Hye 3

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Taehyung supo de inmediato que nada bueno podría salir de la relación que llevaban, porque Hye nunca sería lo que Taehyung necesitaba. Él lo estaba utilizando, esperando el momento certero para clavarle el puñal por la espalda, porque no podía soportar que Taehyung lo quisiera de aquella manera.

Tal vez esperaba que en algún punto cambiará y fueran los amigos que siempre habían sido, pero Hye había cambiado eso desde que no le dejo en paz. Hye simplemente había estado confundido consigo mismo y por eso está molesto con Taehyung, porque fue el único que logro hacerlo salir y ser quien era: con todo y defectos.

Taehyung siempre se llevará hasta la tumba que lo que hizo fue por motivos razonables y que todo lo que hizo no fue para él mismo, aún si quisieran llamarlo egoísta, sino fue por el bienestar de los dos, porque sabía que Hye quería, solo que era demasiado cobarde para intentarlo.

De todas formas, Taehyung ya no lo necesita y ya no lo ama más. Taehyung ahora tiene algo valioso, pero en aquel momento sentía que todo se le estaba yendo de las manos, que podría literalmente hacer algo para arruinarlo de por vida si no se hiciera lo que él quería.

No sé sintió luchador cuando llegaron a la casa que ahora reside, sino como alguien vulnerable y débil todos los malditos días porque Hye había estado como él quiso, pero a la misma vez no.

Hye se comportaba como el novio perfecto, el que siempre quiso… pero, ¿entonces por qué lo hizo? Su venganza fue demasiado lejos si solamente iba a pretender.

Él cuando trabajaba en la empresa, llegaba tarde y esperaba la comida lista y luego podía conversar y follar con Hye como cualquier otra noche. Hye había querido redecorar la casa porque era demasiado agobiante… él pensó que hablaba de la casa. Más tarde, cuando aprendió a ser el perfecto hombre para Taehyung y no cuestionarlo, pensó que era porque quería y porque no luchaba por voluntad de hacerlo feliz.

No, cuando llegó a casa, esperando que la perfección construida siguiera de esa misma manera. Hye estaba debajo de un hombre gimiendo.

Se quedó quieto y sin respiración.

Hye lo vió y no había arrepentimiento en él, había una sonrisa mientras preguntaba: “¿Te unes?”.

Taehyung salió de la escena y se fue a un bar cercano y pidió un vaso de whisky. Cuando terminó de beberlo, no soltó nada, demasiado callado, pero pensando en el siguiente movimiento.

Definitivamente no iba a quedar impune.

Lo había dicho antes: Taehyung era el que mandaba. El luchador que seguía de pie después de obstáculos. Él que iba a terminar por ganar. Que aunque fuera humano, era alguien guiado por instintos básicos llamado venganza.

Hye no era el único que tenía aquello.

Pudo hacerlo como un método de hacer que Taehyung lo desechara y lo dejara en paz sin tenerle miedo a las consecuencias.

Debió obtenerlas.

Cuando volvió.

El tipo no estaba, pero Hye estaba fumando en el sofá sin decir una palabra, pero estaba tenso. Lo conocia después de todo. Taehyung soltó entonces: “Te dejo libre, puedes irte”.

Hye lo miro como si hubiera visto un luz poderosa cegarlo, y no debió sentir una punzada de dolor al darse cuenta que se alegraba por ello, pero estaba allí, aunque lo ignoro. Por ahora no había tiempo para ello. Por ahora debía estar con la mente fría si quería seguir adelante.

Hye se fue esa misma noche, devolviendo en la mesita de noche el collar que le regalo por su cumpleaños con una nota que decía: “Sabes que te amo, pero no podia seguir. Era la única forma”.

Hermano mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora