Regresa, por favor... [MakoHaru]

Regresaste.

Makoto estaba en su cama. No había dormido la noche anterior. Debía preguntarle a Nagisa dónde estaba Haruka pero sabía que ya los había molestado bastante. Encendió el televisor para distraerse un rato y sacar al pelinegro de su mente. Cambiaba los canales más no encontraba alguno que tomara toda su atención hasta que llegó a uno de Deportes.

En él se mostraban los nombres de los que competirían en la sección de natación.

Nanase Haruka (Japan)

Sin dejar de ver la pantalla dejó caer el control remoto de sus manos. La pantalla ahora mostraba imágenes de cada uno de los participantes incluyendo a Haruka. Makoto pudo notar que los ojos de Nanase no emanaban ningún brillo, aquel brillo que tanto lo caracterizaba cuando estaban en la preparatoria. Lucía como la ultima vez que se vieron antes de que pasara el accidente del avión.

Tachibana recordaba cada gesto del azabache, en especial los que hacía cuando algo andaba mal, y aunque fueron pocas veces, el castaño se había grabado bien cada uno de estos, porque si algo le pasaba a Nanase, prácticamente a él también le dolía. Nunca le gustaba y nunca le gustó ver a su novio mal. Odiaba con toda su alma que el amante del agua le pasara algo.

Al ver el rostro del azabache se culpaba, se echaba la culpa debido a que él fue quien huyó sin siquiera hablar bien con el delfín.

Cuando salió de su trance, tomó algo de dinero que tenía ahorrado –pues no quería pedirles a sus padres adoptivos– y salió disparado de su habitación dejando la televisión encendida.

Los pasos que dio por las escaleras y el portazo de la puerta principal hizo que sus padres salieran de su habitación.

Su madre se encaminó a la alcoba de Anthony –como ella lo conocía– y vio el televisor encendido, con sólo mirar las imágenes y al chico en ellas se dio cuenta de a dónde se dirigía el chico.

Suspiró y se sentó en la cama recordando cada momento que pasó con su hijo.

***

Makoto conducía a toda velocidad que se le permitía, algunas veces se pasó un auto, pero no le importaba porque no había coche que estuviese esperando a pasar antes que él.

Se dirigía hacia el estado que estaba al menos a unos 20 minutos conduciendo. Miró el reloj mientras estaba detenido en un semáforo.

Según la información dicha en el programa de deportes, la competencia comenzaría en 30 minutos, aun tenía 10 de sobra pero aún así no quería llegar tarde.

Siguió conduciendo, sin embargo, como si el destino no quisiese volver a unirlos, se percató de que cerca de la calle por donde quería pasar había un accidente.

—Rayos— Pensó. Seguramente si lo hubiese dicho en lugar de pensarlo  y además enfrente de su madre, ella le regañaría. Tomó otra dirección y cuando estuvo en otro semáforo, buscó en la radio alguna estación donde hablaran de los juegos que se estaban llevando a cabo en su ciudad.

Por suerte encontró uno. Al pasar al color verde arrancó de nuevo el auto.

—Y ahora iremos contigo, Sandoval para que nos des los resultados de la primera ronda en natación.

— ¡Claro que sí, Martinez! Los resultados de la primera ronda son: en tercer lugar llegó el brasileño [inserte nombre que usted guste]; en segundo lugar el japonés Nanase Haruka; y en primero [inserte nombre que usted guste]. Ahora estos tres competidores pasarán a la segunda ronda con el ruso [inserte nombre]; el estadounidense [inserte nombre] y el italiano [inserte nombre].