Overlord: Mundo oscuro

Capítulo 37: El concejal.

—¿Cómo me veo? —Preguntó Ainz a uno de sus sirvientes vampiro.

—¡Se me como un respectivo gobernante, Ainz sama!

Después de permitir que sus sirvientes vampiro lo vistieran, estaba listo para comenzar el día.

Sus lecciones de ser el gobernante perfecto y a la vez el dios de la muerte provenían del emperador y consejos de Ulbert.

Los informes del hanzo le hacían una idea de cómo actuar con un aire de gobernante confiado, a veces lo espiaba con magia de adivinación, pero no era tan seguido.

Después de recibir el informe por parte de Tsuare sobre las ventajas de la armadura decidió que cazar dragones y usar sus pieles sería una excelente fuente de materia prima.

En su anterior interrogatorio con Brokk, él había mencionado un segundo dragón habitando las montañas Azerlisia, lo hacía llamar Lord dragón de escarcha, había planeado numerosos usos que tendría ese dragón una vez que lo tuviera, por su título no se escuchaba demasiado fuerte. Si era como el dragón que enfrentó anteriormente entonces si seria un problema.

Consideró los pros y los contra antes de disponerse a entrar en conflicto con ese dragón, después de todo, en las montañas Azerlisia habita el lord dragón de oscuridad profunda, el cual posee uno de los 20 ítems mundiales.

Sin embargo, no tenía conocimiento de otros dragones a los que matar, según Brokk, el lord dragón de escarcha se consideraba extremadamente débil a estándares de YGGDRASIL, por lo que esto le daba una idea de su nivel, pero debía asegurarse él mismo.

Sabia de la existencia del consejo Agrannd y de sus 4 concejales, pero Ainz no era tan estúpido como para enfrentarse a 4 Lord dragones al mismo tiempo. Tacho a este país como extremadamente peligroso y no se acercaría al consejo Agrannd a menos que estuviese seguro de su victoria.

—Bien, lleven a Enri, Tsuare, Cecily y Hamsuke a la sala del trono. —Ordenó Ainz.

—Como ordene, Ainz sama. —Los vampiros hicieron una reverencia y salieron de la habitación.

En cuanto se cerraron las puertas, Ainz sacó la espada dragonica de su espacio de bolsillo.

—Maravillorsa espada, ¿qué pasaría si...? —Ainz realizó un corte diagonal.

La espada cortó el aire, pero después un extraño suceso ocurrió.

La trayectoria que realizó el filo de la espada comenzó a deformar el aire a un color violeta, como si estuviera formando un portal delgado.

Un corto tiempo transcurrió, hasta que el extraño suceso salió disparado hacia adelante cortando a la mitad una pared de la habitación como si fuera papel.

—¿Q-Qué demonios? —Ainz levantó la espada a la ventana, iluminándola con el sol.

La empuñadura brillaba de un intenso color morado.

De un momento a otro dejó de brillar.

—Esta espada cada vez me sorprende más y más...pero, ¿a qué se debe este poder? ¿Tendrá algo que ver los materiales del nuevo mundo con la herrería de YGGDRASIL? O tal vez...

Por el rabillo del ojo, Ainz divisó una figura sobrevolando el Reino Hechicero a gran altura.

—¿Qué rayos es eso? Parece una lagartija... —La visión amplificada de no muerto le permitía observar a gran distancia.