Era una tarde tranquila. Dos personitas paseaban por la playa tomados de la mano con sus dedos entrelazados, dejando que la arena acariciara sus pies, mirando aquel hermoso atardecer que llenaba sus miradas de tantas emociones.
Hacía unas semanas que habían comenzado con su relación.
Una hermosa relación a pesar de no tener mucho desde que comenzó.
Aquellas dos personitas aún eran estudiantes de preparatoria puesto que en algunas semanas más se graduarían de esta para seguir con sus sueños e ir a una Universidad en Tokio.
Después de haber tenido una dolorosa discusión, y claro, la primera de su vida, se disculparon y acordaron estudiar juntos en la capital del país, ya que uno no podía vivir sin el otro.
Y eso era cierto.
Su vida dependía una de la otra. Prácticamente no podían estar sin la compañía del otro, pues toda su vida siempre estuvieron juntos.
Eran los mejores amigos del mundo, y poco a poco se fueron enamorando sin que ellos supiesen de sus sentimientos.
Haruka miró al castaño, que este al ver aquella insistente mirada por parte del azabache, no hizo de otra más que hacerle caso a su amado y hacer unas "carreritas" hasta el mar, dejando a un lado al pequeño delfín.
En el recorrido cada uno fue quitándose las prendas excepto el traje de baño, el cual lo traían puesto por precaución, pues ambos sabían que algo así iba a ocurrir.
Makoto fue el primero en llegar al agua ya que Nanase no era muy bueno en los deportes en tierra, además de que era algo lento.
Bueno, demasiado lento según su amiga Gou.
No pudo evitar reír pues su pequeño delfín lo miraba con el ceño fruncido por las risitas que salían de la boca del menor en edad.
El azabache se sumergió en el agua para calmarse un poco y no "enojarse" con su novio. El castaño no se quiso quedar atrás y lo siguió en aquel recorrido bajo el agua.
Fueron nuevamente a la superficie y se miraron. El castaño sonreía ampliamente para que el azabache también lo hiciera, pero al parecer no lo consiguió.
Se acercó hasta Nanase y rodeó su cintura con sus fuertes y musculosos brazos. El azabache estaba sonrojado mirando al ojiesmeralda, aquel chico que le empezó a gustar desde quién sabe cuándo.
Makoto esbozó una sonrisa ya que obtuvo lo que quería.
Ver a Haruka sonrojado.
Haru desvió la mirada. Se sentía avergonzado, a pesar de ser tan inexpresivo, si estaba al lado de Makoto, podía ser la persona más expresiva y habladora del mundo.
Él le hacía sentir tantas cosas.
Estuvieron nadando unos minutos más hasta que por fin decidieron salir del mar ya que estaba oscureciendo y era peligroso nadar sin luz.
Se vistieron con la ropa que anteriormente se habían quitado y caminaron a casa del azabache, algo mojados, claro.
Al entrar a la morada, Nanase no le dio permiso a Makoto de sentarse en el sofá si estaba mojado, el otro no pudo evitar reír ante tal comentario y le hizo caso.
El ojiesmeralda fue hasta la parte trasera de la casa, siendo seguido por su pareja que traía consigo un plato de comida para gatos y sobre sus hombros una toalla para prestársela al castaño.
Nanase le entregó la dicha prenda y fue hasta el zacate que había fuera de su casa donde unos gatitos lo esperaban.
Regresó a donde estaba su novio y se sentó a su lado siendo su cintura abrazada por Makoto. Recargó su cabeza en el cuerpo del castaño y cerró los ojos mientras su pareja miraba el cielo.
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Regresa, por favor... [MakoHaru]
ФанфикMakoto va de visita a la casa de sus abuelos en Estados Unidos, pero, tras una falla, el avión comienza a caer, terminando en el vacío. Después de aquella noticia, la familia de Tachibana y todos sus amigos sufren de una depresión, pero el tiempo lo...