❥𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 ℛ𝑒𝓎𝑒𝓈 𝐲 𝐉𝐨𝐤𝐞𝐫𝐬 ♛|Kookmin| +18

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❥Apostando vidas

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La atmósfera en el Golden Casino estaba más densa de lo habitual. Las luces brillantes y los sonidos de las máquinas tragamonedas no podían ocultar la sensación de que algo estaba a punto de cambiar.

Entre la multitud de apostadores, una figura destacaba: Taehyung, un joven apuesto con una sonrisa encantadora y una confianza que parecía natural. Pero detrás de esa fachada amigable, había un propósito claro y peligroso.

Taehyung, un policía encubierto, había estado trabajando en una operación encubierta para desmantelar una red de tráfico de armas que, según sus investigaciones, estaba operando desde el interior del casino. Su misión era infiltrarse entre los jugadores y establecer contactos que le permitieran llegar a los cabecillas de la organización. Sabía que en ese lugar, donde el riesgo era una constante, podría encontrar la información que necesitaba.

Se movía entre las mesas de juego con facilidad, sus ojos observando cada detalle. Desde las cartas que se barajaban hasta los rostros de los jugadores, cada pequeño gesto podría ser una pista. Pero su objetivo principal era claro: encontrar la conexión con el tráfico de armas. Sin embargo, para lograrlo, tendría que comportarse como uno de ellos, un apostador más.

Esa noche, mientras las fichas caían y las risas resonaban, Taehyung se sentó en una mesa de blackjack. Su estrategia era sencilla: ganar un poco de dinero, hacerse un nombre y ganarse la confianza de los habituales. Con cada mano, su carisma atrajo la atención de otros jugadores, y pronto se vio rodeado de miradas curiosas y sonrisas cómplices.

Entre las sombras del casino, Jungkook observaba con interés a Taehyung. Aunque no sabía nada de sus verdaderas intenciones, el joven tenía un aire que no podía ignorar. Había algo en su postura y su manera de jugar que despertaba la curiosidad. Sin embargo, también sabía que en ese lugar, nadie podía ser completamente de fiar. Era un ambiente donde las apariencias engañaban, y la traición era común.

Taehyung, sintiéndose cada vez más cómodo en su nuevo papel, comenzó a relacionarse con otros apostadores. Habló de la suerte, de estrategias y de las apuestas que había hecho en el pasado. Poco a poco, empezó a desentrañar las redes sociales que giraban en torno al casino, pero aún le faltaba una pieza crucial: conocer a los líderes de la operación.

Mientras tanto, Jungkook seguía su rutina, pero no podía deshacerse de la sensación de que el joven era más de lo que aparentaba. A medida que los días pasaban, Taehyung se iba acercando más a su objetivo, pero la tensión en el aire se hacía cada vez más palpable. Jungkook sentía que la calma antes de la tormenta se acercaba.

A medida que las cartas se repartían y las fichas cambiaban de manos, ambos hombres se estaban acercando, cada uno con sus propios secretos y motivaciones, pero con un destino que inevitablemente se cruzaría en el camino. En el oscuro juego del poder y la corrupción, Taehyung estaba a punto de descubrir que entrar en el Golden Casino no era solo cuestión de suerte; era un juego mortal que podría costarle más de lo que estaba dispuesto a pagar.

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La noticia del hijo de Jungkook se esparció como fuego en un campo seco, atravesando los oscuros pasillos y las oficinas de aquellos que estaban dispuestos a escuchar. Kim Hwan, un viejo rival de Jungkook, se sentó en su lujosa oficina, rodeado de oscuros lujos y sombras que parecían susurrar secretos. La revelación lo había tomado por sorpresa, pero a la vez, había encendido una chispa de interés en su corazón malvado.

Hwan siempre había estado un paso detrás de Jungkook. Sus intentos de derrocarlo habían fracasado una y otra vez, pero esta vez era diferente. Un hijo. La debilidad de Jungkook. Podía utilizar esa información para manipular y desgastar a su enemigo, creando una vulnerabilidad que nunca antes había tenido.