenar y mientras lo preparaba llamé a mi madre para ver qué tal están.
Al terminar todo me despido de ella ya que me dijo que tenía que ir a ver si la cena estaba lista.
Pongo mi comida en la mesa y me pongo una serie. Al terminar lavo los platos y me voy a la habitación para tumbarme y dormir. Aún no tenía sueño así que me puse a ver la serie que estaba viendo pero al rato escucho como si alguien intentará entrar.
— Pero si Zakaria se acaba de ir hace un rato— digo en mi mente y decido levantarme para ir a mirar. Cuando me acerco a la puerta y miro por el pequeño agujero veo una persona con capucha y vestida de negro. Al ver eso me quedé en blanco, no sabía que hacer. Lo primero que se me ocurre es ir a por mi móvil y llamar a alguien. Me voy corriendo hacia la habitación y me encierro y cojo el móvil y llamo a Zakaria.
— Zakaria— le digo cuando responde.
— Pasa algo — me dice
— Hay alguien intentando entrar a la casa— y cuando digo eso escucho como la puerta se abre— ya ha entrado.
— Ahora voy, escóndete en algún lado — dice y cuelga.
Escucho pasos por todos lados hasta que llega un momento y escucho esos pasos acercándose. Cojo rápidamente la lámpara y me escondo detrás de la puerta. Cuando me escondo veo que el ladrón ha conseguido quitar el pestillo de la puerta y cuando la abre y mira hacia fuera y me da la espalda le doy en toda la cabeza con la lámpara y veo que el hombre se agarra la cabeza y se desmaya.
En ese momento me agarre de la cabeza y me senté en el suelo a su lado.
— ¿Y si lo he matado?¿ Y si me llevan a la cárcel? — digo en mi mente mientras se repiten las mismas preguntas en mi cabeza. Hasta que siento mis mejillas mojadas.
Zakaria
— Me tengo que ir — digo y me levanto lo más rápido posible y voy corriendo hacia el coche mientras mis hombres se suben a la furgoneta y vienen detrás mía. Como sabía yo que iba a ocurrir algo.
Al cabo de diez minutos llegamos y subo al apartamento lo más rápido posible y abro la puerta. Miro si alrededor y no hay nadie y voy hacia la habitación y al abrir la puerta veo a un hombre en el suelo y Malak en una esquina agarrándose la cabeza y llorando. Entran mis hombres y llaman a la policía mientras que yo me acerco a Malak.
— Estoy aquí — le digo pero noto su mirada perdida.
— ¿Lo e matado?¿Está muerto?— dice mirando a un punto fijo.
— Está vivo y tú no has hecho nada malo— le digo agarrándole de los hombros.
— Está muerto— vuelve a decir. Y en ese instante note que aún estaba en shock. Y lo único que se me ocurre es abrazarle y cuando le abrazo se pone a llorar.
— Yo no he hecho nada malo— dice.
— No has hecho nada malo, lo sé — le digo y sigue llorando. Nos quedamos así un rato hasta que se queda dormido. La cojo y la pongo encima de la cama y la tapo.
— Fue mi culpa, lo siento — le digo en un susurro.
Al rato llega la policía.
— Buenas noches caballero, nos han avisado de que ha entrado un ladrón en esta casa— dice uno de los policías.
— Si, mi mujer estaba aquí y cuando entró a la habitación ella le dio con una lámpara y está allí— le señaló al hombre que aún sigue sin despertar.
— Y donde está ahora su mujer— pregunta uno.
— La encontré sentada en una esquina y estaba en shock. Y ahora está dormida— le digo.
— Vale, muchas gracias y lo sentimos — dicen y entran unos paramédicos y ponen al hombre en una camilla y se van.
— Buenas noches caballero — dice.
— Buenas noches — les digo y se van.
No os voy a mentir. Me sentía muy mal por todo lo que ha sucedido. Si hubiera dejado a alguien en casa no hubiera pasado esto.
Mientras tanto entro a darme una ducha y voy al.vesridor de la habitación. Me pongo un pijama y me voy al salón y me tumbo mirando al techo. Me perdí en mis pensamientos hasta quedarme dormido.
Malak
Abrí los ojos poco a poco y miré hacia mi teléfono y eran las cinco y cuarenta de la mañana y ya quedaba un poco para el fajr. Me levanté y me fui al baño. Me duché e hice el wudu y volví a la habitación. Y al terminar me puse un khimar beige para rezar. Al terminar hice du3a y leí un poco de coran.
Al rato tocan la puerta de la habitación.
— Adelante — digo y entra Zakaria.
— Buenos días — dice el.
— Buenos días— le digo.
— Me puedes dejar la sujada para rezar por favor — dice.
— Si claro — le digo y le doy la sujada y se pone a rezar. Cuando termina coje el Corán que había dejado y comienza a recitar en alto.
— Allahumma barik que bonita voz tienes— le digo cuando termina.
— Gracias — dice mirando al suelo.— Si quieres recoge tus cosas para volver a casa—
— Vale, pero primero hago el desayuno — digo.
— No hace falta, saldremos a desayunar — dice.
— Vale, pues recojo un poco y nos vamos — le digo mientras me levanto.
Recojo un poquito la casa y pongo todas mis cosas en la maleta que traje y me pongo esto.
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