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❥Entre las Sombras del Caos

El calor del agua aún permanecía en sus cuerpos, envolviéndolos en una sensación de tranquilidad y cercanía que parecía infinita. Acurrucado en el pecho de Jimin, Jungkook cerraba los ojos mientras las suaves caricias en sus cabellos azabaches lo llevaban a un estado de paz que pocas veces permitía. Todo parecía perfecto; los problemas, el caos y las amenazas que los rodeaban desaparecían en la calidez de aquel momento íntimo, como si solo existieran ellos dos.

Jimin sonreía, aún embriagado por la cercanía de Jungkook, sintiéndose, por primera vez en mucho tiempo, completamente seguro. La habitación estaba en silencio, solo roto por el leve susurro de sus respiraciones acompasadas. Era un refugio que, aunque breve, prometía ser suficiente para recargar sus fuerzas.

De repente, un estruendo en la puerta rompió aquella calma. El eco de los golpes resonó en la habitación como una advertencia, llenándola de tensión y peligro.

Jimin se incorporó rápidamente, asustado, sintiendo cómo su pulso se aceleraba ante la inesperada interrupción.  mientras Jungkook se levantaba de inmediato. Sus ojos cambiaron, de la serenidad a una alerta aguda. Con paso firme y decidido, caminó hacia la puerta, la adrenalina activando cada uno de sus sentidos. Al abrirla, se encontró con uno de sus guardaespaldas, respirando con dificultad y con el rostro desencajado por la preocupación.

—Señor, acabamos de recibir una llamada del equipo en la mansión… —dijo el guardaespaldas, apenas recuperando el aliento—Han sido atacados. La situación está fuera de control.

La tensión se apoderó de Jungkook de inmediato. La palabra "ataque" reverberó en su mente, desvaneciendo cualquier rastro de paz que quedara. Sus ojos se endurecieron, y su postura se tornó fría, calculadora.

—¿Qué daños hay? ¿Hay heridos? —preguntó Jungkook con una voz baja y tensa, mientras su mirada permanecía fija en el guardaespaldas, aunque una vena de furia comenzaba a asomarse.

—No lo sabemos con certeza, señor, pero parece ser un grupo enemigo… hay varios de nuestros hombres en estado crítico —contestó el guardaespaldas, con los ojos entrecerrados, aún tratando de recuperar el aliento.

Las palabras del guardaespaldas parecieron quedar suspendidas en el aire. Jimin sintió que el suelo desaparecía bajo sus pies, y un miedo instintivo lo invadió por completo.

—¿Y mi hijo? —preguntó con la voz quebrada, el miedo agudizando sus facciones mientras su mirada se perdía, como si intentara procesar lo que estaba ocurriendo— ¿Dónde está mi hijo? ¿Está bien? ¿Está a salvo?

Jungkook apretó la mandíbula, claramente afectado por la gravedad de la noticia. Se volvió hacia Jimin, quien lo observaba con el rostro lleno de incertidumbre y preocupación. El corazón de Jimin latía con fuerza. Jungkook se acercó de inmediato, sosteniendo a Jimin por los hombros al ver cómo empezaba a respirar cada vez más rápido, su pecho subiendo y bajando en un patrón descontrolado. La ansiedad lo consumía, bloqueando sus pensamientos con un torrente de miedo.

—Jimin, mírame —dijo Jungkook, su tono firme pero suave, tratando de calmarlo—Respira conmigo.

—¿Dónde está mi hijo, Jungkook? ¿Dónde está?— sus manos temblaban, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas y sus labios murmuraban el nombre de su hijo una y otra vez, como si eso pudiera mantenerlo a salvo.

—No sé nada sobre el niño, aún.—Jungkook le acarició las mejillas, ayudándolo a concentrarse en su voz.

—Mándales un mensaje a tus hombres. ¡Necesito saber dónde está mi hijo, ahora mismo! —exclamó Jimin, la voz quebrándosele mientras miraba a Jungkook con desesperación.

❥𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 ℛ𝑒𝓎𝑒𝓈 𝐲 𝐉𝐨𝐤𝐞𝐫𝐬 ♛|Kookmin| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora