Capítulo trece ꗃ 05 de Enero del 2024 ꗃ Morovis, Puerto Rico
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Las cosas entre Ángel y yo seguían tensas, y desde ayer había estado quedándome en el cuarto de Sol, durmiendo con ella. Se sentía raro estar en un cuarto con él y aún más dormir con él.
- Esto me parece bien - dije, viendo un conjunto campestre que se asemejaba a las ideas que tenía en mente.
- Sí, está bien linda y, aparte de eso, tiene kiosko para poder decorar y no estar tan al aire libre. Me parece perfecto - dijo ella, dándome una sonrisa.
Sol y yo habíamos estado planeando todo lo relacionado con el gender reveal. Prácticamente, cumpliría el cuarto mes el siete, y suponía que mi bebé se dejaría ver, o nos tocaría esperar hasta el quinto mes.
- No nos emocionemos, a veces los bebés no se dejan ver y estamos planeando muy pronto. Ahora, el once tengo cita con la obstetra. Esperemos hasta la fecha y quiero que me acompañes, porque quiero que tú sepas el género de mi bebé, si se da el caso de que se deje ver - dije emocionada, comiendo una vez más de mi plato lleno de frutas con leche condensada. Es que moría por esto. Siento una satisfacción cada vez que la como. Muy rico.
Sol asintió con la cabeza, sonriendo.
- Por supuesto, yo alegre de estar ahí. Quiero que sea niña, aquí hay mucho varones y me tienen de vuelta y media -dijo riendo
Me encogí de hombros, sonriendo.
- No sé. No he tenido ninguna sensación especial que me diga que es niña o niño. Pero estaré agradecida con lo venga- dije, acariciando mi barriga.
- Bebé necesito por favor que seas niña, no aguanto un hombre más- le dijo a mi barriga dando un chillido a lo ultimo a lo que me reí
- Da igual si sale niña o niño, perfectamente sé que lo querrás mucho - dije, tomando mi teléfono y aprovechando que con este vestido se me notaba la barriguita.
- También es verdad - dijo, recomponiéndose en su puesto y volviendo su atención a su iPad.
Aproveché para tomarme unas cuantas fotos, las cuales publicaría en mi close friends más tarde.
- Paula ven acá- la voz de Ángel hizo que dejara a un lado lo que estaba haciendo y me centrara en él.
- Ya vengo, Sol - dije, parándome de la mesedora y yendo hacia donde había cogido Ángel. Ya me imaginaba hacia dónde iba esta conversación.
- A ver, dime, Ángel - dije, mientras él se rascaba su barba y me miraba. Quería estallar en risa; se había hecho las rastas hace poco y se veía bien, pero no quitaba el hecho de que me diera risa saber que le molestaban y se quejaba demasiado.
- ayúdame con las malditas rastas estas - dijo, mostrándome un pote que supongo que era para el dolor que dan tenerlas puestas. - Me duele con cojones y siento que me va a explotar la cabeza.