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La noche empezaba a llegar, tomé una mochila con todas la cosas que necesitaría, no quería dársela pero Nick tenía razón debería llevar mi viejo atuendo para que la gente de ese medio me reconociera, lo metí a mi maleta para cambiarme en el auto. Corrí a mi mueble de maquillaje, me maquillé como en los viejos tiempos cuando frecuentaba a donde iría, tomé el aereosol de color rojo y me lo coloqué por todo el cabello, de castaña a semi pelirroja en una noche. Mi celular sonó, la dirección me había llegado, contesté con un "voy en camino", salí por la ventana haciendo el mínimo ruido para no despertar a nadie.

Conduje hacía las afueras de la ciudad, el viejo autódromo, las autoridades nunca lo dirán porque son fan de estas cosas; pero el viejo autódromo ahora era un lugar para carreras ilegales con caminos irregulares para competir y yo fui parte de ellas. Conocí este lugar por el tío Jensen, conocí la adrenalina de correr gracias a él, al principio era su co-piloto pero una vez que aprendí y corrí por primera vez, jámas volví a estar en ese lugar, al contrario, me convertí en una de las pilotos más jóvenes en competir; fue donde conocí a Nick y a Ethan. Ethan, ojalá y estes bien. Me estacioné tres esquinas antes, me cambié a mi atuendo y bajé del auto.

-Hola muñeca- me saludó Nick que estaba apoyado en una pared en la entrada del autodromo

-Aléjate de mí- le dije temblando antes de que se me acercara- No te quiero cerca en toda la noche, necesito estar concentrada en esto y no podré ganar si estoy con el temor que en cualquier momento saltarás a hacerme daño-

-Solo iba a decirte que te ves espectacular- me miró de arriba – Esa chaqueta de cuero te sigue sentando genial junto con tu cabello rojo- lamió sus labios- Pero tienes razón, lo que menos necesito esta noche es que estés muerta de miedo. Necesito a Maverick fuerte-

- No me llames así-

-Jensen te dio ese nombre, todo el mundo te conoce por ese nombre. Aquí no eres la dulce Liv ni la niñita mimada de papá- destapó a mi Bella -Lo prometido es deuda- me lanzó las llaves- Gana Mav-

-¿Dónde tienen a Ethan?-

-Está con el dueño, no me han dejado verlo-

-¿Cuánto debe? Necesito saber cuántas carreras tendré que ganar-

-Debe ciento cincuenta mil-

-Bien, serán tres tú y tres yo- caminé hacía Bella -¿Mi equipo?-

-Están esperando a que lleves a Bella-

-Bien- abrí la puerta de Bella- Hola cariño- la saludé. Bella era mi McLaren Senna, uno de los coches nuevos más rápidos de la calle. Un monocasco de carbono, aero activo y 789 caballos de fuerza se unen para crear un equipo increíblemente imposible de ganar, aunque siempre será el talento del piloto, lo que valdrá. Bella había llegado a mi vida en una de las carreras ilegas más importantes que asistí, fue mi premio y el mejor trofeo de mi vida, al principio era amarilla pero después la pinté de negro con detalles morados eléctricos -¿Lista para correr?- aceleré, escuchando su dulce rugido al acelerar más fuerte – Eso cariño- lo eché a andar y me dirigí hacía mi equipo

-¡Mav!- gritó Alex cuando bajé del auto

-¡Alex!- le grité de vuelta acercándome – Dime los detalles-

-La primeras dos carrera se te harán fáciles, nadie a quién no le hayas ganado, pero la tercera, te darás con el campeón-

-¿Con Nick?-

-No, con Johan-

-¿Es un piloto violento?-

-Lo es. Ten cuidado, Mav- me extendió mis guantes de motociclista que usaba a veces para no lastimarme con la fricción del volante – El pavimento ahora es de arena con polvo de construcción. Curvas peligrosas dos y tres. Recta contínua hasta la Curva cuatro que es cerrada-

Little VictoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora