Capítulo IX. Traición.

1.1K 76 0
                                    

Después de la platica entre Riku y Shikamaru, se ideó un plan entre todos para que los dos chicos Anbu pudieran huir, tanto de la aldea de la Hoja como del líder de Anbu.
Ese par de chicos me daba ternura, pena y hasta lástima. Nadie debia de ser tratado de esa manera.
El medio día llegó y con ello el, halcón de la Hokage el cual corroboró su historia y así obtuve un poco de confianza en ellos.
Cansada de esperar, decidí seguir con la búsqueda de mis compañeros yo sola, pues Shikamaru había ordenado que nos quedasemos en el bosque, organizando todo para el escape.
Recogí todas mis cosas y me disponía a avanzar, pero una silueta ne detuvo en seco, obstruyendo mi huida.

- Sakura-chan, ¿a donde vas? - Hinata estaba justo en medio de mi camino - es peligroso que te vayas tu sola.

- Lo siento Hinata, pero ya no puedo quedarme más tiempo sin hacer nada - dije, dispuesta a hacerla a un lado para poder avanzar - tengo que seguir.

- Te entiendo - me sonrió y ladeo la cabeza - ¿Creés que pueda ir contigo? - con una mano cubrió su boca, y yo no comprendía lo que me pedía - quiero decir, con mi Byakugan será mucho más fácil encontrarlos y así no estarás sola.
Asentí. Dentro de mi ser, le agradecí profundamente que se preocupara por mi, pues eso la hacia una gran persona y una excelente amiga.

La esperé a que hiciera su mochila, mi amiga y yo acordamos dejar un mensaje para Shikamaru, y que esté no se preocupase con nuestra desaparición.
Con un poco de suerte, este no se daría cuenta tan rápido y nosotras ya estaríamos lejos para que no nos detuviera.
Ya era mas de media tarde y ni Hinata ni yo habíamos encontrado nada. Y luego vi algo.
Con prisa me acerqué a lo que parecía ser el pincel de Sai, sin duda alguna, era el pincel con el que mi compañero hacia sus inigualables Justus.
Alrededor de este, había marcas de batalla.

Allí fue donde los habian sometido, allí fué donde los secuestraron.

**************

Revisamos minuciosamente la zona, y localizamos el rastro de los atacantes de mis amigos. Ya era casi de noche y entre Hinata y yo ideariamos un plan de rescate. Pero desafortunadamente, escuchamos a alguien acercándose a nosotras.

- Hinata - le susurré, ella asintió, pues sabia lo que iba a decir - hay que cubrirnos.

Así ella a mis espaldas, y yo a las suyas, nos colocamos en posición de batalla, en espera de nuestros atacantes aparecieran.

- Oi, chicas, no son muy buenas en esto de los escapes, ¿cierto?

Shikamaru salió de entre los árboles, dándonos un susto a Hinata y a mi. No se porqué habrá gritado ella, pero para mi hubiera sido mejor que alguien mas nos hubiera atacado, antes de que mi compañero y jefe de la misión nos hubiese encontrado.

- No puedo imaginar lo que diría la Hokage si se enterara de lo que haz hecho, Sakura.

Sonreí, encogiéndome de hombros, pues a mi si que se me ocurría lo que diría, y lo que haría mi Shishou.

- Como sea, se que han encontrado pistas, y eso me agrada - se recargó en un árbol, y cerró sus ojos - no voy a negar que todo esto sigue siendo un fastidio.
- Shikamaru, hemos encontrado la guarida en donde tienen a Sasuke y a Sai - Hinata estaba dándole la información que habíamos recaudado - pero no reconozco a los demás. Al parecer tienen su Chakra envuelto en una especie de capa que no me deja entrar, al parecer es algo magnético.

- ¿Sabes cuántos de ellos hay?
- Son al menos doce, hay tres en la entrada y los demás están distribuidos por un pasillo.

Shikamaru meditó la situación, y a mi parecer elaboraba un plan.

- ¿Algo más que te parezca extraño?
- Si, después del pasillo, hay una habitación, pero de igual manera que ellos, esta cubierta de ese campo magnético, y no se que pueda haber dentro.
- Lo sospeché. Escuchen, tendremos que esperar a que nos envíen refuerzos. Ya he enviado una carta. Lo de los Anbu me ha servido de excusa. Así que no tardarán. Por lo pronto nos quedamos aquí y vigilaremos toda la noche.

***************

Durante mi guardia, observaba la cueva en donde se encontraban Sai y Sasuke, no era muy grande y con el amanecer pasaria simplemente por una pequeña montaña, o una colina perfecta para un día de campo.
Noté algo de movimiento y me di cuenta que alguien salía de la guarida, y estaba acompañado por unos cuantos escoltas a su lado, pues de alguna manera, se notaba quien era el jefe. Avise a Shikamaru y a Hinata y decidimos que no podíamos dejar que este se fuera.

Lo seguimos y decidimos luchar, cuando estuvimos cerca, las shurikens comenzaron a volar por todas partes, al igual que los papeles bomba.

Shikamaru logró acabar su jutsu y tenía atrapados a los cuatro escoltas, pero debido al bullicio de la pelea. Nuestro objetivo había escapado.

- Rayos, creo que tendré que conformarme con estos cuatro - Bufó, ya que ninguno de los tres logro capturar al jefe - veamos que tenemos por aquí.

Se acercó al primer escolta, y le quito la máscara que llevaba puesta para descubrir a una chica, mucho más joven que cualquiera de los tres, con em cabello verde oscuro y ojos grandes y marrones. Era de complexión pequeña.

- ¿Cómo te llamas y a quién le sirves?

La chica dudó un momento, incluso parecía asustada, indefensa, y así aparentaba menos edad, dándole aire de una niña.

- Me llamo Sekki. Y sirvo a la noble casa de los...
- ¡¡No hables mas Sekki!!

Una voz masculina y muy familiar la interrumpió. Noté que Shikamaru también había reconocido aquella voz, por lo que quise descubrir quién era el dueño y me acerqué al escolta que había interrumpido a la chica.
Con mi mano quite la máscara negra que le cubria el rostro y una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo al ver el rostro de aquel chico que ayer por la mañana me había causado ternura y hoy había intentado matarme.

El dueño de la voz era Ruki.

El Anbu que nos había contado su tragica historia y que nos había traicionado.

*******************

Mientras tanto en Konoha.

Esa tarde la Hokage había terminado milagrosamente con los deberes en la oficina. Se sentía sumamente relajada, pues había sido un excelente día, sin ninguna mala noticia. Era bastante bueno. Incluso demasiado. No había recibido ningún mensaje de parte de los chicos que habían salido de misión de rescate de Sai y Sasuke.

Entonces ahí comenzó a preocuparse. Era inusual que Shikamaru no reportara los avances de la misión. Normalmente era un chico muy responsable y siempre mandaba a algun halcón con noticias. Su cuerpo perdia la sensación de relajación y volvía a tensarse.

- ¡Shizune! - La peli-castaña apareció rápidamente.

- ¿si, Lady Tsunade?

- Necesito que traigas inmediatamente a Naruto y a Lee. Los necesito para una misión muy importante.

*************************

Arigatou por leer, la verdad es que no encontraba la inspiración para escribir, pero ya esta saliendo. Siento que este cap va muy lento pero les prometo que en el siguiente todo estará mejor.

Si les gusta la historia, háganme saberlo, si no es así, creo que ya no subiré.

Da igual, si hay un solo voto o comentario sobre esta historia seguiré con ella.

Los quiero mucho y saludos. :)

Sayonara.
*********

Una Última Oportunidad.   (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora