[9] Distancia

948 133 1
                                        

Vio a Katsuki irse con los otros héroes y luego suspiro, sostenía a Suki contra su costado, el pequeño estaba tranquilo, su papá siempre volvía bien, el problema ahora era la Omega de Izuku, se sentía intranquila por la lejanía de su recién aceptado alfa.

—Vamos a mi oficina si— sonrió viendo a Suki que asintió,  una vez ahí el día paso rápido, dejo todo listo para que los siguientes cuatro días no tuviera que volver, había decidido que esos días los dedicaría a afianzar su vínculo con Suki, debía hacerlo para que el pequeño no tuviera ningún problema cuando al fin su don se manifieste.

Con ello en mente salieron de la oficina cerca de media tarde, pasaron al super donde surtieron la despensa.

Suki iba encantado de la atención del peliverde, miraba a su alrededor señalando de vez en cuando algunas cosas que adoraba comer.

☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.

Katsuki veía por el ventanal tratando de no pensar en que su hijo y su Omega estaban solos en casa, no reparo mucho en la forma en que penso de Izuku, por el contrario le gustó bastante dirigir ese sentimiento a él

—Y bien?— pregunto Eijiro viendo a su amigo— hueles a Midoriya y el a ti, es oficial?

—No aún no, pero lo será pronto— afirmó Katsuki dibujando una sonrisa muy propia de él.

—Eso es nuevo, creí que al final terminarías siendo el solterón amargado del grupo— bromeo Shinso haciendo reír al resto del grupo

—Idiota— respondió Katsuki, no admitiría que por un tiempo pensó también en ello, simplemente no había nadie le hiciera sentir nada.

La misión comenzó, un trabajo duro que consumió sus días entre vigilancia y planeaciones para no dejar ningún cabo suelto,  no podía llamar a Izuku tampoco, para el segundo día el aroma de su Omega se había perdido casi por completo.

Su alfa estaba de un peor humor que de costumbre al no poder percibir el aroma de su pareja, eso era cada día más notorio, sus amigos comenzaron a impacientar cuando descubrieron que debían aplazar la misión unos días más.

Trabajar con Katsuki de esa forma siempre fue una cuenta regresiva bastante peligrosa, por naturaleza propia el alfa era de poca paciencia y mucha reactividad, no descuidaba su misión pero tampoco se volvía el trabajo más divertido del mundo.

—Sabes Bro?— Hanta se acerco con cuidado y miro a Katsuki que estaba sentado leyendo los informes de ese dia— apestas

—Gracias— soltó de mala manera Katsuki sin apartar su vista— si eso era todo lárgate— gruñó

—No es con mala intención Bro, es solo que realmente tu aroma es insoportable, se que encontrar a tu Omega es algo asombroso y todo pero hermano, nunca te había visto asi— soltó de pronto

Era cierto, nunca se había puesto así, y aunque sabía que Izuku era mucho más que capas de defenderse, algo en él no estaba quieto al saber que estaban solos en casa y su Omega no tenía una marca que dejara saber cómo estaba.

—No puedo llamarlo y han pasado siete dias— soltó mirando al fin al pelinegro— que esperabas, que cante de felicidad

—No solo que no creí que sería así de fuerte tu necesidad de él cuando apenas comienzan— comento con sinceridad viendo al cenizo

—No es como si realmente algo comenzó ahora, solo volvió a surgir, quizá eso es lo que más me tiene así, cuando descubri que lo amaba el se había ido de mi vida, mi alfa y yo tememos que eso vuelva a pasar— murmuró dejando al lado de él el folder y soltando un largo suspiro— no quiero que vuelva a ir de mi lado

Es Mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora