Capítulo doce ꗃ 01 de Enero del 2024 ꗃ Morovis, Puerto Rico
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No sé cuántas horas dormí, pero cuando desperté, la habitación estaba en silencio y la luz del sol se filtraba a través de las cortinas. Me senté en la cama y miré a Ángel, que estaba dormido a mi lado.
Cogí un short que había en la silla y me lo puse. Después, salí de la habitación cerrando la puerta suavemente. Me metí al baño y hice lo que normalmente solía hacer allí.
Volvió a salir y fui directo a la cocina, donde vi a Celyz preparando el desayuno.
- Buenos días, mami Celyz - dije, sonriendo.
- Buenos días, hija. ¿Cómo te sientes hoy? - preguntó Celyz, mirándome con preocupación.
- Mejor, gracias. ¿Qué hay para desayunar? - pregunté, oliendo el delicioso aroma que provenía de la cocina.
- Huevos revueltos, pan tostado y Chocolate. ¿Te apetece? - ofreció Celyz.
Asentí con la cabeza y me senté en la mesa, esperando a que Celyz me sirviera el desayuno. Mientras esperaba, no pude evitar pensar en lo que había pasado la noche anterior con Ángel. Me sentía confundida y no sabía qué hacer al respecto.
- ¿Quieres hablar? - preguntó Celyz, sentándose frente a mí y colocando el plato y el pocillo frente a mí.
- Algo así, supongo - dije, probando el chocolate.
- Y también supongo que sabes lo que me dijo... Más que nadie, tú eres la que conoces la situación, mami Celyz - dije.
- Sí, mija. Créeme que no estoy de acuerdo con las cosas que te dijo Ángel, y más cuando fue en Año Nuevo. Entiendo perfectamente que tarde o temprano lo ibas a saber - dijo Celyz, tomando una pausa.- Pero no era motivo para que te lo dijera ayer
- Preferiría que nunca me lo hubiera dicho - dije, sintiendo mi respiración pesada. Me estaba afectando. Mi voz temblaba.- No por el hecho de que él haya tenido esa novia. Está bien, la tuvo. Me siento insegura porque siento que si soy el reemplazo de ella... y eso me desanima
Celyz me miró con compasión y se levantó para abrazarme.
- No digas eso, hija. Tú no eres el reemplazo de nadie. Eres una persona valiosa y única. Ángel te ama por quién eres, no por quién fue ella - dijo, acariciando mi cabello.
- Pero ¿por qué me lo dijo? ¿Por qué me lo dijo justo en Año Nuevo? - pregunté, sintiendo lágrimas en mis ojos.
Celyz suspiró y se sentó de nuevo frente a mí.
- Creo que Ángel quería ser honesto contigo, pero no eligió el momento adecuado. Ahora, debes decidir si quieres hablar al respecto con él y perdonarlo- dijo, mirándome con tristeza.- Ahora come, que se te va a enfriar la comida