𝐵𝐴𝐵𝑌 𝑀𝑂𝑀𝑀𝐴; Hades66
Después de varios meses, Paula se dio cuenta de la persona en la que se había convertido Hades. Era algo que claramente no quería para ella, porque tampoco le beneficiaba en absolutamente nada. Al ver cómo él actuaba, ha...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ꗃ 31 de octubre del 2023 Paula vandelli Sandoval
— No, no las quiero de forma virtual, necesito que estén aquí—, hablé preocupada.— Dame un momento, por favor.
Un horrible mareo se había apoderado de todo mi cuerpo, haciendo que un escalofrío pasara por mi columna y me obligara a apretar fuertemente mis ojos. Me sentía como si el mundo se estuviera moviendo debajo de mis pies y no podía encontrar mi equilibrio.
Hacía un mes que me sentía así, pensé que era solo un resfriado y que se me pasaría con el tiempo, pero veo que todavía sigue. La sensación de náusea y debilidad me había acompañado durante semanas, y no podía entender por qué no se me pasaba.
Me senté en la mesedora, intentando recuperar mi aliento y calmarme. Mi mente estaba llena de preguntas y temores. ¿Qué podría estar pasando? ¿Por qué me sentía tan mal?
— Hello, Paula, ¿estás bien?—, Gia preguntó con preocupación.
—No suenas nada convincente—dijo Verónica.— ¿Segura que estás bien?
— Sí, lo estoy. Solo es un resfriado por el que estoy pasando
— Nena, llevas un mes con ese resfriado- Gia tomo una pausa y continúo— No quiero asustarte, pero esos mismos síntomas tenía yo con Meredith
- No estoy preñada, carajo— dije recordando la última vez que tomé las pastillas anticonceptivas.— Siempre me cuido.
— ¿Cuándo fue la última vez que la tomaste?—preguntó Verónica.
— En septiembre— respondí,— pero no había tenido intimidad con Ángel desde que supe...
De repente, vagos flashbacks de aquella noche en que Ángel y yo nos encontrábamos pasados de tragos y después teníamos intimidad llegaron a mi mente como fuertes relámpagos, haciendo que me doliera más la cabeza. Claramente, no me había tomado las pastillas por lo aturdida que me encontraba ese día.
Un pánico horrible entró en mi cuerpo, mi mente se llenó de pensamientos aterradores. No podía estar embarazada, ¡claro que no! Me estaba yendo súper bien, ¿por qué ahora? No lo entendía, parecía que todo estuviera conspirando en mi contra.
Mi hermana, Verónica, me habló con calma desde el otro lado de la línea.— Sacare una cita con mi obstetra, y vente pa' la casa con tres pruebas.
Su voz era firme y tranquilizadora, pero yo no podía evitar sentirme aterrada. La posibilidad de estar embarazada era algo que no había considerado, y ahora me parecía una realidad demasiado cercana.