𝐱𝐱𝐱𝐯𝐢𝐢𝐢. 𝐝𝐚𝐲 𝐚𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐞𝐚𝐜𝐡

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𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: ninguna

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𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: ninguna

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El sol brillaba intensamente sobre la playa, el sonido de las olas rompiendo en la orilla llenaba el aire. Tu grupo de amigos se había reunido para disfrutar del día.

Mirabas a tus amigos mientras se acomodaban en la arena. Tus pensamientos se llenaban de inseguridades. Llevabas un bikini nuevo, pero no podías evitar pensar que no se veía tan bien como las demás. Kit, tu amigo más cercano, estaba cerca, riendo con el grupo. Tenía esa manera de iluminar cualquier lugar con su sonrisa.

— Oye, ¿quieres un poco de protector solar? — preguntó uno de los chicos del grupo, rompiendo tu trance.

— Eh, sí, claro. Gracias — respondiste, tratando de sonreír.

Mientras aplicabas el protector en tu piel, Kit se acercó, su mirada enfocada en ti.

— ¿Estás bien? Te veo un poco... distraída — dijo él, con su voz suave y preocupada.

— Sí, solo... no sé, me siento un poco incómoda hoy — murmuraste, evitando su mirada.

Kit se sentó a tu lado, su mirada fija en tu.

— ¿Incomoda? ¿Por qué? Eres increíble. —Sus ojos brillaban con sinceridad — Te ves hermosa —

Sentiste un calor en tus mejillas, pero tu inseguridad seguía presente.

— Gracias, pero... no me siento como las demás. — miraste hacia la playa, viendo a tus amigos reír y jugar — Son tan perfectos —

— Escucha — dijo Kit, girando su cuerpo hacia ti — Todos tenemos cosas que nos hacen sentir inseguros. Pero tú tienes algo especial, algo que no pueden igualar —

Lo miraste, sorprendida.

— ¿De verdad lo crees? —

— Por supuesto. Tu risa, tu forma de ver el mundo... eres única. — Se inclinó un poco más cerca — Y además, hoy solo quiero verte feliz —

Esa declaración hizo que tu corazón latiera más rápido. Sonreíste tímidamente.

— Gracias, Kit. Eso significa mucho para mí —

Él sonrió de vuelta, y el aire entre ustedes se volvió más ligero. Luego, con un gesto juguetón, Kit te lanzó un poco de arena.

— ¡Hey! — exclamaste, riendo mientras te sacudías.

— ¿Ves? Eso es más como la tú que conozco — dijo él, riendo también.

La tarde continuó con juegos en la playa. Sin embargo, no podías dejar de sentir un nudo en tu estómago. Mientras todos jugaban al vóley, Kit se acercó a ti nuevamente.

— ¿Te gustaría dar un paseo? — sugirió.

— Sí, claro — respondiste, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.

Caminaron por la orilla, las olas tocando sus pies descalzos. Disfrutabas del momento, pero tu inseguridad aún persistía. Miraste a Kit, que estaba concentrado en la brisa del mar.

— Kit, ¿qué piensas de mí? — preguntaste de repente, el impulso de tu corazón superando tu razón.

Kit te miró, sorprendido.

— Pienso que eres increíble. Eres una amiga leal, siempre apoyando a los demás. — se detuvo, dándole toda su atención — Y eres mucho más hermosa de lo que te das cuenta —

Sentiste tu corazón latir más rápido. La mirada de Kit era tan intensa que podías sentir el calor en tu rostro.

— A veces dudo de mí misma. Veo a otras chicas y... — suspiraste, buscando las palabras — A veces me siento invisible —.

Kit dio un paso más cerca, su voz baja y sincera.

— Nunca podrías ser invisible para mí — se inclinó hacia ti, su mirada fija en tus ojos— Eres todo menos eso —

Sentiste que el mundo a tu alrededor se desvanecía, dejando solo a ustedes dos en ese instante. Antes de que pudieras decir algo más, Kit se inclinó y, con una suavidad que te robó el aliento, te besó.

El beso fue breve, pero lleno de emoción. Cuando se separaron, sentiste que el tiempo se había detenido. Tu corazón palpitaba con fuerza, y tu mente estaba en un torbellino de sensaciones.

— ¿Qué fue eso? — susurraste, sonrojada.

— Solo... quería que supieras lo que realmente pienso — respondió Kit, sonriendo con timidez — No deberías sentirte insegura. Eres perfecta tal como eres —

— Pero, ¿y si no soy como las demás? —preguntó, aún con dudas.

— No tienes que ser como las demás. — se rió suavemente — Eres tú, y eso es lo que más me gusta de ti —

En ese momento, decidiste dejar de lado tus inseguridades. Con una sonrisa, tomaste la mano de Kit.

— Gracias, Kit. Hoy ha sido un día especial, y tú lo has hecho aún mejor —

— Siempre estaré aquí para ti. — te miró con cariño — Ahora, ¿quieres volver a jugar con los demás? —

— Sí, pero antes...  —te detuviste, sintiendo una oleada de valentía — Quiero otro beso —

Kit sonrió ampliamente y se acercó de nuevo, esta vez el beso fue más largo, más profundo. Cuando se separaron, ambos estaban riendo.






 Cuando se separaron, ambos estaban riendo

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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; kit connor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora