Milo es un ser de fuego duro y despiadado, acostumbrado a conseguir todo aquello que se propone. Camus es un estoico hombre de negocios, con un pasado oscuro que le impide ceder a sus impulsos.
Una noche, estas dos fuerzas opuestas chocan en un rin...
Advertencia: Como el título de este capítulo indica, puede no terminar bonito. Lea bajo su propio riesgo de terminar con un 14 de Febrero... Triste.
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—Hola, soy Dohko, el abogado de Aioros. Mucho gusto, Saga.
El azabache devolvió el saludo con un apretón de manos, desconfiando del oriental desde el momento en que lo distinguió sentado en el bar y lo reconoció como el tipo al que Aioros besó en aquel restaurante.
»¿Son tus abogados?
—No, ella es Katya Nothern-Crown, una amiga mía, y su pareja, Odysseus Ophiuchus.
—Ophiu...chus. ¿De la farmacéutica?
—Es correcto —aseveró el aludido—. Soy uno de los socios mayoritarios.
—¿De casualidad tu abogado no es...?
—Aioros, sí.
Saga giró raudo la cabeza hacia Odysseus y se mareó por el escenario puesto ante sus ojos. ¿El médico conocía a Aioros? ¿Por eso su afán de venir hoy?
—¿Vienes a asegurarte de que no cometa una trastada? —se interesó Dohko.
—Por supuesto —aseguró el médico sonriendo, pero la alegría nunca le llegó a los ojos—. Y también estoy valorando el futuro de mi empresa con tu firma de abogados.
Dohko exhaló con resignación y encogió los hombros.
—Lo entiendo. Aioros es un genio en su profesión, pero su vida personal es complicada...
—Más bien es un desastre —aseveró Odysseus—, y hablo sin afán de buscar conflicto al decirte que yo puedo dar una oportunidad, pero mi socio no.
Si las intenciones del médico consistían en presionar al abogado, dieron muy buenos resultados.
—He escuchado mucho de tu socio y su carácter intransigente —comentó Dohko rascándose la nuca—. De cualquier forma, mi intención aquí es establecer pautas sanas para la convivencia de Regulus con sus dos padres. El niño ya sufrió bastante y merece una vida mejor. ¿Estamos de acuerdo?
—Sí —tomó la palabra Saga—, quiero que mi niño esté en un ambiente armónico. ¿Por qué no vino Aioros?
—Porque yo me haré cargo de confeccionar el convenio.
Katya y Saga se comunicaron con miradas. Ambos tenían sus dudas sobre esto.
»Tengo un poder notarial donde Aioros me da las facultades para firmar el convenio y ratificarlo en tribunales.
El abogado se lo entregó a Saga. Éste lo leyó con incredulidad.