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❥Poder y traición

Cuando Elena llegó a la Guarida, la escena era imponente. El lugar estaba rodeado de hombres de distintas nacionalidades y culturas, formando una barrera de seguridad y lealtad. Había alemanes con rostros serios y disciplinados, coreanos con mirada aguda y firmeza en sus posturas, franceses que hablaban en murmullos mientras ajustaban sus armas, japoneses con una calma impresionante, y hasta turcos, reconocibles por sus rostros fuertes y tatuajes tradicionales, todos dispuestos a enfrentar la batalla que se avecinaba.

Elena caminó entre ellos, asimilando la gravedad del momento. Todos esos hombres estaban ahí por una razón: respaldar a Jungkook en la guerra que estaba por comenzar. La lealtad hacia él era evidente en la determinación de sus expresiones, en la forma en que mantenían sus posiciones y preparaban su equipo con precisión. Se respiraba un aire de tensión mezclada con una férrea voluntad de protección y lucha.

Mientras avanzaba hacia el centro de operaciones, algunos hombres la saludaron respetuosamente con inclinaciones de cabeza, reconociendo la cercanía y confianza que tenía con Jungkook. Sabían que ella era una de sus personas de confianza.

Al llegar al centro de la Guarida, Seokjin ya estaba coordinando con varios de los líderes de cada grupo, dando instrucciones y asegurándose de que todos supieran sus puestos y funciones. Al verla, Seokjin se acercó rápidamente, su rostro reflejando una mezcla de alivio y preocupación.

—¿Jimin y el niño están a salvo? —preguntó en voz baja, sin perder el enfoque de la situación.

—Sí, están en el lugar seguro. Les dejé un escuadrón para que los protejan —respondió Elena, con un tono serio y tranquilo.

Seokjin asintió, relajándose un poco.

—Perfecto. Ahora solo queda organizarnos aquí y asegurarnos de que esta vez no queden cabos sueltos.

Ambos intercambiaron miradas de entendimiento. La traición de Yoongi había caído como un golpe devastador, pero no había tiempo para procesarlo en ese momento. Lo importante era proteger a la Guarida, a Jungkook y a todo lo que habían construido juntos.

Mientras tanto, otros miembros de la Guarida ajustaban sus radios, cargaban municiones, y se preparaban para lo que se convertiría en una de las confrontaciones más importantes de sus vidas. Jungkook, rodeado por sus aliados, revisaba el plan estratégico junto a Hoseok en un mapa extendido sobre la mesa, marcando cada punto crítico de defensa y ataque. Con una voz firme y segura, comenzó a dar instrucciones, delineando cada paso de la operación.

Elena se acercó a ellos, y aunque Jungkook no levantó la mirada, pareció sentir su presencia. Sin decir una palabra, ambos se entendieron; ella estaba lista, y él confiaba en que cumpliría su papel con la misma lealtad y fortaleza de siempre. Con un último vistazo al mapa, Jungkook se giró hacia todos los hombres reunidos, y su voz resonó en la sala:

—Quiero vivo a Yoongi, ¿entendido?

Un clamor de voces en varios idiomas respondió al unísono, con un "Sí, señor", llenando la Guarida de un espíritu de lucha que trascendía cualquier barrera de idioma o cultura.

Una hora después, el silencio tenso que reinaba en la Guarida se rompió cuando un guardia informó por los audífonos:

—¡Atención, atención! Tenemos vehículos acercándose por el lado norte.

La voz alertó inmediatamente a todos, y en cuestión de segundos los equipos del lado sur, oriente y poniente también reportaron actividad inusual.

—Aquí equipo sur, tenemos vehículos acercándose a toda velocidad por nuestra dirección. Parecen al menos cuatro autos.

❥𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 ℛ𝑒𝓎𝑒𝓈 𝐲 𝐉𝐨𝐤𝐞𝐫𝐬 ♛|Kookmin| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora