—¿Qué te parece? ¿Quieres cambiar algo?
—Está perfecto.
Dunk tiene una sonrisa orgullosa. Es tan mono... ¿Qué demonios...? Mierda.
—Voy a por un café.
—Espera, ya voy yo a buscártelo. Tu primo puede llegar en cualquier momento y lo normal es que yo...
—He dicho que voy yo. Quédate por si llega; le dices que espere y punto.
Cierro la puerta con demasiada fuerza... joder... vale, café.
Al final preparo para los tres. Los pongo en una bandeja y me voy a mi despacho.
—...jajaja... es increíble que nos encontremos aquí.
—Lo es. ¿Qué tal te va todo?
—Bien, ya me ves, no paro. ¿Y tu padre?
—Bueno... pues creo que no tengo mucho nuevo que contarte. Ya sabes, como mucho se mantiene o empeora.
—Eres tan fuerte, Dunk. Siempre lo has sido. Es un orgullo tenerte cerca, igual hasta puedo llevarte conmigo...
—Ni lo sueñes, Pond.
Ambos me miran sorprendidos.
Dunk estaba apoyado en su mesa con los brazos cruzados y con una cara risueña. Ahora está firme y con cara de circunstancias. Pond solo ha cambiado su enfoque de Dunk a mí.
—Jajaja... te entiendo. Es bueno en todo, ¿verdad? Yo tampoco querría perderlo...
¿Qué demonios?
—Ya será menos. Pond, ya que Joong está aquí, déjame enseñarte las condiciones...
—Firmaré todo lo que me propongas, confío en ti.
Esto tiene que ser una broma.
—¿Firmarías sin leer lo que te entregue mi asistente?
—Es una forma de hablar, Pond está exagerando.
—Firmaría cualquier documento que venga exclusivamente de Dunk, primo.
Ambos se miran con cariño; se nota que son cercanos y que se aprecian.
Voy hasta ellos, pasando por el medio, los obligo a poner espacio entre ellos, y para que quede claro que estoy molesto, suelto la bandeja de malas maneras.
—Os he traído café.
—Oh... gracias, Joong.
—¡Gracias, primo!
Los miro de reojo a los dos. Pond se queda igual, pero Dunk sabe que algo me pasa.
No me quita los ojos de encima. Incluso se atreve a acercarse con la excusa del café y darme un pequeño apretón. Me susurra si me pasa algo y yo solo lo miro mal y me aparto.
—Lo cierto es que me gustaría ver cómo va tu empresa y ver números igual que yo te los he presentado. Entiéndeme, primo, no es que no confíe en ti...
—Solo que no soy Dunk, ¿no?
—Jajaja...
—Dunk, por favor, facilítale lo que pide. Pond, mientras Dunk lo prepara, sígueme, te enseñaré cómo trabajamos.
No es la primera visita guiada que hago, así que me limito a seguir las pautas que uso siempre.
—Esto es genial, primo, pero ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, dime.
—¿Dunk lleva mucho contigo?
—¿Qué? ¿Conmigo?
—Sí, ¿desde cuándo trabaja aquí?
—...ah... pues... solo le quedan un par de meses para cumplir un año conmigo.
—O sea que llevas ya tiempo compartiendo muchas horas de trabajo con él... ¿sabes si está saliendo con alguien?
—...
Me he parado en seco. ¿Le interesa Dunk? No. No, no, no, no...
—¿Joong?
—Está viéndose con alguien. Desde que lo conozco, está viéndose con alguien.
—Eso dificulta las cosas... bueno, esperaré mi oportunidad. Quizás necesites un asistente de reserva.
—Te acabo de decir que se ve con alguien, Pond.
Pond me sonríe pícaro mientras levanta los hombros.
—Solo digo que es posible. Mientras esté por aquí, coquetearé con él.
—¡Pond! Eso no está bien, Dunk no está libre, ¿te gustaría que te fueran infiel...?
—Espera... ¿quién eres tú? Mi primo estaría diciéndome que lo que tengo que hacer es llevármelo a la cama y enseñarle lo que...
—¡Cállate!
¿Qué demonios se piensa? Dunk solo va a ver una cama, y es la mía.
Lo dejo plantado y, con paso firme y enfadado, me voy en dirección a mi despacho. Allí está Dunk, ya con una carpeta preparada.
—¿Dónde has dejado a Pond?
¡No me jodas! Aun me enfado más y, cuando llego a él, le quito la carpeta para tirarla. Agarro su cuello y lo beso con rabia. Muerdo uno de sus labios hasta que me sabe a sangre...
—...Dunk... perdona. ¿Te duele?
—Tranquilo... no es nada, solo apretaste demasiado, pero estoy bien.
—...mierda, lo siento...
—¿Qué ocurre? ¿Por qué estás así?
Las manos de Dunk están en mi rostro; aparta mi flequillo de mis ojos y me mira con preocupación.
Noto cómo la rabia abandona mi cuerpo. Me siento en calma, me siento cuidado, me siento...
—Joong... deja de mirar mis labios...
—Quiero besarte.
La risita de Dunk es como la de un duende; está adorable. Mío.
Mierda.
—Tu primo.
Dunk se aparta y recupera la carpeta antes de la entrada de Pond.
—¿Qué te acaba de pasar?
—Nada.
—Vamos, Joong, algo te pasa.
—Pond, ten, aquí tienes lo que querías. Puedes llevártelo y me dices cuándo podemos volver a reunirnos para comentarlo. Joong tiene una reunión importante en breve.
—Claro, Dunk. Gracias, chico guapo.
—No se merecen. Nos vemos, Pond.
—Claro, adiós, primo.
No contesto. No quiero ni verlo ahora mismo.
Estoy jodido.
🍬❕
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El Presidente
FanfictionSoy el maldito presidente de una de las empresas más importantes de la ciudad. Uno de los hombres más guapos y arrogantes que puedas conocer, jajaja... pero caerás a mis pies, por más idiota que sea. Si te digo que beses mis zapatos, lo harás. Punto...