Capítulo 35: Caos.

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Recientemente el Hanzo que había sido enviado a investigar el Reino Dragonico entró en combate con algunos demi humanos y aventureros que pasaban por ahí.

Esto lo hizo con el fin de llevar información más detallada a su maestro. Había estado observando la pelea de los humanos contra los demi humanos y concluyó que ellos serían de utilidad para su maestro en el futuro, por lo que evitó matarlos.

Estaba encima de un árbol observando todo el Reino Dragonico, desde esta altura se podían ver explosiones a gran distancia, posiblemente una batalla entre humanos y demi humanos.

Ya había comprobado la fuerza de los hombre bestias, solo faltaba atestiguar la clase de poder que tienen los soldados y guardias más poderosos dentro del reino. Además de que su amo estaba muy interesado en investigar la reina dragonica, optó por dejar esto al final e investigar lo más fácil primero.

El Hanzo dio un salto hacia arriba, desapareciendo en la oscura noche.









—¡Por favor, Ainz sama, no vaya, podría ser peligroso! ¡Déjeme ir con usted! —Suplicaba Tsuare arrodillada.

—Sé que eres ágil y fuerte, pero para esta misión no te necesito. No tardaré ni 30 minutos, así que te pido que te calmes y te quedes aquí.

Ainz salió de la sala del trono dejando a Tsuare aún arrodillada.



Mientras caminaba por los pasillos iluminados por la luz de la luna, un espectro apareció de entre las paredes.

«Deberían de dejar de aparecer así...»

El espectro se acercó a Ainz.

Unos cuantos murmullos se escucharon.

—Ya veo. ¿Entonces, no sabes quien propuso la alianza?

El espectro negó con la cabeza.

—La Teocracia invitó al emperador, así que lo más probable es que fueran ellos. Bueno, esta noche les daré un golpe del que tardarán en recuperarse. Puedes retirarte, un hanzo ya tomó tu lugar, así que regresa al bosque de Tob.

El espectro asintió y cruzó una pared, desvaneciéndose.




Ainz continuó con su recorrido hasta llegar a la puerta en donde dos figuras lo esperaban en formación.

Al lado derecho estaba Cecily con la postura más regia que podía tener.

Mientras que a la izquierda estaba Hamsuke parado en dos patas.

—Ummm, Hamsuke, has trabajado duro estas semanas, bien hecho.

Hamsuke infló su pecho de orgullo ante las palabras de su amo, y movió su cola de alegría.

—Es un honor ser elogiada por usted, maestro ~gozaru.

Ainz asintió con la cabeza y volteó a mirar a Cecily, notando inmediatamente como ella contenía su respiración mientras todo su cuerpo temblaba descontroladamente.

Overlord: Mundo oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora