𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; kit connor

𝐱𝐱. 𝐰𝐡𝐲 𝐦𝐞?

𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: ninguna

Me detuve frente al espejo de la habitación mirándome por unos segundos, toque mi estómago alisando el vestido mientras me paraba en diferentes ángulos aún mirándome, pase la mirada a mis brazos y después a mis piernas.

Hice una mueca mientras intentaba buscar una manera de que mi estómago fuera lo menos perceptible posible.

Solo quería que todo se fuera, me sentía tan fea en todo lo que llevaba, no importa como me vistiera.

Una lágrima brotó en mis ojos mientras me frustraba y me tumbaba en la cama.
Así es, lo más probable es que no saliera de ahí y ya no fuera a la fiesta.

-Oye, has- - Kit entró por la puerta y se detuvo una vez que me vio, ahí echa bolita sin parar de llorar. Sin decir nada se acerco a mi y me abrazó por la espalda.

-¿Qué pasa, cariño?- Preguntó

-No quiero ir- las palabras salieron con dificultad de mi boca por los sollozos que emitia

-¿Por qué?, hace unos minutos estabas muy emocionada por ver a los chicos-

-Solo mírame- me levante de la cama y me pare frente a él haciendo que me mirara - Mi estómago se ve horrible-

-¿De qué hablas?, claro que no- antes de que se acercara a mi volví a hablar

-Ni siquiera sé por qué todavía te gusto- vi su cara de decepción -Podrías tener a cualquier otra chica-

Él frunció el ceño mientras tomaba mi cara en sus manos.

-¿Por qué me elegiste a mí? Todas las chicas te quieren, y son lindas y en su lugar decidiste escoger a alguien gorda e insegura- suspiró antes de abrazarme.

-Porque te amo, lo sabes, ¿verdad?- preguntó

Me encogí de hombros, y uise golpearme por esa acción, ¿por qué pensaría lo contrario?

-Te quiero tanto que ni siquiera podía pensar en salir con alguien más- dijo suavemente mirándome directamente a los ojos.

-No tenemos que ir a esa fiesta, ¿quieres quedarte aquí y ver una película?- Preguntó. Asentí y sonreí débilmente hacia él.

-Ve a cambiarte, iré por helado y palomitas- volví a asentir.

Presionó un beso rápido a los labios antes de salir de la habitación. Rápidamente me cambié en algo más cómodo, definitivamente me sentí mucho más cómoda en eso.

Me senté en la cama y encendí el televisor para buscar una película esperando a que Kit volviera.

Cuando regresó con las manos llenas de lo que prometió que traería, me sonrió antes de poner las cosas en la mesita junto a la cama y sentarse a mi lado.

Me senté entre sus piernas, y cada dos minutos me daba besos en el cuello y susurraba cuánto me amaba.

-Eres tan bonita-

Realmente lo amaba.