capitulo. 43

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A lo largo del pasillo, Gerald camina junto a Helga en silencio, ambos sumidos en sus propios pensamientos y emociones. Al llegar a la puerta del cuarto de Helga, ella abre lentamente, sin esperar nada en particular. Pero la sorpresa se revela de inmediato; la habitación está decorada con pequeños detalles, cintas, globos con colores vivos en especial el color rojo el color que a ella le gusta, como si alguien hubiera querido darle un espacio especial para recordarle que no está sola.

Helga da un paso hacia adentro, observando la decoración. Es entonces cuando una pequeña sonrisa, débil pero genuina, aparece en su rostro, una sonrisa diferente a las que Gerald recordaba. Él siente un alivio breve, al verla sonreír, pero esa alegría se mezcla con un peso en su pecho. Sin darse cuenta, ambos están tomados de la mano, y en el momento en que sus miradas bajan, notan ese detalle. Gerald, nervioso, intenta soltar su mano, pensando que quizá a ella no le guste; pero Helga, con una suave presión, lo impide.

Gerald: "Helga... yo..." empieza él, vacilante, mirando el suelo. "Quisiera poder expresar cuánto lamento... todo. Lamento la forma en que te traté, el daño que te hice y te he causado... Especialmente cuando te vi en aquel lugar, el reclusorio. No sabes lo que me dolió verte ahí, y... sé que no puedo deshacer nada de lo que pasó."___ sin dejar de acariciar su mano suave y tersa.

Helga guarda silencio, observándolo con una mirada que refleja años de tristeza, pero también de compasión. Las palabras de Gerald flotan en el aire, cargadas de remordimiento. Él siente que no merece ni siquiera estar en esa habitación, mucho menos sostener su mano, y al mirarla a los ojos, ve el dolor que él mismo ayudó a causar.

Gerald: "Sé que me odias, y no te culpo___ su voz se siente débil frágil el peso de las palabras que cada vez salen son como dagas que atraviesan su alma, con su voz temblorosa sus lagrican caen sin cesar._____ No sé cómo enfrentar todo lo que pasó, Helga... Todo lo que hicimos... todo lo que te hice. Y verte hundida en esa tristeza por mi culpa.

Helga, con suavidad, pone su otra mano sobre la de él, interrumpiéndolo con un susurro.

Helga: "Gerald... No tienes que decir nada más. Yo también tuve parte en esto... Nos hicimos daño, sí, pero también aprenderemos a sanar juntos. No tienes que llevar toda la culpa tú solo, ¿entiendes? Yo... Yo te amo, Gerald. Lo he hecho desde hace mucho tiempo pero no quería ver lo, ¿ por qué? estaba cegada por un recuerdo que lo único que hizo fue darme cuenta de lo patética que fui___ su ojos brillan por las lágrimas esas lágrimas amargas que tiene un gran peso y dolor en ellas.____  pero no fue así y no medi cuenta a tiempo de todo lo que hacías por mi, cuando vine a reaccionar ya era demasiado tarde. Y lo que pasó hace meses se que estabas resentido y enojado por averte  dejado solo cuando más me necesitabas. Pero ahora estás aqu y eso significa mucho para mí, y soy capaz de perdonarte. Porque lo que hemos vivido... lo que hemos sentido... sigue aquí."___ le toca el pecho al lado izquierdo donde esta el corazón, gerald. Toma la mano de helga sobre la de ella en su pecho, sin dejar de ver la sus miradas se conectan y dicen más que mil palabras.

Gerald la mira, y en sus ojos ve el mismo amor y dolor que él siente. Ambos están lastimados, y ambos han sido parte de esa herida. Pero en este instante, en el silencio de esa habitación, encuentran un pequeño consuelo en saber que, al final, ninguno de los dos ha estado realmente solo.

Los dos permanecen un momento así, sin soltar las manos, con miradas que expresan todo lo que no han podido decir. En la calidez de ese contacto, ambos sienten que la distancia entre ellos se disuelve, y que aún tienen una oportunidad de comenzar de nuevo.

Mientras permanecen de pie en el cuarto de Helga, el ambiente se llena de una quietud especial, casi sagrada. Gerald no puede dejar de mirarla, y ella, a su vez, lo observa con una mezcla de ternura y nostalgia, sus ojos entreabiertos, como si estuviera a punto de pronunciar algo que lleva mucho tiempo guardado. Sus manos, entrelazadas, se sienten cálidas, y el simple contacto es más de lo que ambos pensaban necesitar.

Gerald, sin soltarla, la guía con delicadeza hacia la cama. Ella lo sigue sin dudar, sintiendo la seguridad y calma que solo él le da. Se sientan, todavía de la mano, y un leve suspiro se escapa de los labios de Helga. El silencio entre ellos no es incómodo; es un silencio lleno de palabras no dichas, de sentimientos que están al borde de desbordarse, pero que ninguno sabe cómo expresar.

Los dedos de Gerald acarician suavemente la mano de Helga, pasando lentamente por cada uno de sus dedos, como si estuviera memorizando cada parte de ella, cada línea en su piel esa sensación tan perfecta de ella. Su mirada baja hacia sus manos entrelazadas, luego regresa a los ojos de Helga, y en ese instante, ambos pueden sentir que, en realidad, lo entienden todo sin decir una palabra.

Helga respira profundamente, sus ojos buscando los de él, y una pequeña sonrisa vuelve a aparecer en sus labios. No es una sonrisa cualquiera; es suave, casi triste, pero llena de amor. La expresión en su rostro ha cambiado desde que lo vio en la sala. La presencia de Gerald parece ser la medicina que tanto ha necesitado. Él nota ese cambio, la tranquilidad que parece envolverla al tenerlo cerca, y su corazón se llena de una mezcla de alivio y cariño.

Con cuidado, Gerald acerca su otra mano al rostro de Helga y le acaricia la mejilla, trazando un camino lento y tierno desde el borde de su mandíbula hasta la sien, sintiendo la suavidad de su piel, deseando que ese momento nunca termine. Helga cierra los ojos un segundo, disfrutando de ese toque tan necesario, como si el simple roce de su mano pudiera aliviar cada herida, cada cicatriz que la vida le ha dejado.

Se miran de nuevo, más cerca esta vez, sus miradas hablan de perdón, de comprensión y de amor. Helga toma un poco de valor y, sin soltar su mano, se inclina un poco hacia él, hasta que sus frentes se encuentran. El contacto es tan leve, tan lleno de cariño y de ternura, que los dos permanecen así, en silencio, respirando el mismo aire, sintiendo la conexión tan profunda que existe entre ellos.

Después de unos instantes, Gerald susurra: "Helga... no sé por dónde empezar, hay tanto que quiero decirte. Lo siento tanto... Todo lo que pasó, lo que te hice... No merezco que me mires así."

Pero Helga, sin abrir los ojos, murmura en respuesta: "No, Gerald... no tienes que cargar todo tú solo. Estamos aquí los dos, hemos pasado por mucho, pero ahora... ahora estamos juntos, y eso es lo único que importa. Eres tú, Gerald, mi mayor medicina, lo único que necesito."

Él siente sus palabras como un bálsamo, y con una profunda ternura, apoya una mano en la nuca de Helga, acariciando su cabello. Los dos permanecen así, en silencio, sus miradas entrelazadas, sus manos unidas, sus corazones latiendo en perfecta sincronía. Y en ese pequeño espacio de tiempo, ambos saben que, sin importar el pasado, tienen la fuerza y el amor necesarios para empezar de nuevo.

Gerald: cuando te fuiste quice ir abuscarte a donde sea, no supe nada de ti. Y decidí no buscarte me arrepentí apesar de que mi madre me insistió en que te buscara. Y .... ___ se queda en silencio por unos segundos, helga ve que no es fácil para el hablar de esto, deduce que hablar sobre lo que pasó con su madre le duele demasiado.

Helga: gerald, si es muy difícil para ti hablar de eso esta bien, puedes hacerlo cuando estés preparado.

Gerald: no te preocupes estoy bien ___ la toma de las manos la lleva asus labios besandola, quiere sentirla cerca para hagarar ese valor que ella siempre le ha dado a el y que necesito mucho tiempo de ella.

___ ambos se quedan un momento en silencio helga leda Consuelo y Apoyo emocional que tanto ella como él  han necesitado ambos. Ella se queda arecostada en su hombro mientras de forma consciente no deja de dar breves masajes en su mano. Ese silencio hace reconfortar a los dos.

Gerald: ella nunca dejó de hablar me de ti. Muchas veces me dijo que si te volvía a encontrar que no te dejara sola. Y en su último lecho de muerte eso fue lo que me pidió  que te buscara. ___ baja la mirada sus ojos pican por llorar.____ Ese día fue como el día más bonito que tuve con ella, pero también se convirtio en el peor  de mi vida.  había llegado temprano del trabajo y estaba muy contenta por que le habían pagado.  y pues desde que mi padre empezó a beber  y con los días dejo de trabajar.  pues casi con lo que ella ganaba se hiba en las cuentas de la casa la luz, todo los servicios y con lo que yo ganaba solo  ajustaba para la comida y  pagar las cosas que necesitaba timberly y en ese entonces todavía las cosas de la escuela. Pero con el tiempo todo se complicaba más y más hasta que paso ese día.

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⏰ Última actualización: Nov 15 ⏰

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Perfectamente Imperfectos                                      ( Helga x Gerald)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora