Sara...
Siempre eh pensado que el dolor era algo...mental como muchos dice, que todo es mental, que entre mas te comienzas a creer que "no existe", tu cerebro se encargara de desaparecer ese sentimiento intrusivo en tu ser. Pero, no había manera de que mi cerebro arrancara de manera literal el dolor tan abrumante de mi pecho, no había manera
Quería con todas mis fuerzas hacer algo para que esto se alivianara, que fuera más pasajero y no por mí, porque si de mi fuera, estaría tumbada en la cama todo el día llorando a mares (cosa que normalmente hacia), pero estaba formando una vida en mi vientre, y eso aunque me volvía fuerte para mantenerme y no dejarme derribar por la depresión porque sabia las consecuencias de ello, también me entristecía aún más debido a todos los recuerdos que invadían mi mente de Jacob hablándole a mi barriga plana, de sentir por las noches mi vientre frio al no tener el calor de su palma posado en ella de manera protectora
El dolor que me invadía era tanto que sabía que si no hacia algo, podría afectarle a mi bebé, pero sinceramente estaba a un punto que no tenía ganas de hacer nada, que por breves momentos me quedaba sumergida en mis pensamientos por horas, sin lucidez alguna, si se puede decir así.
Dolor...sufrimiento, agonía...
Han pasado semanas desde lo sucedido y no eh tenido noticias de nada, Ana es la que se ha hecho cargo de mí, pues como dije antes, había momentos en los que parecía que estaba en otro planeta, donde me desconectaba de tal manera que cuando volvía a ese momento de "lucidez", me encontraba en el jardín, duchada, vestida y con Ana a mi lado sosteniéndome de los hombros con gentileza
Emilio no paraba de buscar algún rastro de su hermano, tenía entendido que no había descansado ni un solo día, por más que su madre le dijera que debía de hacerlo, de cierta manera, él se sentía culpable por no estar presente y poder, aunque sea de una forma u otra proteger a su hermano
Mi madre y mi hermano, han venido en varias ocasiones, en especial mi madre, a veces podía notar su presencia en mis momentos donde estaba en otro planeta, pero había momentos que no, pero Ana me dice que ella a estado viniendo siempre que puede, pues mi hermano también ha estado algo estresado con toda esta situación y...verme de esta manera, Ya que para la mala suerte de ambos, cuando vino a visitarme yo me encontraba en esos momentos idos, lo cual lo destrozo y no ha vuelto a venir, se encargaba de ayudar a Emilio
Una parte de mi quería ayudar, pero otra quería seguir en mi habitación, encerrada del mundo, encerrada de mi realidad, una realidad que no estaba dispuesta a aceptar, que no estaba dispuesta a seguir adelante sin antes recuperar lo que es mío, a mi marido
-Sara, cariño, vino tu madre
La voz tranquila y amable de Ana pudo sacarme de mi trance, dándome cuenta de que como muchos días anteriores, estaba en el jardín, con un vestido floreado de vuelos y un abrigo de lana. Según Ana, la brisa y el sol son buenos para mí en este momento
-Hola cariño
Mi madre se acercó y sus labios fueron a mi frente, dándome un beso delicado
-¿Puedes escucharme? – asentí mirándola, una sonrisa se formó en sus labios para tomar asiento a mi lado, observando de reojo como Ana se iba adentro de la casa
-Has tenido esta última semana más momentos de lucidez cariño, ¿Cómo te sientes? – lo mire sin saber cómo responder concretamente – sé que no estas al cien por ciento, pero compáralo con los días anteriores
Eso hice, aunque el dolor seguía siendo casi una agonía en mi pecho y me derrumbara completamente por las noches, me sentía...más estable
-Bien...creo – mi madre dio una leve sonrisa – mamá, tu...
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SUBASTADA
Teen FictionSara Becker no es una chica normal, siempre la trataron mal eh incluso su familia la odia, decidida se muda a Alemania para comenzar una vida desde cero, una vida donde nadie la conocia, una vida donde podria escapar de su tormentoso pasado, pero no...