Capítulo 58: ¡Huida y rescate! Parte 1

88 7 0
                                    

En la opulenta sala del trono, donde la luz del sol se filtraba a través de vitrales de colores, el rey elfo se acomodaba en su lujoso sofá, cubierto con la suave piel de una bestia mágica. Su mirada, arrogante y desinteresada, se perdía en la copa de vino que sostenía entre sus delicadas manos, un elixir rojo que reflejaba su ego desmesurado.

A su alrededor, las elfas de la guardia leoparda, ataviadas con armaduras ligeras que brillaban con un toque de dorado, se mantenían en una postura regia, sus ojos siempre atentos, pero evitando cualquier contacto visual directo con su rey.

El ambiente era de tranquilidad, interrumpido solo por el suave tintinear de las copas y el murmullo distante de la naturaleza elfica. De repente, la puerta del despacho se abrió de golpe, revelando a una elfa de cabello plateado, con el rostro pálido y la respiración entrecortada. Su presencia alteró la calma del lugar; era evidente que traía noticias urgentes.

—Su Majestad, — comentó la joven, su voz entrecortada por la prisa pero firme continuo hablando — Los humanos, su majestad, ¡han comenzado su avance hacia nuestro territorio!

Sus ojos brillaban con una mezcla de preocupación y determinación, y las elfas de la guardia intercambiaron miradas intranquilas.

El rey, sin apartar la vista de su copa, arqueó una ceja, claramente molesto.

—¿Es así? Ya veo... — Su tono era frío, como si el inminente peligro no fuera más que un trivial susurro. —Siempre han sido ruidosos. Creo que es hora de ponerles un alto temporal...De hecho cae como anillo al dedo. Traerme a esa niña prometedora.

***

En el corazón del bosque oscuro, donde los árboles se alzaban como sombras amenazantes y la luna derramaba su luz plateada sobre el suelo cubierto de hojas, Se encontraba Tsuare, quien se movía con gracia entre los troncos, su figura ágil casi danzando en la penumbra. Sus ojos rojos brillaban con un destello de diversión y desafío. A su alrededor, la noche era un lienzo de silencio roto solo por el susurro del viento.

—Te di la oportunidad de huir. Ahora abstente de las consecuencias que llevara esa decisión. – amenazo Tsuare sacando una daga.

La armadura blanca de Halisha resplandecía a la luz de la luna, el ambiente se sentía pesado al tener una vampira enfrente de ella diferente del resto.

Con su lanza en mano, observaba con cautela a su oponente, sintiendo la adrenalina fluir por sus venas. Sabía que Tsuare era poderosa, pero su determinación era aún más fuerte.

—[Bola de fuego] — Inicio Tsuare lanzando un hechizo de tercer nivel.

Halisha, con reflejos entrenados, esquivó a un lado. El hechizo estalló contra un árbol, llenando el aire con un crujido y un resplandor temporario en la noche.

—[Arte marcial: Vendal]

Activando un arte marcial Halisha se movió velozmente entre los arboles buscando una mejor oportunidad.

Justo cuando parecía que iba a clavarla, Tsuare se deslizó a un lado con una velocidad sobrehumana. Con un movimiento ágil, la vampira dio un leve golpe en la muñeca de Halisha, obligando a soltar la lanza de su agarre.

—[Arte marcial: fortaleza impenetrable] [Evasion] – Soltándose del agarre de Tsuare, Halisha se deslizo en el suelo esquivando una patada y recuperando su lanza en fugaces movimientos.

El arte marcial fortaleza impenetrable lo había activado en caso de recibir algún golpe, una decisión que pudo o no ser acertada teniendo en cuenta el desgate físico que conlleva activarlo.

—M-Monstruo. Eso es lo que eres. – expreso Halisha mientras jadeaba recuperándose de la agitada situación.

—No tengo comentarios al respecto – replico.

Overlord: Mundo oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora