34. La convivencia

159 22 61
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—No, Écar. Ya te dije que hagas tu propia sesión de Saint Seiya.

—¡Vamos, Sys! Tú ya estás avanzado, podrías dejarme jugar.

—Yo tengo un Santo de Sagitario y no pienso cambiarlo.

Camus salía de su habitación para buscar a Milo cuando escuchó la diatriba. Podría dejar a sus hijos resolver las cosas por sí mismos en pos de fomentar su independencia.

—¿Y por qué no lo cambias al de Escorpio? ¡Soy tu hermano pequeño!

—El pequeño es Krest, no tú.

—Jo~, ¡yo también soy pequeño!

El grito de Écarlate descartó cualquier intención del mayor de los Roux. Se resignó a encontrarse con Milo más tarde y encaminó sus pasos en dirección a las voces. Su prioridad era ser padre, lo demás era secundario.

—¿Qué pasa aquí, chicos? —indagó y el sonido le salió ronco.

Renegó para sus adentros. Su garganta seguía lastimada producto del procedimiento médico de urgencia. Ojalá sanara rápido para seguir el paso de sus hijos.

—Écar quiere usar mi sesión para jugar Saint Seiya, papá.

Otro padre presionaría a su hijo mayor para complacer al exigente y quitarse rápido el entuerto de encima. Camus no entraba en esa categoría. Como buen friki, conocía bien un juego de esa índole y lo que implicaba.

—Écar, tu hermano ha invertido mucho tiempo en su cuenta, ¿por qué no inicias una?

—Porque Sis dice que no podré combatir con Zeus cuando salga, papá —acusó ceñudo el pelirrojo.

Los ojos de rubí se desviaron hacia su hijo mayor. Sisyphus respondió a la pregunta no formulada con un encogimiento de los hombros.

—Dudo que tenga el nivel para cuando inicie el evento. Es en dos semanas, papá.

—¿Qué nivel necesita para jugarlo?

—50 o más y eso no se consigue fácil. Después del 30, hay que hacer muchas búsquedas. Hasta yo tengo dudas de si participaré en él y combatiré a Zeus sin ser apaleado como Pegaso contra Hades, antes de obtener su armadura divina.

—¿Ves, papá? ¡Dile a Sis que me preste su cuenta!

—No es justo, Écar. Si pierdes las mejoras de mi armadura, me costará recobrarlas. ¡Yo le puse mucho empeño y te dije desde hace mucho que activaras tu cuenta!

—Tiempo fuera —intervino el mayor pensativo—. Écar, si quieres una cuenta de Saint Seiya, deberás empezar de cero, como hizo tu hermano.

—¡Pero papá!

—Sis tiene razón en algo. Se te dijo que jugaras y tú optaste por hacer otras actividades. Aplaudo que poseas tu propio criterio y lo ejerzas, Écar, pero no por ello te daré la razón. Respeta la cuenta de tu hermano.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Propuesta Indecente [Milo y Camus | +18 | Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora