El Presidente

Isensatez 🔞🚩

Seguimos en el sofá, en la misma postura, pero ahora es Dunk quien se acurruca en mi cuello. Siento su respiración pausada. Él juega con los mechones de mi nuca y yo dibujo patrones indescifrables en la parte baja de su espalda.

Esto es tan cómodo. Me siento tan bien. De vez en cuando, Dunk me da pequeños besos. Y yo solo puedo suspirar, feliz de sentir... tanto amor. Sí, me siento amado.

Y me encanta.

Estamos completamente en silencio, salvo por nuestras respiraciones, hasta que una vibración en la mesita frente a mí llama mi atención.

Es el móvil de Dunk. Se ilumina y puedo leer claramente "Pond Nara".

La burbuja se rompe. ¿Cómo he podido olvidar que esto solo es sexo? Dunk no me mira con amor... por favor, no he podido ser más tonto en toda mi puta vida.

Detengo mis caricias y aparto las manos de su cuerpo. Siento cómo la tensión se instala en mí.

—Dunk, te llaman, y quiero ducharme ya, si no te importa.

—¿Eh? Ah... claro. Perdona.

Se aparta y cae a mi lado. Aún no mira su móvil; está buscando mi mirada, pero yo la rehúyo y me levanto. Atrapo su teléfono y se lo entrego sin mirarlo.

—Gracias.

—Ajá.

Decidido a poner distancia, me encierro en el baño. Abro el grifo, y mientras el agua cae y el sonido me distrae, me quito toda la ropa y entro en la ducha.

Dejo que el agua caliente se lleve mi frustración... pero no funciona. Me siento tan enfadado conmigo mismo.

—Toc-toc.

—Joong... ¿puedo entrar?

¿Quiere entrar? Claro...

—Si entras, atente a las consecuencias, Dunk.

Escucho cómo se abre la puerta. Entra en la ducha conmigo y me abraza por la espalda.

Pongo los ojos en blanco. No, no voy a caer de nuevo en sexo vainilla. Agarro una de sus muñecas y lo hago cambiar de posición. Ahora está de cara a la pared, y lo presiono fuerte contra ella mientras con la otra mano busco su punto más dulce. Introduzco dos de mis dedos y los hago moverse.

—¡Ah! ¡Joong! No seas tan duro...

—Te he advertido antes de entrar.

Los sonidos de Dunk no son los de siempre; dudo que esto le esté gustando, pero ahora mismo no me importa, solo quiero ser duro con él.

Meto un tercer dedo y lo preparo para lo que voy a hacerle.

—Creo que ya estás listo.

—Joong... no... no me gusta esto...

Ignoro sus palabras y entro en él hasta el fondo de una sola embestida.

—¡¡¡¡¡Aaaahhhh....!!!!!!

Solo pienso en mi propio placer; no paro de penetrarlo, sin importarme cómo su llanto y sus uñas arañan la pared... y... no puedo.

Me separo de él como si fuera fuego y me quemara.

—Yo... lo siento, Dunk... vete. Termina y márchate.

Dunk no me mira, y lo prefiero así. Salgo de la ducha, tomo una toalla y me voy a mi habitación, donde me encierro antes de ponerme un pijama y meterme en la cama.

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