❥Fragmentos de Vulnerabilidad
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El silencio en el comedor era denso, cargado de una tensión que se sentía casi palpable. Los cubiertos hacían pequeños ruidos al chocar contra los platos, pero fuera de eso, ni una palabra se intercambiaba.
Jimin mantenía la vista fija en su plato, evitando mirar a Jungkook a toda costa. Después de lo sucedido en la oficina, no sabía cómo enfrentarlo. El miedo y la incomodidad se mezclaban en su estómago, haciendo que cada bocado se sintiera pesado.
Minjae, por otro lado, comía su pure inocentemente, sin comprender la tensión que envolvía a los adultos a su alrededor. A veces miraba a su padre, buscando algo de confort en su mirada.
Para Jimin, fomentar la autonomía de su hijo era una prioridad. Desde que el pequeño cumplió su primer año, Jimin comenzó a enseñarle a usar la cuchara, guiando suavemente su manita hasta que el niño, decidido, empezó a llevarse los purés a la boca por sí solo. Aunque el proceso era lento y a veces caían más bocados fuera que dentro, Jimin observaba con orgullo cómo su hijo se esforzaba, celebrando cada avance con una sonrisa cálida. Para él, ver a su hijo dar esos pequeños pasos hacia la independencia era una victoria que llenaba su corazón de ternura.
Jungkook tampoco hablaba, pero su presencia era opresiva. Se mantenía sereno en apariencia, aunque debajo de esa fachada se notaba la frialdad con la que abordaba cada aspecto de su vida. Su rabia contenida desde la noche anterior parecía haber cambiado en una calma peligrosa, calculada.
A veces lanzaba miradas rápidas a Jimin, pero este seguía sin levantar la vista.
Finalmente, Minjae dejó su cuchara con un pequeño sonido, interrumpiendo el incómodo silencio. Miró a su padre y luego a Jungkook, como esperando que alguien rompiera la tensión, pero ninguno lo hizo. El niño, sin entender del todo, volvió a concentrarse en su desayuno, dejando que el silencio volviera a reinar.
Jimin suspiró en silencio, deseando poder escapar de esa habitación y de todo lo que representaba ese momento. Pero no había escape.
Mientras el silencio se mantenía tenso en la mesa, Jungkook decidió romperlo. Con una voz que sonó casi indiferente.
—Iras conmigo al casino esta noche.
Jimin levantó la vista, sorprendido, y contestó rápidamente.
—No quiero ir, Jungkook. No me siento cómodo en ese lugar.
Las palabras apenas habían salido de sus labios cuando Jungkook, visiblemente irritado, golpeó la mesa con una fuerza que hizo temblar los platos y asustó tanto a Jimin como a Minjae.
El estruendo resonó en la habitación, y Jimin se encogió en su silla, sintiendo cómo el miedo le subía por la espalda. Minjae, pequeño e inocente, miró a su padre con ojos grandes, buscando respuestas.
—Me importa muy poco lo que quieras —dijo Jungkook, su voz ahora cargada de furia contenida—Vas a ir conmigo, sí o sí.
El tono autoritario de Jungkook dejaba claro que no había lugar para protestas. Jimin sintió cómo la frustración y el miedo se mezclaban en su interior. Miró a Jungkook, buscando alguna señal de comprensión o compasión, pero solo encontró un rostro decidido, ajeno a su angustia.
—Jungkook… —intentó decir, pero su voz tembló y se le cortó en la garganta. No quería confrontarlo en ese momento.
—Sin más discusión —interrumpió Jungkook, su mirada fija en Jimin, como si esperara que comprendiera que no había otra opción.
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❥𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 ℛ𝑒𝓎𝑒𝓈 𝐲 𝐉𝐨𝐤𝐞𝐫𝐬 ♛|Kookmin| +18
De Todo❧ Jimin y Seojoon están juntos desde hace más de cuatro años, comparten un hijo de apenas un año, el cual, para su suerte, es la viva imagen del chico rubio. Algunos acontecimientos trágicos y desafortunados obligan a Jimin a caer en las manos de Je...