¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: ninguna
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejaste el libro que estabas leyendo en la cama frustrada, incapaz de pensar en otra cosa que no fuera él.
Nerviosa y a la vez culpable porque ya no lo veías de la misma forma que antes y no eras capaz de decirle como te sentías realmente.
Porque al final era tu mejor amigo y temias arruinar la hermosa amistad que habían formado los últimos meses.
Habías hablado con Joe sobre lo que sucedía unos días atrás cuando notó que ignorabas a Kit, pero no era algo que realmente quisieras hacer solo seguías tu instinto.
Sin poder llegar a una conclusión te levantaste de la cama al mismo tiempo que la puerta de la habitación se abría.
Era él.
Eligieron una habitación en el hotel para ambos y por esa razón no lo podías evitar del todo.
Te quedaste ahí, sin moverte, sin saber que hacer hasta que salió un lindo "Hola" de sus labios.
Tu cuerpo se movió hasta él y no pensaste en nada hasta que sentiste tus labios moviéndose junto a los suyos.
Olvidaste todo, en ese momento solo sabías que estabas haciendo lo que querías desde hace semanas y en su olor a vainilla que inundaba tus fosas nasales, pero todos tus miedos e inseguridades regresaron cuando él te apartó.
— ¿Qué ocurre? — soltaste de repente con voz temblorosa, y te sentiste patética por preguntar eso, ¿qué ocurría? lo besaste cuando se suponía que nada de eso debía pasar.
— Uhm — Kit tomó tus manos antes de que te alejaras — Creo que yo debería preguntarte eso a ti —
Ya no podías negarlo ni inventar nada después de lo que hiciste, solamente tenías que decir la verdad.
— Yo... Kit... — dio un ligero apretón en tus manos antes de interrumpirme
—¿Te ayudo? — acarició tu mejilla con su pulgar
— Tengo... que hacerlo sola — hiciste una mueca — Me gustas ¿ok?, eres mi mejor amigo pero también te quiero como algo más y si me alejaste porque te molesto el beso, de verdad lo siento... —
— Oye, no me hagas callarte con un beso — te sonrió con ternura
— No sería mala idea — no pudiste evitar sonreír antes de que él te hiciera caso y volvieran a besarse
— ¿No interrumpo? — Joe asomó la cabeza por la puerta haciendo que te avergonzaras y escondieras tu rostro en el cuello de Kit
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.