Hye 2

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Taehyung no era perfecto. Él nunca lo sería. Él era una persona, al fin y al cabo. Él cometería errores a lo largo de su vida y seguiría adelante, porque de nada sirve tratar de arruinar más las cosas. Él jamás podría ser suficiente y por eso se esforzaba a menudo que iba creciendo y agarraba experiencias. Él esperaba lo mismo de los demás.

Cuando le dijo a Hye que terminara con su novia, lo hizo porque sabía que él no la amaba. Mierda, él estaba seguro de ello. Este chico estaba jugando con él. Este chico, literalmente, habia venido a corromperlo.

Taehyung no se había dado cuenta que lo que quería hasta que lo probó. No era su culpa, era culpa del chico que no paraba de venir a por consuelo y él había caído esas veces.

Él había sido su amigo cuando no tenía nada y salieron juntos adelante dentro del cine. Es a quien podía confiar sus secretos, sus sueños y anhelos. Era quien lo escuchaba cuando tuvo alguna queja y cuando estaba tan molesto que nadie podía calmarlo.

Cuando estaba demasiado molesto, él no se asustaba. Lo tranquilizaba a su forma y siempre ponía una mano en su espalda cariñosamente. Cuando estaba triste, un abrazo podía solucionarlo.

Taehyung tenía un corazón blando por sobre todo.

Era más risueño y siempre era bromista cuando no estaba actuando un papel serio.

Después de lo que le hizo, no podía reconocerse.

Realmente pensó al principio que si no hubiera sucedido lo de antes, él podía seguir siendo él mismo de siempre. Pero atribuyó la culpa de ser cruel y serio desde ese momento a Hye.

Hoy por hoy no era alguien risueño porque alguien aplastó su corazón, ni siquiera podía sonreír con casualidad porque estaba tan molesto con el mundo últimamente, que le era imposible no tirar las cosas cuando todo se saldría de control.

Si bien era estricto en su trabajo por los sucesos que lo llevaron a eso, no era malvado, pero últimamente el mundo pensaba que saltaría y los mataría.

¿Qué eran? Taehyung ni siquiera lo sabía, él solo quería darle un poco de su medicina.

Él tenía el control, no Hye ni nadie más. Él era quien mandaba y se había vuelto idiota con él en un principio y se juro que nunca más sucedería. Que sería un bastardo cruel hasta que entendiera que era suyo, que jamás podría hacerle aquellos juegos mentales solo porque le deleitaba.

Tal vez era por eso que lo follaba como si fuera nada más que alguien barato y luego no le hablaba.

A veces lo escuchaba llorar y cuando no se hacía lo que Taehyung quería, le gritaba y lo insultaba. El otro respondía de la misma forma y a veces los platos pagaban en la cocina, pero Taehyung lo doblegaba siempre y lo callaba en un santiamén.

Había odio en su mirada. Lo veía en cada momento que discutían y Taehyung pérdia los estribos, pero no se iba… jamás dejó su casa.

¿Por qué no lo había dejado? Eso solo significaba que él lo quería, a pesar de todo, estaba a fondo como Taehyung, y jamás lo dejaría porque lo quería.

Y un día, mientras llegaba del trabajo, supo que tal vez ellos tenían un futuro juntos.

Hye no peleó. No se molestó. Le cocinó y le dio un beso en la mejilla dándole gracias por dejarle vivir en su casa. Le dijo que cualquier cosa siempre estaría allí para él, que jamás dejaría que algo tan banal como lo que pasó, los separara. Ante todo, eran amigos. Mejores amigos. Él podía ser mucho más para Taehyung si eso significaba no irse de su lado porque le hacía falta.

Sabía que lo hacía porque estaba resignado.

Taehyung lo había encerrado en su casa hace unas semanas y le amenazó con que si lo dejaba, entonces jamás volvería a verlo. Hye peleó por ello y le dijo un millón de cosas de como que era un estúpido loco, que no lo dejaba ser él mismo. Pero ahora… estaba aceptando lo que ha estado sucediendo durante semanas.

Hermano mayor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora