Capítulo 49: Un gobernante, ¡magnífico!

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—¡¿Q-¿Q-Qué quieren de mi?! ¡Ohhhh! ¡Supongo que este será el final para esta inocente e incrédula planta...!Destruidme! ¡Este mundo realmente está desquiciado! ¡Hazlo! ¡Hazlo!

Se resignó, Pinison, quien había presenciado a primera fila la destrucción de lo que parecía ser lo más poderoso que conocía en su corta vida, desapareció enfrente de sus ojos en tan solo un instante.

Destruir al legendario Zy'ti Q'a no era tarea sencilla, ni un enemigo que se debe tomar a la ligera. Sin embargo, para Pinison, las reacciones de la criatura enfrente suya carecían de entender el peligro que representaba el árbol maligno, ¡Se negaba a aceptar que esto haya ocurrido así!

Sus súplicas cayeron en oídos sordos de los no muertos rodeándola en el interior de una rústica cabaña. Ojos desprovistos de cualquier vida yacían inertes en las cuencas de los caballeros de la muerte, estáticos, estatuas inmóviles. Únicamente con la tarea de vigilar cada movimiento de la druida.

—¡Por décima vez, dejadme ir! ¡Estoy al borde del límite de mi rango del árbol principal! ¡Moriré aquí de igual manera!

—¡Por décima vez, dejadme ir! ¡Estoy al borde del límite de mi rango del árbol principal! ¡Moriré aquí de igual manera!

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Intentó acudir a su lado blando, pero sin inmutarse las gigantes corazas permanecieron en su lugar. Podría escapar usando su sigilo, pero su entorno carece de muebles o algún objeto para ocultarse usando sus habilidades. El tiempo aquí le ha permitido liberar todas las etapas que conlleva experimentar un suceso traumático.

Shock, ira, conmoción, negación, resignación y, finalmente, aceptación.

En este momento estaba pasando por la penúltima etapa, en espera de la llegada de la calma en su ser.

Tal vez usar magia y escapar sería lo más útil, pero los números la superan a ella, e incluso, cabe la posibilidad de la falta de poder mágico ofensivo para siquiera hacerles algo a los guardias.

Comenzaba a perder algo de vitalidad, un piquete de dolor latente en su pecho le empezó a incomodar. Era la primera vez que sentía dolor, ese leve dolor lo ignoró al percatarse del cambio de posición de los caballeros de la muerte.

Algunos doblaron la rodilla hasta tocar el suelo. Otros agacharon la cabeza en señal de respeto, pero la dirección a la que lo hacían estaba vacío. De la nada, dentro de la habitación, Pinison sabía que esta era una oportunidad que solo se le presenta pocas veces...Escapar sigilosamente. Confiaba en sus habilidades de camuflaje una vez que esté en contacto con el entorno. Solo debe llegar al exterior y escapar.

—«Muy bien, aquí vamos. Adelante Pinison, tú puedes, eres fuerte, astuta e inteligente. Saldrás de aquí y huirás de estos dementes.»

Gateaba usando la cobertura de la proyección de la oscuridad de la habitación, cada paso le acercaba más a la puerta, al punto de únicamente enfocarse en su objetivo.

Tan cerca.

Otro exitoso paso.

—«Je, guardias inútiles...Je, je...!¿Huh?! ¿Qué es?»

Overlord: Mundo oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora